La suprema importancia del Nombre memorial
En las Escrituras existen tres doctrinas fundamentales de superlativa importancia: La Toráh, el Mashiaj y su misión, y el Nombre de Yahwéh; de estas se dimanan todas las demás. Sin embargo, resulta sorprendente que aun las dos primeras doctrinas hunden sus raíces y entrelazan sus ramas en el Nombre de Yahwéh.
El Nombre de Yahwéh representa una personificación de su Poder, es como su doble o equivalente: “He aquí que el Nombre de Yahwéh viene de lejos. Arde su furor y levanta densa humareda. Sus labios están llenos de ira, y su lengua es como fuego consumidor.” (Is. 30:27). Es su Gloria, o mejor dicho su honroso esplendor: “Pero por esto mismo te he dejado con vida para mostrarte mi poder y para dar a conocer mi Nombre en toda la tierra” (Éx. 9:16). “Desde el occidente temerán el Nombre de Yahwéh; y desde donde nace el sol, su Gloria. Porque Él vendrá como río encajonado, sobre el cual impele el soplo de Yahwéh.” (Is. 59:19; comp. Jos. 7:9; 9:9), de esta revelación surgen expresiones poéticas de gran belleza como “la gloria o el esplendor de tu Nombre” (Sal. 66:2; 79:9) o “el Nombre de tu magnificencia” (Neh. 9:5), conceptos sinónimos que describen la lustrosa magnificencia de Yahwéh.12 El profanar (Am. 2:7; Lv. 18:21), santificar o exaltar (Is. 29:3), amar (Sal. 5:11), y bendecir (Sal. 7:17; 9:2), el Nombre de Yahwéh equivale a profanar, exaltar y bendecir a Yahwéh mismo. De ahí que, Yahwéh y su Nombre son prácticamente indivisibles en las Escrituras (Is. 25:1; 29:23; 56:6; Sal. 5:11; 7:17; 9:3,10). Cuando
Yahwéh jura por sí mismo, en realidad está jurando por su Nombre (Gn. 22:16).
Quizás, ahora sea más factible para el creyente moderno reconocer la magnitud del Nombre; cuya trascendencia no admite substitutos, corrupciones ni encubrimientos; ya que testifica que Él es el único
que posee la vida de una manera real. Él es el único que es. Él es el único que lleva a la existencia todo lo creado. Él es el único que produce el ser. El que se revela a sí mismo y da a los herederos de Avraham su Nombre, Yahwéh.
Relación existente entre el Nombre y los 72 títulos del Ser Supremo
Yahwéh, es el único Nombre del Todopoderoso, todos los demás epítetos son títulos de excelsitud que buscan reverentemente resaltar algún aspecto de su naturaleza. Es un nombre propio no un título descriptivo. Los títulos no dignifican aun más al Nombre de Yahwéh; por el contrario, es el sublimísimo Nombre de Yahwéh el que enaltece a los tales. Entre los más importantes están: “El”, o sea “Ser Supremo”; “Creador del Cielo y la Tierra” (Gn. 14:19,22);“El Ser Supremo de Israel” (Gn. 33:20); “El Creador de Israel” (Is. 43:15); “Kadosh” o “El Santo” (Is. 40:25); “El Santo de Israel” (Is. 1:4); “El Pastor de Israel” (Sal. 80:2); “La Roca” (Dt. 32:4); “El Rey” (Sal. 5:2); “El Rey de Israel y Redentor” (Is. 44:6) “Rey delos seres supremos y Rector de todas las Potestades”, “El Paciente”; “El C ompasivo”; “El Perdonador”; “El Misericordioso”; “Creador de Todo” o “Yozer ja Kol” (Eclo. 24:8; 51:12); “El Digno de ser Alabado” o “El ja Tishbajot”; “El Guardián de Israel” o “Shomer Israel”; “El Escudo de ” o “Magen de Avraham”; “Roca de Issac” o “Zur Yizjaq” y “Rey sobre el Rey de Reyes” o “Melek Malkei ja Melakjim”, el cual fue encontrado en un pasaje de Ben Sira, insertado después del 51:12 en el griego, dicho apelativo sólo ha sido preservado en la versión hebrea. También está “El Altísimo” o “Elyon”.
Iléh toldot jashamayim uharetz bhibarám beyom ashot Yahwéh Elohé eretz ushamayim. “Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra, en el día en que fueron creados. Cuando Yahwéh Elohé hizo la tierra
y los cielos.” El profeta Moshé empleo el binomio Yahwéh Elohé (Yahwéh Juez Todopoderoso), para indicar que la existencia de la creación es el resultado de un acto creador engendrado en la justicia.
Debido a la doctrina farisea de mantener el Nombre oculto e impronunciable, en el periodo talmúdico surgió la pregunta básica referente a cuáles títulos o nombres del Eterno pueden escribirse, cuáles pueden entonarse en el canto litúrgico de la sinagoga y cuáles pueden ser borrados o eliminados de los documentos después de que hayan sido escritos. De acuerdo a los talmudistas pueden escribirse siete nombres o títulos del Eterno pero una vez escritos no pueden borrarse. Ellos son: Yahwéh, El, Elohé, Eheyeh Asher Eheyeh,Adonay, Sebaot y Shadday.
Las evidencias que apoyan la pronunciación del Nombre memorial
Actualmente, dentro de los círculos eruditos el tema del Nombre revelado ya no es debate. Años de continua y paciente investigación han dado frutos. La solidez de las evidencias que lo apoyan es impresionante y están distribuidas en cinco secciones.
A. El testimonio bíblico e histórico de los siglos X A.E.C. al II E.C. sobre los nombres teofóricos y ciertas palabras provenientes del protocolo, la poesía y la liturgia hebrea.
B. El testimonio de la tradición samaritana, que va del siglo V A.E.C. hasta prácticamente el presente siglo.
C. El testimonio de los llamados Padres antenicenos y postnicenos que arranca del siglo I hasta el VII E.C.
D. El testimonio masorético que va de los siglos V al X E.C.
E. Los resultados de la investigación paleográfica, epigrafica y filológica sobre documentos e inscripciones provenientes del Medio Oriente del primero y segundo milenio A.E.C. Estas fuentes pueden subdividirse
en tres clases:
E1. Las transcripciones babilónicas y asirias en escritura cuneiforme de nombres propios hebreos provenientes de los siglos IX al V A.E.C.
E2. Las inscripciones hebreas, cananitas y otras lenguas afines que hicieron uso del alfabeto protosinaítico.
E3. Transcripciones semítico occidentales de nombres y otros materiales lingüísticos provenientes del segundo milenio A.E.C.”
Conclusión
La evidencia Escritural prueba en forma contundente que el nombre de Yahwéh posee un valor sublime. Representa a una “persona de autoridad” suprema, siendo magnificado sobre todas las cosas y por tanto, es el más grande de todos los Nombres. Es la palabra más sagrada de todos los idiomas. Debe tratarse con extraordinario respeto. Bajo ninguna circunstancia debe usarse como una palabra común o de uso diario e irreverente. No ha de emplearse como una especie de amuleto o emblema publicitario en: Camisetas, joyas, calcomanías, camisetas, sombreros, placas para automóvil, etcétera. Todas estas formas de comercialización no son más que una blasfemia. Es pisotear la dádiva más Sagrada y pura que posee el ser humano.
"Si hubiéramos olvidado El Shem de nuestro Elohé, y extendido las manos a una deidad extranjera, nos pediría cuenta de esto Elohé, pues Él conoce los secretos de la mente"
Tehilím/Salmo 44:20-21
(Contribuido y compartido a través de la Kajal Yisraelí de Yahshua Shiló)
Del libro "El Nombre Memorial"
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