"CARTA A MI ABBA"

“CARTA A MI ABBA”

¿Qué puedo decirte Abba que Tú ya no sepas, que Tú conozcas que Tu hayas visto en lo más recóndito de mi ser?

¿Quién como Tú? Maravilla de Maravillas, Excelso, Sublime, Incomparable, Paciente, Benévolo.

¿Quién puede alterar los Tiempos que Diseñaste, las Razones y Tu Plan de Salvación? y dime Abba ¿Quién los puede comprender? ¿Quién es capaz de medir o asimilar cómo un Ahavá tan grande nos puede abrigar sabiendo Tú lo poco que somos y las veces que te hemos fallado?

Cada día, vamos alcanzando esa “Tiferet” que también nos concediste por Tu Rajem (Misericordia). Tú que en Tu poder nos atraes con cuerdas de Amor, arrancándonos de las manos que nos tiene atrapado y que no quiere soltarnos. Tú que luchas por cada uno de nosotros, sin rendirte jamás, y nos vas alejando del pecado al enseñarnos que “estando más cerca de Ti, mucho más lejos del mal estaremos”. Tu que Alumbras en medio de este mundo de oscuridad, Tú Oidor de nuestras Tefilot (Oraciones) (Tehilim 65:2) que ni cierras Tus Oídos, ni cierras Tus Ojos frente a nuestro dolor mientras aguardamos la Gloriosa Venida de Tu Enviado (Titos 2:13-14) cuyo Nombre aún no se nos ha revelado (Revelación 3:12) pero que en breve conoceremos porque él es TU PROPIA JUSTICIA.

Oh, Amor de mis amores, Perla preciosa que encontré en medio de un mundo perdido.

Mientras aquí en “este valle de lágrimas” (Tehilim 23) gobernado por el Opositor (2ª Corintios 4:4) (Yahshua lo reprenda) que pecó desde el principio, incansable en su afán de destronarte y destruir (1ª Pedro 5:8) lo que Tú en Tu Poder creaste con tanta Bondad intenta desafiarnos, promoviendo las injusticias de su mundo sobre nosotros, Reina el Rey Nombrado por Ti, que cuida de nosotros, porque “nadie arrebata de sus Manos a ninguna oveja que él vino a buscar, “LAS OVEJAS PERDIDAS DE LA CASA DE YISRAEL” MattiYah/Mateo 15:24.

Todá rabá (Muchas gracias) por Ser quién Eres desde siempre y para siempre

Gracias porque, aunque el mundo nos condena, yo sé que los que estamos en Tu Hijo Yahshua, “ya no estamos bajo condenación alguna” (Romanos 8:1)

Solo puedo expresarte con mi corazón……te amo.

Y con mis acciones, hechos y testimonio lo reafirmo.

Moré: Yhemaelh Zeev