8/9/20

Los que acompañaron a Yahshua

 En una de sus SEFER a la Kajal (Comunidad) de Corinto el ají Shaul escribió estas palabras: “Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles” (Qorintiyim Alef/1 Corintios 1:26). 

Amados míos, Yahweh a menudo escoge a tales personas: 

Yahweh llamó a Gedeón mientras éste estaba escondido en un lagar temblando por su vida. 

Moshé, heredero al trono convertido en homicida fugitivo, y pastor sin alcurnia, se quejó a Yahweh por su falta de capacidad para hablar. 

Dawid era un rey tan improbable que su padre ni siquiera consideró presentarlo al profeta Semuel para que lo considerara.

Tal vez nada mejor ilustra la preferencia de Yahweh por los rechazos de la sociedad como los doce que Yahshua llamó para que sean sus Talmidím. Ninguno de ellos logró alta posición social, ninguno era distintivamente religioso, y ninguno contaba con educación superior. Acompañando a Yahshua por unos tres años, constantemente reñían, se quejaban y dudaron. La mayoría de los grandes líderes tienen un núcleo de seguidores talentosos, consistentes y desprendidos que creen firmemente en la visión del líder. Yahshua, por otro lado, escogió hombres sin alta educación, sin pulimento, inconsistentes y egoístas que no tenían ni idea de su misión divina.

Simón, rústico pescador galileo, sirvió como líder y portavoz de los Doce (MattiYah 14:28; Yohanan 6:68). Yahshua le cambió su nombre a "Kefá" después de que éste hizo la primera confesión pública de que Yahshua era “el Mashiaj, el Hijo del Elohe viviente. (MattiYah 16:16–18). 

En numerosas ocasiones en los relatos de los ESCRITOS DEL BRIT JADASHÁ se le pinta como hablando impetuosamente y siendo terco; rápido para pecar, y sin embargo también pronto para arrepentirse. En años posteriores él, junto con Yacobo y Yohanan, llegó a ser el líder de la Kajal de Yahrusalaim (Maaser 2:14–41; 5:1–9; 9:32–43). 

Además de Kefá, los dos talmidím más impetuosos de Yahshua fueron, el otro Yacobo y Yonahan, hijos de Zebedeo, también conocidos como “hijos del trueno” (Mardokhay 3:17). Estos tres (Yacobo, Yohanan y Kefá) estuvieron con Yahshua en el monte de la Transfiguración (Mateo 17:1-13), y estuvieron en Getsemaní con Yahshua más que el resto de los talmidím (Mateo 26:36-39). Yohanan, que se llama a sí mismo “el talmid al que Yahshua amaba” (Yohanan 13:23; 19:26–27; 20:2), escribiría más tarde LA BESORAT DE Yohanan, así como las tres cartas que llevan su nombre. Yacobo fue ejecutado por Herodes Agripa, tetrarca de Galilea, apenas pocos años después de la resurrección de Yahshua (Maaser 12:1–2). En las narraciones de la pasión Yohanan huyó de la escena en el huerto y más tarde fue el único talmid que vio a Yahshua morir. A Yacobo no se le menciona para nada.

Al leer el resto de la historia DE LA BESORAT lo que se halla es ocho otros hombres que siguieron a Yahshua por todas partes durante su ministerio. No se les menciona, sin embargo, en las últimas doce horas de la vida de Yahshua, porque habían desaparecido. Esto puede llevar a dar por sentado que lo habían abandonado. Salieron huyendo. Huyeron para salvar sus vidas y dejaron a Yahshua para que muriera.

El último talmid, el que juega el papel más importante en las horas finales de la vida de Yahshua, es Yudas Iscariote, el tesorero del grupo (Yohanan 12:4–6; 13:29). Un autor dice esto respecto a Yudas: Debe haber sido hasta cierto punto un ciudadano prominente, puesto que se le dio la responsabilidad de guardar el dinero. Más tarde empezó a robarse los fondos (Yohanan 12.6), sin embargo, y a la larga fue impulsado a traicionar a Yahshua. Después de aceptar treinta monedas de plata de parte de los líderes religiosos para traicionar a Mashiaj, trató de devolver el dinero, y a la larga se suicidó.

Hallamos difícil observar a los talmidím mas allegados en las horas finales de Yahshua y ver un ejemplo positivo. No hicieron otra cosa que reñir, esconderse por el miedo, y poner en tela de duda el liderazgo de Yahshua, ¡no exactamente excelentes ejemplos modelo! Pero el hecho de que fracasaron tan calamitosamente es la base del mensaje real: 

AMADOS MIOS:

Yahweh usa lo débil, al cobarde y al pecador. Nos toma en nuestra peor situación y nos convierte en algo maravilloso. El momento en que los talmidím lo abandonaron, Yahshua se enfrentó a la chusma que había venido a apresarlo, y les recordó que él tenía las riendas, y que voluntariamente iría al madero para morir por sus pecados. Cuando Yahweh perdona a través de Yahshua perdona y usa al débil, al cobarde y al pecador, él recibe todo el crédito. Así es como debe ser.

Muchas veces NOSOTROS, sus talmidím, nos encontramos en situaciones muy parecidas donde se pone a prueba nuestra lealtad, integridad y la razón mas intima de porque seguimos a Yahshua.

A veces nos encontramos con talmidím que fracasan en su empeño, o fracasan con su miedo o porque en verdad no entendieron su llamado....TODO ES PARTE DEL PLAN DE YAHWEH para afirmarnos más cada día en el Camino de vuelta, porque sin LAS PRUEBAS, SIN LOS TROPIEZOS ¿Como saber si caminamos bien?

A veces Yahweh nos pide cosas que no entendemos, pero debemos aprender a OBEDECERLAS, aunque ello cueste, LA ENEMISTAD DE TODOS LOS DEMAS, a veces estas incomprensiones NOS HACE MAS FUERTE EN EL CAMINO, porque quizás nos estamos tomando muy a la ligera EL SERVICIO A EL, y sabiendo que los tiempos son estrechos, son duros y de mucha tribulación, DEBEMOS APRENDER ANTES A SER FUERTES..Todo es proceso de aprendizaje valido para todos nosotros. ES LA UNICA FORMA DE VALORAR LO QUE TENEMOS Y DE LO QUE PERDEMOS SI SEGUIMOS CON ORGULLO.

Sean pues animosos, de un mismo sentir y caminen en Ejad amándonos los unos a los otros como recibimos del Mashiaj.

Demuestren que valio la pena SEGUIR A YAHSHUA.

Les amo.

Yhemaelh Zeev.

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