El resentimiento destruye tu alma

 Moreh Eduardo:
" ....y decían: ¿No es éste el ben/ hijo de Yosef?
Entonces él les dijo: Sin duda, ustedes me dirán este refrán: Médico , cúrate a tí mismo ".
( Parashá Silvano 4: 14- 32)

¿Por qué les dijo en la sinagoga Yahshua estas palabras?
Yahshua tras escuchar los comentarios como:  ¿No es éste el hijo de Yosef? pudo realmente ver en los corazones de aquellas personas:  lo que expresaban con sus palabras era lo que había dentro de sus corazones. Yo diría: De la abundancia/ o escasez del corazón habla la boca. Me refiero que cuando hablamos expresamos a veces sin darnos cuenta lo que realmente hay en el fondo del corazón escondido. ¿Qué había escondido en el corazón de aquellas personas que  escucharon esa  proclamación del rollo de Yeshayah por boca de Yahshua?
Al reconocerlo como uno de su ciudad,  que se había criado entre ellos, le vieron desde su pre- juicio como un simple hombre lleno de imperfecciones y lo consideraron un pecador. Un hombre que se levantaba con Autoridad y les señalaba el pecado del pueblo de YIsrael. Así de esta manera, les relató con dos ejemplos de dos profetas anteriores , Eliyah y Elishá, como el Favor de Eloheinu vino sobre personas que no eran yisraelitas en aquellas ocasiones.
Yahshua estaba señalándoles el pasado y el presente de un pueblo pecador apartado de Elohé. Al instante, el pensamiento de ellos fue:
" Médico, cúrate a tí mismo".
Muy lejos de aceptar la Enseñanza esas gentes con falta de arrepentimiento a quien señalaron como culpable y enfermo/ pecador era a Yahshua. Buscaron en su juicio hecho  de antemano cualquier cosa que les pareciera defecto o imperfección en Él . Muchas veces estamos así, pensando y haciendo juicio por anticipado, juicio imperfecto o pre-juicio sobre otras personas que con autoridad alguna vez nos han enseñado o nos han advertido del peligro del pecado, nos han corregido o disciplinado en alguna ocasión. La falta de arrepentimiento sincero en el corazón hace que no queramos escuchar y obedecer, al contrario, la primera reacción que surge dentro de nosotros es negar lo que se nos está diciendo y ponernos en contra,  a la defensiva y en un actitud rebelde. Todos vinimos de un pasado en el que fuimos heridos y dañados por otras personas , y eso generó miedo, desconfianza,  recelo , resentimiento y odio. Hemos estado pensando y juzgando a los demás y aún a uno mismo de forma muy parcial y errada. Pero ahora estás en el Camino, ya naciste como Nueva Criatura en Yahshua, y nos corresponde aprender a pensar y  a actuar con Justo Juicio. Los propios pensamientos llevan a uno a buscar el fallo antes en la persona que tiene enfrente, en los demás y, sobre todo, en los que tienen autoridad y nos guían para nuestro bien. Pero a veces sólo queremos ver encontrar el defecto ( la paja) en el otro, sin pararnos a buscar primero la propia viga en nuestro ojo: tu propia forma de ver, juzgar, pensar y comportarte
con los demás.
Recordemos Mattiyah 6:22-23,
" La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará iluminado.
Pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará en oscuridad".
Yahshua nos está enseñando cómo mirar a los demás para no guardar en el corazón ningún mal sentimiento contra el prójimo ni contra uno mismo. Porque el resentimiento no solo hace daño a tu prójimo sino primero te lo haces a ti mismo.
Los profetas en la antigüedad no fueron aceptados por su propio pueblo,  Yisrael, y a casi todos los mataron.
El pecado y la falta de arrepentimiento llevaron a muchos a dejar crecer en su corazón capas de dureza y resentimiento. Desde esa mirada uno juzga con juicio injusto, intenta ver el defecto del otro para no hacer él lo que le corresponde hacer. Algunos buscan el defecto en los demás para así no creer y responder a su llamado. Así hoy podríamos aprender muchas cosas en este tiempo presente, para no dejar crecer ninguna raíz de amargura en nuestro interior que nos lleve al desastre. A veces se empieza por no hacer caso a la enseñanza, no darle valor a alguno, no escuchar lo que se nos dice o cuando se nos corrige.

El resentimiento si no lo erradicamos va a producir más resentimiento , y uno deja de tener Fe, y se apaga como se apaga la llamita de una vela, y lo último que ocurre es la muerte espiritual o apostasía, no sin antes ponerse en contra de algún siervo del Mashiaj Yahshua.
Fíjense como aquellas gentes de Israel, tras escuchar la Davar, se pusieron en contra, porque no había arrepentimiento ninguno en ellos sino que se creían libres de pecado.  La reacción siguiente fue arremeter en ira contra Aquel que les recordaba el pecado del pasado de su pueblo así como el estado en que se encontraban en aquel tiempo.
Al Médico que les traía Restauración lo estaban enjuiciando como enfermo y pecador. No aceptaron corrección ni enseñanza alguna, sino más bien buscaron el defecto en el que los hablaba. La última reacción fue la ira, consecuencia del gran resentimiento y odio que tenían, y la ira... ¿A qué les condujo? A desear e intentar la muerte del NevÍ Yahshua que les hablaba a los de su propio pueblo.