7/11/18

Miriam, humilde y sencilla y sin protagonismo

Yom 30 del 8 Jodesh
Yom de preparación
HALAJA Y REFLEXION
Moreh: Yehmael Zeev:
Mi amada mishpaja, shalom y ahavah a todos vosotros:
Hoy, amados mios, que junto a las pruebas nos sentimos muchas veces golpeados quiero traeros esta reflexion a cada uno de ustedes.
¿Cuántas veces en medio de duras pruebas o dificultades nos hemos preguntado: «¿Está Yahweh Elohe entre nosotros o no?» (Shemot 17,7)? ¿Cuántas veces hemos querido o quisiéramos que El Eterno nos hable, cuando por ejemplo buscamos una luz para orientar nuestra jayim/vida, para tomar una decisión importante? Y si nada “escuchamos”, pensamos que Yahweh no nos habla.
¿Pero es verdad que El no nos habla? ¿O somos nosotros quienes “teniendo oídos no oímos”, “teniendo ojos no vemos”, porque nuestro lev/corazón está embotado y endurecido? (MattiYah 13,14-15). ¡Cuántas veces Elohe arroja su semilla en nuestros levim/corazones, encontrando sólo una tierra endurecida y estéril! ¡Cuántas veces nos pasa lo que dice aquel aforismo: “no hay peor sordo que el que no quiere oír”

Amados mios, tengan siempre presente esto:
! Yahweh Elohe habla, y habla fuerte en su Hijo Yahshua Ha Mashiaj, pero no pocas veces le cerramos los oídos porque lo que nos dice no siempre es lo que nosotros quisiéramos escuchar. Sí, la Davar/Palabra de Yahweh incomoda mucho porque exige cambios radicales, porque nos desinstala diariamente, porque sacude nuestra mediocridad, porque en momentos críticos exige opciones radicales y renuncias que no siempre estamos dispuestos a realizar, porque exige abrazarnos al madero cuando quisiéramos que nos libre del sufrimiento, porque quisiéramos ganar la gloria eterna pero sin asumir el combate, sin seguir al Mashiaj hasta el madero, o sin pagar el precio de nuestra decision.
Sí, amados mios, en su Hijo Yahshua, el Eterno Abba ha hablado a la humanidad entera con fuerte clamor y nos sigue hablando también hoy, habla a quien está dispuesto a escuchar. Sus palabras son esas semillas que El nos pide acoger dócilmente en nuestros levim/corazones: «Este es mi Hijo amado, escuchadle» (Mardokhay 9,7). Por ello, ante esta “sordera” que de una u otra forma a todos nos afecta, querámoslo admitir o no, conviene preguntarnos con toda humildad y honestidad:
¿Cómo acojo yo a Mashiaj, Torah viviente y Davar/Palabra viva enviada por el Abba/Padre para mi salvación y reconciliación? ¿Cómo acojo yo sus palabras y halajas/enseñanzas?
¿Hago todo lo posible por hacer fructificar las enseñanzas de Mashiaj en mi jayim/vida mediante obras concretas, asumiendo los cambios necesarios en mi comportamiento, perseverando en ellos? ¿O ahogo acaso el dinamismo de su Davar/Palabra en mi lev/corazón (Ivrim/Heb 4,12), cerrándome con autosuficiencia a lo que me enseña, siendo inconstante cuando el camino se torna difícil, dejándome arrastrar por poder seductor del poder, del placer o del tener?
Mis amados ¿es que no acabamos de aprender de una vez por todas?
En el empeño por acoger en nuestras jayimim/vidas a Yahshua y su palabra, Tenemos un buen ejemplo que muchos cristianos, mesianicos han olvidado por completo, porque nunca hablan de ella, como si ella no existiera y como si su ejemplo de jayim/vida no significará nada para nosotros y esto, amados mios es un grave error, porque como nos dice la Kitbé, hay que "dar honra a quien merece honra" y mucho se habla de los siervos y siervas del pasado y del cual aprendemos, pero de ella JAMAS SE HABLA y hoy quiero Honrar y recordarla para que no se nos olvide quien era y como su ejemplo nos puede ayudar y nos eduque para llegar a tener un lev/corazón como el suyo: un corazón plenamente abierto a la Davar/Palabra divina, siempre dispuesto a escuchar y a hacer lo que Yahweh Elohe me pida (ver Silvano (mal conocido como lucas)1,38; Yonahan 2,5; YirmeYah/Jer 15,16); un lev/corazón constante y perseverante, para que nunca me eche atrás ante las dificultades o fatigas que experimentaré en el seguimiento del Mashiaj(ver Yonahan 19,25); un lev/corazón indiviso, para que nunca permita que los afanes de este mundo sofoquen mi ahavah/amor a Yahshua (ver Silvano 16,13); un corazón fértil, para que alentado y fortalecido por la gracia pueda po

ner por obra la palabra escuchada (ver Silvano 11,28; Yacobo 1,22).
Me estoy refiriendo a Miriam, la madre de nuestro Adon Yahshua, que fue elegida entre todas para llevar en su vientre la semilla de nuestra salvacion.
Un ejemplo que al igual que las demas mujeres de la Escritura, ha servido para muchos, o por lo menos para mi, para entender LOS SERETOS SAGRADOS de la OBEDIENCIA PLENA Y SIN CUESTIONAMIENTOS.
De todo y de TODOS se aprende si tenemos humildad para dejarnos enseñar.
Tambien , como no, del ejemplo perfecto que es Mashiaj para nosotros y de sus halajas porque en ello esta la Luz que iluminará nuestro caminar.
¿Os acordais de este registro sobre Yahshua?
El se encuentra en Cafarnaúm, ciudad ubicada en la orilla noroccidental del Mar de Galilea, también llamado Mar o Lago de Tiberíades o Lago de Genesaret. Cafarnaúm era, podríamos decir, la base de operaciones del Mashiaj. En ella realizó muchos de los milagros narrados en los ESCRITOS DEL BERIT KHDHASA, y desde ella partía a otras ciudades para anunciar la Buena Nueva (Mt 9,35). MattiYah la designa como “su ciudad ” (Mtt 9,1). También Kefas vivía en Cafarnaúm. En su casa acogió a Yahshua muchas veces (Mt 8,14). Asimismo vivía allí MattiYah ( Mt 9,10), que se desempeñaba como cobrador de impuestos ( Mt 9,9).
Un día Yahshua “salió de casa” y se dirigió a las orillas del lago. Refiere el escritor que lo seguía tanta gente, que al llegar a la orilla del lago subió a una barca y se alejó un poco para poder desde allí predicar a todos sin ser impedido por la muchedumbre. Este modo de predicar ya lo había utilizado en otras ocasiones (Silvano 5,3).
Desde la barca se puso a hablarles “mucho rato” en parábolas.
Se trata de una comparación desarrollada al modo de una narración ficticia, tomada de lo que suele suceder  en la vida o sociedad humana, por medio de la cual Yahshua propone verdades de orden sobrenatural. Hay por tanto en toda parábola una imagen y una halajá/enseñanza espiritual fundada en alguna semejanza que se encuentra entre una y otra.
La primera parábola de aquel día fue la del sembrador. Era una imagen muy familiar en aquella región de Galilea, tierra accidentada y llena de colinas, en la que pequeñas extensiones de terreno se destinaban a la siembra. Yahshua describe lo que cualquier observador atento podía ver en el proceso de la siembra, desde que el sembrador salía a sembrar hasta el momento de la cosecha. No todas las semillas llegan a dar fruto, sino sólo las que caen en tierra buena. Las que caen en suelo apisonado, son arrebatadas por los pájaros; las que caen en tierra poco profunda y pedregosa, apenas brotan se marchitan por el calor; otras que caen entre espinos logran crecer más, pero finalmente son ahogadas por éstos.
Una vez pronunciada la parábola del sembrador Yahshua añadía: “¡El que tenga oídos, que oiga!” Con esta expresión invitaba a sus oyentes a abrirse al sentido profundo de la parábola, a ser como aquella tierra fértil que acoge a Mashiaj y su palabra.
Luego de esta primera parábola el escritor inserta la respuesta de Yahshua a los talmidim, quienes le preguntan: “¿Por qué les hablas en parábolas?” (Mardokhay 4,10-12; Silvano 8,9-10) Al iniciarse la enseñanza por medio de parábolas, la respuesta de Yahshua proyecta luz sobre todas.
La respuesta a primera vista es desconcertante: “A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del Maljut/Reino de los Shemayim/Cielos y a ellos no.”
¿Es acaso la enseñanza de Yahshua una doctrina secreta reservada sólo para un grupo de elegidos o iniciados?
¿No tenían las parábolas más bien la finalidad pedagógica de ayudar a entender a los oyentes, de un modo sencillo y didáctico, realidades de orden sobrenatural?
En el Sefer de Mardokhay leemos que las parábolas de Yahshua tenían esta finalidad pedagógica, la intención de hacer asequible los misterios del Maljut/Reino a gente muy sencilla. Por ello “les anunciaba la Davar/Palabra con muchas parábolas… según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas” (Mardokhay 4,33-34).

Amados mios, no hay que ver en los misterios del Maljut/Reino

 una doctrina secreta, reservada únicamente para un puñado de iniciados. Los Shalujim/Apóstoles tendrán la misión de “proclamar desde las azoteas” todo lo que Yahshua Ha Mashiaj les había explicado y enseñado en privado (MttiYah 10,27). Si a los Shalujim/Apóstoles se les concedía conocer y comprender los misterios del Maljut/Reino de los Shemayim/Cielos de una forma privilegiada era para que pudiesen luego proclamar y explicar esos misterios a cuantos estuviesen dispuestos a “oír”.

La doctrina del Maljut/Reino es incomprensible para quien endurece el lev/corazón. Requiere por parte de quien la escucha una actitud de humilde acogida. Lamentablemente muchos carecen de tal disposición interior, cerrándose ellos mismos a la salvación y reconciliación ofrecida por Yahweh por medio de su propio Hijo. Yahshua es esa Davar/Palabra del Abba/Padre que “sale de su boca”, baja a la tierra como la lluvia, la fecunda y hace germinar, para volver al Abba/Padre cargada de frutos de salvación . Tal fecundidad, que se debe a su obediencia al Plan del Abba/Padre, se ve lastimosamente comprometida por la dureza de lev/ corazón del soberbio e incrédulo.
Así como antes muchos endurecieron el lev/corazón desoyendo la halajá/enseñanza de los nabbi/profetas, ahora también muchos endurecían el lev/corazón y rechazaban al mismo Hijo de Yahweh y sus enseñanzas (Mt 21,33-46). Las parábolas, por su lenguaje velado, se constituían en un signo de esa incomprensión. La falta de penetración, sin embargo, no se debía a la parábola misma, sino a la cerrazón de lev/corazón. Las parábolas del Maljut/Reino resultan incomprensibles tan sólo para aquellos que no acogen a Yahshua, para aquellos que se resisten a ver en Él al enviado del Abba y es en esto que han acabado la mayoria de los mesianicos cuando han apostatado y creido en la UNICIDAD. En cambio, son dichosos los Shalujim/Apóstoles y talmidim que “ven” y “oyen” lo que muchos nabii/profetas y justos desearon ver y oír, es decir, al mismo Mashiaj enviado por Yahweh y sus palabras de Vida.
¿Eres tu tambien de un lev/corazon endurecido o de un lev hablandado presto a "oir" la Voz del pastor?
 Shalom a sus jayim
Kajal Yisraelita de Yahshua Silo

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