17/4/15

EL MALAJ REPRESENTANTE DE YAHWEH

En Derecho Civil, se suele utilizar el término Representación para indicar una figura “a través de la cual los actos jurídicos celebrados por una persona, se radican en otra diferente, teniendo poder jurídico suficiente para afectar al representado”. Dicho en otras palabras una persona puede presentarse delante de uno o varios sujetos y en nombre de otro, presentar argumentos y tomar decisiones como si en realidad se tratara del individuo a quien se representa. Podemos entonces hablar de un representante y un representado. El representante habla y decide como si en realidad se tratara de aquel a quien representa. En círculos iehudím (judíos) se ha utilizado un concepto similar al indicado por medio del cual El Creador utiliza criaturas (celestiales o terrenales) para que tomen Su lugar y se presenten, hablen y tomen decisiones como si en verdad se tratara del propio Creador. En este corto estudio llamaremos a esta forma de representación: “Agente o Representante Divino” y trataremos de explicar desde el punto de vista IVRIM/ hebreo, cómo El Eterno se ha manifestado muchas veces como relatan las Kitbé HaKodesh/Sagradas Escrituras, sin necesariamente haber sido Él, en Su esencia parcial o total, quien se apareció y habló con seres humanos de forma directa. 

UN PRINCIPIO DE LA TORÁH: NADIE HA VISTO A ELOHIM Yahshúa dijo en cierta ocasión a sus talmidim (discípulos): “A Elohim nadie le ha visto jamás, el juez único de su clase, que está en el seno del Abba, él lo reveló”. Yohanan 1:18. Si esto es cierto, entonces: ¿Cómo explicamos que en las Kitbé HaKodesh constantemente se mencione que El Eterno YAHWEH descendió y habló con tal o cual persona? ¿Cómo hacemos que Yahshúa no contradiga lo que está escrito en el TaNaK? 
El Eterno se ha manifestado básicamente por medio de Representantes, tanto angélicos como terrenales. Muchas veces el hecho de representarlo ha implicado que el representante tome el nombre del Representado, en estos casos el nombre del Eterno. De esa cuenta, en muchas ocasiones se utiliza la expresión el Malaj de Yahweh, traducida de forma erronea en las biblias cristianas como “Ángel de Jehová”, según la tendencia religiosa, para indicar que un Malaj (Mensajero) de El Eterno Yahweh, vino en su representación y habló y ejecutó juicios como si en verdad se tratara del propio YAHWEH. Tanto así, que el representante al estar investido de la plena Autoridad del Creador, provoca que los que escuchan el mensaje teman por sus vidas, pues según un principio de las Kitbé HaKodesh “ningún ser humano puede ver Al Eterno y seguir viviendo” (Shemot /Nombres /”Éxodo 33:20). Por ejemplo, en el relato de Bereshit (En el principio/ Génesis) 16:3-16, tenemos a Hagar, la sierva de Sarai que luego de concebir un hijo de Avram, huye lejos de su ama y se le aparece el Malaj de Yahweh. Aparentemente, ella interpreta la aparición como si verdaderamente ha tratado cara a cara con el propio Creador, pues aduce: “Y ella llamó al Malaj que le habló: “Tú eres 'El-Roí” el Poderoso ve, con lo cual quiso decir: “¡He seguido viendo después que él me vio!” y por ello llama al pozo “Lajay Roi”, que la versión Reina-Valera 1960 traduce como: “El Viviente que me ve”. La tradición cristiana ha interpretado este pasaje como una teofanía, es decir una aparición o manifestación de El Eterno. Sin embargo un análisis del diálogo entre el Malaj y Hagar, nos revela la naturaleza exacta del interlocutor de la egipcia. En el pasuk 10, el Malaj habla en primera persona: “Multiplicaré grandemente” y en el pasuk 11, le habla en tercera persona, cuando le indica el nombre que debe ponerle al hijo que va a tener. El malaj no le dice: “He oído”, sino haciendo eco del nombre Ishmael (“El-ohim presta atención), dice: “Elohim ha prestado atención a tu miseria”. Pues, no se trataba del propio Creador, sino de Su enviado, Su Representante. La confusión, si podemos considerarla como tal, fue de Hagar.   podemos deducir que no se trató de un error de parte de Hagar, sino de aquellos que han interpretado el relato como una aparición (teofanía) de Yahweh. Ella estuvo consciente todo el tiempo que El Eterno la veía y que la manifestación de Su Representante era como si en realidad hablara directamente con Él. Con este criterio en mente, analicemos otros pasajes de la Kitbé y notemos la intervención que hace el Representante, en distintos momentos de su participación: 

EL MALAJ DE YAHWEH: 
El Sefer de Shemot (Nombres /”Éxodo) pareciera que nos da un poco de problemas en cuanto a la identificación precisa del Malaj de Yahweh. Leemos en el capítulo 3, el relato de la zarza que se quema y no se consume, y al principio de la lectura, en el pasuk 2, se nos menciona que el Malaj de YAHWEH se le apareció a Moshé (Moisés) en forma de llama de fuego en medio de una zarza sin consumirla. Del pasuk 3 en delante, el Malaj habla como si directamente se tratara de Yahweh. Sin embargo, la explicación más sencilla, es aclarar que el Malaj (mensajero) está entregando el mensaje tal y como El Eterno le ha ordenado. No le agrega, ni le quita. Para aclarar este punto, veamos un poco más adelante en el capítulo 23, lo que El Eterno mismo dice describiendo la función de Su Representante, el Malaj de Yahweh a partir del pasuk 20: “(20) He aquí yo envío mi Malaj delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. (21) Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi NOMBRE está en él. (22) Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. (23) Porque mi Malaj irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir”. El Malaj, según el pasaje citado, da instrucciones precisas que tienen que ser obedecidas. Es decir habla en nombre de El Eterno Yahweh. Puede juzgar y castigar cualquier rebelión, pues está investido de la Autoridad de Yahweh. Eso es lo que implica la expresión: “mi nombre está en él” que hemos subrayado en el texto. Por ello mismo es que el Malaj se puede autonombrar el Malaj de Yahweh, porque se trata del Representante directo de El Eterno en una misión especial de parte del Creador. Nunca, nunca, nunca en la mente de Moshé cuando escribía laToráh (El Pentateuco: los cinco libros) pasó por su mente que sus lectores fueran a interpretar que era Yahweh mismo quien descendió y tomo forma de criatura (un malaj = mensajero) para presentarse ante un simple mortal y comunicarle Sus Instrucciones. Esto contradiría el principio asentado, según vimos, en Shemot 33:20 y ratificado por Yahshúa en Yohanan 1:18, mediante el cual se establece que nadie puede ver Al Eterno y seguir con vida. En Shoftim (Jueces) 13, encontramos el caso de Manoaj, mencionado brevemente en un párrafo anterior. Y en el relato, vemos varias veces al Malaj (mensajero) intercambiando sus propias palabras con las de El Eterno en su calidad de Representante de Yahweh. Veamos: En el pasuk 6: La mujer le anuncia a Manoaj, su esposo, que un varón de Elohe le ha dado un mensaje. Ella nunca pensó, en su primera descripción, que aquel mensajero fuera El Eterno en Sí, sin embargo, sí le causó una fuerte impresión su aspecto. Por lo cual no preguntó su nombre. ¿Quién no sufriría un fuerte impacto emocional si tuviera la aparición de un malaj? En los pasukim 8 y 9: Manoaj le pide Al Eterno que envíe nuevamente al varón que le apareció a su esposa y El Eterno le envía nuevamente a Su Malaj en calidad de Representante. Más adelante, en el pasuk 16: Luego de repetir la información a Manoaj, y ante la insistencia de éste por ofrecerle su hospitalidad, el Malaj le aclara que no puede quedarse a compartir su comida, pero que Manoaj puede ofrecer un sacrificio olá a Yahweh. Lo interesante del diálogo, es que el Malaj no dice “Puedes ofrecerme un sacrificio”, sino: “si quieres ofrecer sacrificio, ofrécelo a Yahweh”. El malaj cambió de persona gramatical para contestar a Manoaj sobre su ofrecimiento. Ya en el pasuk 18: Se nos da a entender que el nombre del Malaj, en ese preciso momento, según lo vemos por la cita de Shemot 23:21. No es otro que el de Yahweh. Pues en ese momento, el malaj no actúa de su propia cuenta, sino como Representante de Yahweh, por ello en esta misión que el malaj lleva a cabo su nombre es el nombre de Yahweh. Pasukim 20 a 23: Ante la aparición del Malaj de Yahweh, Manoaj asume que debe morir, pues según él cree ha visto el propio rostro de Yahweh y por ser israelita, conoce la sentencia de la Toráh que se encuentra en Shemot 33:20. Al final Manoaj y su esposa no mueren, pues no han visto directamente al Eterno sino a Su Representante, el Malaj de Yahweh. 

YAACOB EN PENIEL: 
Un caso sumamente interesante es el de Yaacob, que según leemos en las Kitbé (Bereshit /En el Principio/ “Génesis” 32) peleó contra un hombre y lo venció. Muchos deducen que se trataba del propio Yahweh, debido a las palabras de Yaacob: “Ya'akov llamó al lugar Peni- El [Rostro de El-ohim], "porque he visto a Elohe cara a cara, aun mi vida fue perdonada” (pasuk 30) Sin embargo, en el pasaje citado aparecen una serie de contradicciones que lejos de esclarecer el texto, dificultan su explicación. La misma Kitbé en el Sefer de Hoshea (Oseas) 12:2-4 aclara que Yaacob no peleó contra Elohe, sino contra un Malaj (mensajero). Este pasaje no se refiere al Malaj como el Malaj de Yahweh, sino simplemente dice un Malaj (pasuk 4). Entonces, ¿con qué Malaj peleó Yaacob, si él mismo no quiso identificarse cuando se le preguntó por su nombre?  La Toráh, dice que la riña duró toda la noche. Y al amanecer, aquel varón deseaba con todas sus fuerzas alejarse de ese lugar. Nuestros sabios deducen de las palabras de éste Malaj: "En adelante ya no te llamarás Yaacob, sino Israel, o sea Fuerza de El, porque has luchado con Elohe y con los hombres y has salido vencedor” (pasuk 29) que Yaacob estaba luchando con el Esav que tenía dentro de sí. Recordemos que su nombre original implicaba que él era un suplantador, había tomado la berajot/bendición de su padre Yitzjak en lugar de Esav y ahora era un hombre rico gracias a haber tomado lo que no le correspondía por derecho de primogenitura. ¿Sería acaso que las posesiones materiales lo habían finalmente convertido en su hermano Esav? ¿Podría mirar a los shemayim y decir con toda seguridad que no le importaban sus bienes y toda su riqueza? La Torá dice que ellos lucharon; Finalmente, la lucha termina y luego de la berajot/bendición del Malaj, Yaacov le pregunta por su nombre, a lo que el Malaj contesta: “¿Por qué me preguntas mi nombre? (pasuk 30) no responde a la pregunta con una respuesta concreta, sino con otra pregunta. Aunque en la Toráh nunca se menciona que aquel Malaj sea el propio Yahweh, Yaacob determina nombrar aquel lugar como: Peni-El (Rostro de El-ohim) por el profundo autoanálisis de Yaacov y la lucha interna que lo llevó a estar "cara a cara" con Elohe. La verdadera Teshuvá (arrepentimiento), que resulta de una introspección profunda lleva a toda persona a un encuentro personal con Elohe Yahweh. así como está escrito: Retorna, Israel, a Yahweh tu Elohe" El encuentro con el Malaj y su lucha con él, motivo en Yaacob un cambio de actitud. De ahora en adelante no sería ya más un Suplantador (Yaacob), sino uno por quien “Elohe lucha” (Isra-El). Visto lo anterior, podemos concluir que cada vez que encontremos la expresión “El Malaj de Yahweh”, no se refiere precisamente Al Eterno que toma forma de siervo. Sino a un mensajero investido con toda la Autoridad en representación del Todopoderoso y que lleva sobre sí el Nombre de El Creador. 

HOMBRES COMO REPRESENTANTES DEYAHWEH
Hemos visto brevemente cómo en algunas ocasiones, los malajím (mensajeros) celestiales toman la Autoridad y el Nombre Sagrado de Yahweh, para llevar a cabo una misión de parte del Todopoderoso. Sin embargo, analizando en otros pasajes de las Kitbé HaKodesh, tal responsabilidad no ha sido única y exclusivamente dada sólo a malajím, sino también a seres humanos y por ello, analizaremos algunos casos para demostrar nuestra afirmación: 

EL CASO DE MOSHÉ: 
Desde la perspectiva de la Toráh, Moshé fue el primer ser humano en ser designado como Representante de Yahweh para cumplir una función específica: Liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Mitzrayim (Egipto). Cuando mantiene el dialogo con el Malaj de Yahweh que se le apareció en la zarza que se quemaba sin consumirse, El Eterno le ordenó a Moshé: “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Paró (Faraón), para que saques de Mitzrayim (Egipto) a mi pueblo, los Benei (hijos de) Israel.” Shemot 3:10 Una parte interesante que se desprende de la conversación con el malaj del Eterno, es que directamente le dice a Moshé, que él (Moshé) vendrá a constituirse en Elohim y que Aharón, su aji mayor, será su portavoz, su nabi/profeta: “Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Elohim.” Shemot 4:16 “Pero YHWH dijo a Moshé: "Yo te he puesto en el lugar de Elohim para Paró (Faraón), y Aharon tu aji será tu Nabí (profeta)”. Shemot 7:1 En su calidad de Representante de Yahweh no fue elegido por El Eterno debido a sus dotes de liderazgo o por querer subyugar a otros, sino porque como individuo estaba predispuesto a sacrificarse por los demás. A pesar de haber sido criado como un príncipe egipcio, era el hombre más humilde que se podía encontrar en aquellos tiempos: "Moshé era un hombre muy manso, más manso que todos los hombres que había sobre la faz de la tierra." (Bamidbar / Números 12:3) De ninguna manera estamos argumentando que Moshé se haya constituido en un dios, como se traduce en las versiones al español. Fue Elohim, sí, pero desde la perspectiva hebrea. Es decir, se convirtió en un Juez, un representante con Autoridad y Poder para ejecutar juicios contra Mitzrayim (Egipto). Adicionalmente, de todos los Representantes humanos que ha tenido Yahweh, sin contar por supuesto al Mashíaj, al único con el que El Eterno habló cara a cara, luego de aquel nombramiento, fue a Moshé: "Nunca en Israel se levantó otro Nabí (profeta) como Moshé, a quien el Eterno conociera cara a cara." (Devarim / Palabras/ “Deuteronomio” 34:10) En ningún momento, nuestros jajamín (sabios) han interpretado que estas palabras impliquen que Moshé se haya convertido en Elohim mismo. Sino que lo Representaba y que estaba investido de la Autoridad de Yahweh en aquel preciso momento histórico que le tocó vivir. 

NEVIIM (PROFETAS): 
Luego de Moshé cuando Yahweh ha deseado que un ser humano sea Su representante para alguna misión especial,. El representante no ha sido cualquier individuo. Ha tenido que llenar ciertos requisitos para que le sea conferido el Honor Supremo de ser el Representante del Todopoderoso. Mencionaremos los siguientes a manera de ilustración: 
1.- Casi siempre ha sido escogido para su misión desde niño, a veces antes de nacer. 
2.- Ha pertenecido en todos los casos al pueblo de Israel. Descendiente de los patriarcas: Avraham, Yitzjak y Yaacob. 
3.- Ha debido ser obediente de todos los mandamientos de la Toráh. Un Tzadik (justo) desde la perspectiva hebrea es una persona que rige su vida moral y religiosa por los 613 mandamientos contenidos en la Toráh. Su vida tiene que estar destinada por encima de todas las cosas a cumplir la Voluntad de El Eterno. 
4.- El apego a la Toráh, hará de esa persona una criatura Kadosh (apartada del mal, santa). Aun cuando esto implique arriesgar o perder la vida en tal empresa. En este sentido los que se han constituido como máximos Representantes de Yahweh, según las Kitbé han sido los Neviim (profetas). Un Naví (profeta) es un tzadik (justo) que vive una vida kadosh (santa) delante de El Eterno y que desciende directamente de uno de los doce hijos de Yaacob. Cuando encontramos expresiones como: “Vino a mi palabra de YHWH…” (YirmeYah /Jeremías 1:4), “Vino palabra de YHWH al…” (Yejezkel /Ezequiel 1:3); “Palabra de YHWH que fue dirigida a…” (Hoshéa /Oseas 1:1). Nos encontramos en presencia de un nombramiento a una persona específica para Representar a Yahweh. En ese sentido, todos los Neviim (profetas) incluso aquellos que no escribieron un SEFER de las Kitbé o que incluso no son mencionados por nombre, han sido Representantes de Yahweh en la tierra. Principalmente para llevar un mensaje para un momento específico a los Benei (hijos de) Israel. Un ejemplo designando a un Naví (profeta) como Representante de Yahweh, lo encontramos en las palabras dichas a YirmeYah (Jeremías): “Entonces alargó YHWH su mano y tocó mi boca. Y me dijo YHWH: Mira que he puesto mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para perder y derrocar, para reconstruir y plantar”. (YirmeYah /Jeremías1:9-10). En tiempos posteriores, muchas luminarias de la Toráh nos han dejado sus enseñanzas en torno a este complejo tema, sin necesariamente implicar con ello que a quienes se menciona sean una encarnación o materialización de Yahweh. Veamos algunos comentarios: “Elohe está en su Santo Santuario”. A estas personas, a quienes por su rectitud, su santidad y su apego a las normas del Creador, se les puede considerar Benei Elohe (Hijos de Elohe). No en el sentido literal, sino en un sentido digamos espiritual o figurado. Son personas que llevan luz en sí mismas y que por su estado de Kedushá (santidad) están mucho más cerca de Elohe que todos los demás. 

EL MASHÍAJ: 
Antes de dejar este mundo, Moshé hizo un ofrecimiento concreto: “Profeta de en medio de ti, de tus ajim, como yo, te levantará YHWH tu Elohe; a él oiréis;” (Devarim /Palabras /”Deuteronomio 18:15) Según la comprensión el ofrecimiento concreto se refiere al Mashíaj. Las palabras “como yo” colocadas en el texto, implican necesariamente que se trata de un ser humano, 100 % de carne y hueso. Sin embargo, por su dedicación a la Toráh, a cumplir mitzvot (mandamientos), su grado de kedushá (Santidad) y por ser considerado el Tzadik (justo) más grande que haya existido, se le considera aun más importante que Avraham y que Moshé, e incluso más sublime que los malajím del shemayim: "Será más grande que Avraham, más alto que Moshé, y más excelso que los malajim supremos" (YeshaYah/Isaías 52:13). En las palabras dejadas en la Toráh, también se nos aclara lo siguiente: “Un Naví (Profeta) les levantaré de en medio de sus ajim, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.” Devarim/ Palabras /”Deuteronomio 18:18-19) Hemos subrayado las expresiones: “como tú” y “en mi nombre” para dejar en claro dos cosas: 
1.- Las palabras “como tú” se pueden intercambiar por la expresión: “igual que tú”. Igual en todo sentido. Un yehudí (judío), descendiente directo de Avraham, Yiztjak e Yaacob, que tendrá las mismas cualidades que Moshé y que hablará en nombre de El Eterno, para hacer volver al buen camino a aquellos que se hayan apartado de él. 
2.- La expresión “en mi nombre”, del modo como lo hemos dicho a lo largo de este estudio, implica “en Representación de”. Esa persona, que considero se trata del Mashíaj, estará investido de toda la Autoridad del Todopoderoso y como sucedió en el caso de los malajím, hablará en nombre del Eterno, sin tratarse de una encarnación del Creador. YAHSHÚA 100% SER HUMANO: Para muchos es un tanto difícil romper con la interpretación greco-romana que impregnan las traducciones de los Escritos del Brit Hadashá /Pacto Renovado /”Nuevo” Testamento. En ellos, leyéndolos con lentes helenísticos, encontramos a un Hijo de Elohe, literal. RECUERDEN LO QUE DIJO YAHSHUA;  se desposjo a si mismo y se hizo HOMBRE y No un Ben (hijo de) Elohe como los que aparecen en el TaNaK /”mal llamado Antiguo Testamento”. Yahshúa siendo yehudí, cuando le formulan la pregunta relativa a mostrar al Abba/Padre, contesta en concordancia con el pensamiento ivri/hebreo: “Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Abba; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto." Le dice Felipe: "Adon, muéstranos al Abba y nos basta." Le dice Yahshúa: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Abba. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Abba"? ¿No crees que yo estoy en el Abba y el Abba está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Abba que permanece en mí es el que realiza las obras”. Yohanan /Juan 14:7-10 
 Un Tzadik (Justo) es la imagen del Eterno en la tierra. Yahshúa aclara que lo que él dijo, lo hizo porque era un instrumento del Abba y repetía únicamente lo que el Abba le decía. Igualmente lo que él hacía, no lo hacía por su propia cuenta sino porque el Abba actuaba directamente en él (Yohanan /Juan 14:10). De la misma manera en que actuó en el pasado sobre todos sus Representantes, fueran angélicos o terrenales, malajím o neviím. Muchas veces, desconociendo los hebraísmos que existen en las Kitbé del Brit Hadashá / Pacto Renovado/ “mal llamado Nuevo Testamento”, malinterpretamos muchos pasajes que, vistos con ojos ivrim/hebreos, no son para nada polémicos. Todo lo contrario, son fáciles de entender y no se contradice para nada el pensamiento hebreo detrás del TaNaK /”mal llamado Antiguo Testamento”, veamos dos ejemplos ilustrativos: 
Luego de la muerte física de Yahshúa, los talmidim/discípulos se mantuvieron la mayoría de las veces unidos. Al resucitar de entre los muertos, Yahshúa se les apareció en diferentes ocasiones con la intención de que creyeran aquello que la TaNaK hablaba acerca del Mashíaj, que primero debía sufrir y morir y luego volver a la vida. Silas (mal llamado Lucas 24:25-27. En una de esas apariciones, Toma (Tomás) uno de sus talmidim/discípulos no se encontraba con ellos, y una semana después cuando finalmente estuvo presente, al poder contemplar con sus ojos al rabino resucitado, exclamó: “Toma le respondió: ¡Mi Adón y mi Elohim!" Yohanan/ Juan 20:28 ¿Qué quiso decir Toma con estas palabras? ¿Acaso insinuó que Yahshúa era el mismo Yahweh encarnado? Por supuesto que no. En concordancia con la hebraicidad de los interlocutores, se debió haber vertido la exclamación del talmid (discípulo) de la siguiente manera: “Respondió Tomah: ¡Mi Adón y mi Elohim (Juez mío)!”, pues el mismo rabino estaba por censurarlo severamente debido a la incredulidad que había manifestado. Yahshúa, al cumplir la Voluntad del Eterno, por decirlo de algún modo se manifestó como EL REPRESENTANTE, EL VOCERO de Elohe en carne. No que él fuera Elohe, sino que su forma de vida estaba de acuerdo al deseo de Yahweh para los seres humanos. Por ello, en su ser se manifestaría la Shejina de Yahweh, como ha sido interpretado por muchos jajamín del pueblo de Yisrael: “Si alguien se santifica a sí mismo correctamente con el cumplimiento de todas las Mitzvots … Entonces él en sí mismo es un Beit HaMikdash (Templo) completo… y en su propio Mikdash recibe la Shejiná de Yahweh... porque la verdad es que los Tzadikim a través de las acciones que hacen, y son favorables, que son bien recibidas por El Kadosh/Santo, Barut/Bendito Es, ellos se constituyen verdaderamente en el Mikdash de Yahweh mismo". Este último pasaje que he presentado lo podemos comparar con las palabras del propio Yahshúa cuando dice: “¿Tú no crees que yo estoy unido con el Abba, y el Abba unido conmigo? Lo que les estoy diciendo, no lo digo de mi propia iniciativa, sino el Abba que vive en mí está haciendo sus propias obras.” (Yohanan 14:10) Inmediatamente notamos cierto paralelismo. Vemos a un Tzadik (justo) que debido al cumplimiento de Mitzvots (mandamientos: La Toráh), se vuelve a sí mismo un Beit HaMikdash (Templo) en el que la Shejiná de Yahweh viene a residir. Y de ahí que la expresión “sino el Abba que vive en mí” no pueda tener otro significado que el que hemos presentado. Visto de ese modo, cuando nos encontramos con los siguientes pasajes del Brit Hadashá /Pacto Renovado /”mal llamado Nuevo Testamento” entendemos con claridad lo que Yahshúa dijo, y la manera en que fueron recibidas sus palabras por sus Talmidim /discípulos, todos ellos, sin excepción alguna, yisraelitas hebreos: “Yo y el Abba somos Uno” Yohanan /Juan 10:30. “…para que todos puedan ser uno, así como Tú, Abba, estás unido a mí y Yo contigo, oro que ellos puedan estar unidos con nosotros, para que el mundo pueda creer que Tú me enviaste. La gloria que Tú me has dado, Yo he dado a ellos; para que ellos sean uno, como nosotros somos uno”. Yohanan/ Juan 17:21-22. Ambos pasajes se entenderían con claridad si en vez de utilizar la palabra “uno” con que se suele traducir, se comprendiera el concepto hebreo que se encuentra en la palabra Ejad, que implica UNIDAD, y del cual se desprende la falsa doctrina que dice que YAHshúa es Elohe (unicismo). Hemos presentado los argumentos y en resumen podemos declarar: Yahshúa es el Mashíaj de Israel y como tal: es, ha sido y será el máximo Representante de Yahweh en la tierra. Más grande que Avraham, más grande que Moshé y aun más grande que cualquier malajím de los shemayim. Como Representante, no debemos confundirlo con Yahweh, hemos visto las razones, es distinto de Yahweh. Sin embargo, como ser humano es único, pues nadie ha llegado a su nivel de Kedushá (santidad). Al final de los tiempos, él mismo, se sujetará al Eterno (Qorintiyim Alef/1 Cor. 15:28) cuando la ciudad de Yahrusalaim que viene del shemayim (Hitgalut/Revelación 21) se pose sobre el monte Santo y el Eterno en toda Su Gloria y Magnificencia more entre los tzadikim (justos). 
NOTA ACLARATORIA
TaNaK: Toráh, Neviim y Ketuvim, las tres partes en que están divididos los Escritos Sagrados según el pensamiento ivri/hebreo. El término “Antiguo Testamento” fue acuñado mucho tiempo después y es impropio, pues según el mismo Yahshúa no ha sido anulado Sefer de MattiYah. 5:17.  
Las formas “Jehová” Yawah y “Yahvé”, son intentos de darle alguna pronunciación a las letras que en caracteres latinos se transfieren como: YHWH pero que estan igualmente errados.

shalom a sus vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todah rabah por su comentario.