22/7/20

El médico y el mal pacoente

El médico y el mal paciente
Raramente a las personas les gusta ir al médico por si salen del hospital con noticias mas aterradoras sobre su salud de las que tenían antes. Muchas veces la ignorancia es una virtud que en varias ocasiones hay que utilizar, pero en la salud no y menos en la salud espiritual.
Todos sabemos que debemos de tener un mínimo de confianza con la persona que nos esta prestando un servicio. Si llevas tu coche a reparar; vas a tener que confiar en el mecánico de que va a hacer un buen trabajo. Si vas a dejar a tus hijos con una persona; vas a tener que confiar en ella de que los cuidará correctamente.
Ahora bien, como hemos visto, a lo largo de nuestra vida debemos de confiar en las personas que prestan algún servicio ya que debemos dejar en las manos de ellos algo nuestro o algo que nos pertenece.
Con el médico, la cosa es más delicada. Al médico no se le deja un coche, una prenda de ropa, no se le presta dinero para que luego nos lo devuelva… al médico se le deja en sus manos nuestra vida, nuestra salud, nuestra forma de vivir… ya que debe de saber nuestro comportamiento tanto en publico como en privado para saber que es lo que nos enfermó, los lugares a donde fuimos para saber si es un lugar nocivo el cual te infectó, etc.
Cuando vamos al hospital, necesitamos un salto de fe para confiar en el médico.
La mayoría de nosotros, por no decir todos, vivimos una vida de negación. ¿Qué quiere decir negación? Negación significa NO CONFIAR EN EL MÉDICO.
Cuando nuestro Padre nos llamó, Él envió al médico que Él personalmente cualificó para hacer su trabajo correctamente, pero nosotros dudamos de si ese médico va a hacer su trabajo sin ningún error.
¿En qué se refleja esto?
En cada área de nuestra vida, hay áreas en las que has cambiado y en otras no. ¿Por qué? Porque unas áreas se las has entregado al medico y le has dicho: “Yo no puedo cambiar esta situación, pero confío que tu si puedes” pero en las áreas que no has cambiado no quieres entregárselas al medico para que te sane.
En las áreas que no has cambiado y que son las mas dolorosas para ti, tu actitud es la de cambiar o crecer por medio de tus fuerzas, pues inconscientemente piensas que, si le entregas esa área al médico, él te hará daño por eso quieres hacerlo tu con tus propios recursos; quieres cambiar tu para sufrir el menos dolor posible, pero eso es imposible porque TU NO ERES UN MÉDICO ESPIRITUAL.
¿Cuántas veces hemos ido al médico (Yahshua) y le hemos dicho que nos sane o que nos ayude pero nuestra actitud siempre es que sea a nuestra manera? ¿Desde cuando uno va al mecánico, medico… y le dice como debe de hacer su trabajo?

El cambio ocurre cuando a pesar del miedo que tengas por no poder controlar esa área, ese problema, esa situación se la entregas al médico. Esa debe de ser nuestra fe, la de no querer controlar nuestro crecimiento, pero si ser responsable por él.
Y no con palabras pues eso se va a ver en tu comportamiento. Una cosa es dejar que te guie y te sane el medico mientras tu haces lo que Él te dice que hagas (Tomarte el medicamento) y otra cosa es decirlo con la boca y en tu comportamiento no se vea nada, salvo tus negligencias.
Se necesita un salto de fe y confiar en Yahshua de que hará su trabajo correctamente, pero si al medico le decimos como debe de hacer su trabajo ¿Qué nos quedará?
Tenemos miedo a cambiar, miedo al dolor, miedo a crecer porque no sabemos que es lo que hay más allá de esos miedos. Detrás de esos miedos SOLO ESTA TU CAMBIO, pero para eso debemos de dejar ese estado de negación de no confiar en el medico.
Todos queremos que nos sane el médico, pero no queremos hacer las cosas a SU manera, siempre creando planes, estrategias las cuales lo único que nos demuestran es que no vamos a cambiar así a base de automedicarnos.
Necesitamos un salto de fe para confiar en el medico, en el libertador, en el restaurador.
-Renuncia a ti mismo (no planees como cambiar, El te guiara cada día, habla con Él cada día hasta lo mas pequeño, hasta lo que das por sentado)
-Lleva tu cruz (Responsabilízate de esa renuncia, de lo que puedes hacer con tus virtudes y el daño que te están haciendo tus debilidades)
-Sígueme (Cada día hay nuevas cosas que aprender. Su voz no habla con repeticiones)
Timo Sefarad

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