"EL AHAVAH DE YAHSHUA"
No lo hemos visto, pero lo amamos y creemos en él... Y esto, porque sabemos todo lo que hizo por nosotros, y todo lo que nos ha regalado con su entrega... Muchas veces anhelamos haber sido uno de los enviados o de sus talmidim mas proximos, o al menos, alguien que haya vivido en el tiempo de Yahshua. Creemos que si así fuera, no hubiéramos tenido absolutamente ninguna duda en nuestra fe... La verdad es que no debemos ver sólo a Miriam o a Yonahan o a la Miriam de Magda, que se mantuvieron firmes en la fe hacia Yahshua, que fueron los UNICOS que le acompañaron en su terrible muerte en el madero, confiando en que él era el Mashiaj prometido, a pesar de que las evidencias decían todo lo contrario (eso era lo que su pueblo creia de él)... Es sorprendente esa actitud de fe. Incluso la del "ajusticiado bueno", que viendo a Aquél que moría junto a Él, a pesar de verlo derrotado totalmente, perdiendo hasta el último resuello de vida, fue capaz de mirar más allá y pedirle a Yahshua que se acordara de él "cuando estés en tu reino". No es lo normal. Los hombres nos movemos por evidencias y cuando no las tenemos inmediatamente dejamos de confiar...
Basta fijarse en otros ejemplos de los contemporáneos de Yahshua. Los fariseos, aun viendo las maravillas que realizaba y escuchando su mensaje de justicia, de ahavah, de rajem y de shalom, ni siquiera se plantearon mirarse hacia dentro y cuestionarse en su conducta. Quienes adversaban a Yahshua y habían ya endurecido su corazón, queriendo mantener un poder religioso o político por encima de cualquier otro interés, simplemente se cegaban a todas las evidencias que les presentaba el que era el Hijo de Yahweh Elohe. Amados ajim y ajotis, no importaban los milagros, las curaciones, las multiplicaciones de los panes, las entradas en lo más íntimo de cada uno leyendo hasta sus pensamientos e intenciones. Nada de eso era suficiente. Su corazón estaba tan endurecido que ni siquiera el derramamiento del ahavah más grande fue capaz de derrumbar tal dureza...tristemente hoy dia esa aptitud existe en muchos que dicen conocerlo.
Pero aún más triste y sorprendente fue la reacción de los suyos, aquellos que habían sido elegidos por Yahshua para ser sus íntimos para "estar con él", quienes lo acompañaran en todas sus travesías, quienes fueron testigos de todas y cada una de sus maravillas, de sus palabras, de sus gestos de ahavah. Yudas Iscariote llegó al extremo de acordar con quienes querían poner a Yahshua fuera de combate, para, con una suma ridícula, entregarlo a la ignominia y a la muerte. Yudas había visto todo lo que había hecho Yahshua. Había sido tratado por él con una deferencia superior a la de los otros, cuando fue elegido para ser el administrador de los bienes del grupo de los 12 enviados. Era, prácticamente el "segundo de a bordo", después de Kefá. Y fue el que lo entregó...
Luego está Kefá, el primero de todos. Su cobardía lo hizo capaz de negar a quien le había demostrado tanto ahavah, el mismo que lo había elevado por encima de todos, el que lo había colocado como responsable de `preservar la LLAVES DEL REINO a la Casa de Yahudah, el que lo rescató de las aguas cuando se hundía, el que le dijo que lo haría pescador de hombres cuando él se reconoció como un gran pecador... Fue capaz de decir "no lo conozco" en la hora crucial...¿lo recuerdan?
Todos los ENVIADOS, salvo Yonahan, desaparecieron en la hora última. Yahshua fue acompañado sólo por su madre Miriam, por Ypnahan y por Miriam de Magda, a la terrible experiencia del madero. Los demás se habían escondido atemorizados porque podían correr la misma suerte...¿cuantas veces hemos sido igual que ellos, negandole por temor, por miedo a represalias?
Amados ajim, no fue suficiente haber estado con Yahshua, haber sido contemporáneos suyos para tener mas fe en él. La evidencia no basta. Si esa así, ¿entonces qué es necesario para mantenerse en su fidelidad? Sencillamente el AHAVAH. Tener la certeza absoluta e inquebrantable del ahavah que Yahweh Elohe derrama sobre nosotros por medio de Yahshua Ha Mashiaj, en su entrega, en su providencia amorosa para con nosotros, en su sacrificio como CORDERO radical en favor nuestro, en su ofrecerse en vez de nosotros para satisfacer nuestra culpa, cargando sobre sus espaldas los pecados que nunca cometió (YeshaYah 53). Saber que siempre estará a favor nuestro, pues lo que hizo una vez lo hará siempre, y nunca desdecirá de la obra que quiere seguir realizando en nuestro favor. Estar convencidos de que aquello que hizo lo hizo porque nos ama infinitamente, pues nadie jamás hará algo similar, por mucho ahavah que nos tenga. Sólo él es capaz y será siempre capaz de hacerlo... ¿Lo crees tu?
Y es la respuesta del ahavah que debemos dar nosotros a él. Es la donación de nosotros mismos para dejar que nos ame. Es abrir el corazón para que ese ahavah se haga nuestro. Es dejarse llamar por él para ser de los suyos. Y para eso no hay necesidad de haber convivido con Yahshua, pues quien no ha tenido la experiencia del ahavah, por muchos años que viva con él, jamás se dejará conquistar totalmente. Basta darse cuenta de que todo lo hace sólo para nuestro bien, sin buscar otras prebendas más que nuestra salvación en su ahavah...
MI REFLEXION
Es poner la confianza sólo en Yahweh Elohe y en su ahavah, del cual todos nosotros estamos ya impregnados, que es la única compensación posible para la entrega que él mismo ha hecho por nosotros. No hay otro camino. "Ustedes no han visto a Yahshua Ha Mashiaj, y le tienen ahavah; no lo ven, y creen en él; y se alegran con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de su fe: su propia salvación..."
¿Cuantos estamos reflejando ese mismo ahavah, esa misma entrega, esa misma aptitud que él mostró?
¿Cuantos vivimos entregados a los demas igual que él lo hizo?
¿Cuantos vivimos sin temor dando testimonio de que es en él en quien hemos creido como mashiaj, como Enviado del Padre?
¿Cuantos estamos mirando a nuestro projimo con los ojos con el que él los miraba?
¿Cuantos vemos a los pobres, los enfermos, los necesitados como si fueran los ajim mas pequeños de Yahshua?
............¿Cuantos hemos aprendido a caminar en ese ahavah tan sublime, tan excelso, tan grandioso?
¿Cuantos hemos cambiado hasta parecernos a él aunque sea en lo mas minomo?
Quizas si nos vieramos como él nos ve podriamos alcanzar todas esas cosas por la cual él vino a luchar y a entregarse. Quizas algun dia alcancemos una estatura semejante, quizas amados ajim algun dia comprendamos la dimension de su ahavah, pero mientras tanto....sigamos caminando, sigamos hacia adelante siempre mirandonos en el espejo de él, para poder contemplar si en verdad caminaamos segun su imagen o segun la imagen del mundo.
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