5/11/18

Parashá de Shemot (Tanaj Yisraelita Restaurada 5994)


“ENCOMIENDA DADA A MOSHE SOBRE SU PUEBLO”
6:28 Cuando Yahweh le habló a Moshé en la tierra de Mitzraim
 6:29 y Yahweh le dijo a Moshé: “Yo soy Yahweh; háblale al Paroh melej de Mitzraim todo lo que yo te diga”,
 6:30 Moshé apeló a Yahweh y dijo: “Mira, yo soy torpe del habla; ¿cómo va el Paroh a hacerme caso?”

7:1 Yahweh le contestó a Moshé: “Mira, yo te pongo en el papel de Poderoso para el Paroh, con tu ají Aharón como tu vocero.
 7:2 Tú hablarás todo lo que yo te ordene, y tu ají Aharón le hablará al Paroh para que deje salir a los Yisraelitas de su país.
 7:3 Pero yo endureceré el corazón del Paroh, para multiplicar mis señales y maravillas en la tierra de Mitzraim.
 7:4 Cuando el Paroh no te haga caso, yo pondré mi mano sobre Mitzraim y libraré a mis ejércitos, a mi pueblo, los Yisraelitas, de la tierra de Mitzraim con grandes juicios.
 7:5 Y los mitsritas sabrán que yo soy Yahweh, cuando tienda mi mano sobre Mitzraim y saque a mi pueblo, los Yisraelitas de entre ellos”.
 7:6 Y Moshé y Aharón lo hicieron así; tal como les ordenó Yahweh lo hicieron.
 7:7 Moshé tenía ochenta años y Aharón ochenta y tres, cuando le presentaron la petición al Paroh.
 7:8 Yahweh les dijo a Moshé y Aharón:
 7:9 “Cuando el Paroh les hable y les diga que presenten su prodigio, tú le dirás a Aharón: ‘Toma tu vara y arrójala delante del Paroh. ’Y se convertirá en una serpiente”.
 7:10 Así Moshé y Aharón se presentaron ante el Paroh e hicieron tal como Yahweh les había mandado: Aharón arrojó su vara en presencia del Paroh y de sus cortesanos, y se convirtió en una serpiente.
 7:11 Entonces el Paroh, por su parte, convocó a los sabios y a los hechiceros; y los magos mitsritas, a su vez, hicieron lo mismo con sus hechizos;
 7:12 cada cual arrojó su vara, y se convirtieron en serpientes. Pero la vara de Aharón se tragó las varas de ellos.
 7:13 No obstante, el corazón del Paroh se endureció y no les hizo caso, como había dicho Yahweh.
 7:14 Y Yahweh le dijo a Moshé: El Paroh es obstinado; se niega a dejar ir al pueblo.
 7:15 Ve al Paroh en la mañana, cuando vaya saliendo del agua, y plántate delante de él a la orilla del río, y lleva contigo la vara que se convirtió en serpiente.
 7:16 Y dile: “Yahweh, el Elohé de los ivrim/Hebreos, me envía a decirte: ‘Deja ir a mi pueblo para que me adoren en el midbah (desierto).’ Pero tu no ha hecho caso hasta ahora.
“EL AGUA SE CONVIERTE EN SANGRE”
 7:17 Así dice Yahweh: Por esto sabrás que yo soy Yahweh. Mira, yo golpeé el agua del Río con la vara que tengo en mi mano, y se volverá sangre;
 7:18 y los peces del río morirán. El río apestará tanto que los mitsritas hallarán imposible beber el agua del río”.
 7:19 Y Yahweh le dijo a Moshé: “Dile a Aharón que tome su vara y sostenga su brazo sobre las aguas de Mitzraim, sus ríos, sus canales, sus lagunas, todos sus cuerpos de agua para que se conviertan en sangre; habrá sangre por toda la tierra de Mitzraim, hasta en las vasijas de madera y de piedra”.
 7:20 Moshé y Aharón hicieron tal como Yahweh les había mandado: levantó la vara y golpeó el agua del río a la vista del Paroh y de sus cortesanos, y toda el agua del río se convirtió en sangre,
 7:21 y los peces del río se murieron. El río apestaba tanto que los mitsritas no podían beber agua del río; y había sangre por toda la tierra de Mitzraim.
 7:22 Pero cuando los magos mitsritas hicieron lo mismo con sus hechizos, el corazón del Paroh se endureció y no les hizo caso tal como había dicho Yahweh.
 7:23 El Paroh se volvió y se fue a su palacio, sin tan siquiera prestar atención a esto.
 7:24 Y todos los mitsritas tuvieron que cavar alrededor del río para buscar agua potable, porque no podían beber el agua del río.
 7:25 Cuando pasaron siete días desde que Yahweh golpeó el río,
 “LA PLAGA DE LAS RANAS”
8:1 Yahweh le dijo a Moshé: “Ve donde el Paroh y dile: ‘Así dice Yahweh: Deja ir a mi pueblo para que me adoren.
 8:2 Si rehúsas dejarlos ir, entonces yo plagaré todo tu país con ranas.
 8:3 El Río se llenará de ranas, y éstas saldrán y se meterán en tu palacio, en tu dormitorio y en tu cama, en las casas de tus cortesanos y de tu gente, y en tus hornos y en tus vasijas de amasar.
 8:4 Las ranas subirán sobre ti y sobre tu gente y sobre todos tus cortesanos.
 8:5 Y Yahweh le dijo a Moshé: “Dile a Aharón que extienda su brazo con la vara sobre los ríos, los canales, y las lagunas, y traiga las ranas sobre la tierra de Mitzraim”.
 8:6 Aharón extendió su brazo sobre las aguas de Mitzraim, y subieron las ranas y cubrieron la tierra de Mitzraim.
 8:7 Pero los magos hicieron lo mismo con sus hechizos, y trajeron ranas sobre la tierra de Mitzraim.
 8:8 Entonces el Paroh convocó a Moshé y a Aharón y les dijo: “Intercedan con Yahweh para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir al pueblo para que sacrifique a Yahweh”.
 8:9 Y Moshé le dijo al Paroh: “Te voy a dar a escoger: ¿Para cuándo debo interceder por usted, y por sus cortesanos, y por su gente, para que sean eliminadas las ranas de usted y de sus casas, y que queden solamente en el río?”
 8:10 “Para mañana”, respondió él. Y Moshé dijo: “Como tu diga; para que sepa que no hay nadie como Yahweh nuestro Elohé;
 8:11 las ranas se retirarán de usted y de sus cortesanos y de su gente; quedarán solamente en el Río”.
 8:12 Entonces Moshé y Aharón salieron de la presencia del Paroh, y Moshé clamó a Yahweh sobre el asunto de las ranas que él había infligido sobre el Paroh.
 8:13 Y Yahweh hizo como pidió Moshé; las ranas murieron en las casas, los patios y los campos.
 8:14 Y las recogieron en montones, hasta que el país quedó apestado.
 8:15 Pero cuando el Paroh vio que había alivio, se puso testarudo y no les hizo caso, como había dicho Yahweh.
“LA PLAGA DE LOS PIOJOS”
 8:16 Entonces Yahweh le dijo a Moshé: “Dile a Aharón que extienda su vara y golpee el polvo de la tierra, y se convertirá en piojos en toda la tierra de Mitzraim”.
 8:17 Y así lo hicieron. Aharón extendió su brazo con la vara y golpeó el polvo de la tierra, y vinieron piojos sobre hombres y bestias; todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos (dio vida del polvo) por toda la tierra de Mitzraim.
 8:18 Los magos quisieron hacer lo mismo con sus hechizos para producir piojos, pero no pudieron (ellos podían imitar pero no crear vida). Las piojos permanecieron sobre hombres y bestias;
 8:19 y los magos le dijeron al Paroh: “¡Este es el dedo de Elohé!” Pero el corazón del Paroh se endureció y no les hizo caso, como había dicho Yahweh.
“LA PLAGA DE LOS INSECTOS”
 8:20 Y Yahweh le dijo a Moshé: “Temprano en la mañana preséntate al Paroh, cuando venga al agua, y dile: ‘Así dice Yahweh Elohe: Deja ir a mi pueblo para que me adoren.
 8:21 Porque si no dejas ir a mi pueblo, soltaré enjambres de insectos contra ti, tus cortesanos y tu gente y tus Casas; las Casas de los mitsritas, y el mismo suelo en el que se paran, se llenarán de enjambres de insectos.
 8:22 Pero en ese día pondré aparte la región de Goshen, donde habita mi pueblo, de modo que no habrá allí ningún enjambre de insectos, para que sepas que yo, Yahweh, estoy en medio de la tierra protegiendo a mi pueblo.
 8:23 Y haré distinción entre mi pueblo y tu pueblo. Mañana ocurrirá esta señal.
 8:24 Y así lo hizo Yahweh. Espesos enjambres de insectos invadieron el palacio del Paroh y las Casas de sus cortesanos; por todo el país de Mitzraim la tierra quedó arruinada por causa de los enjambres de insectos.
 8:25 Entonces el Paroh convocó a Moshé y Aharón y les dijo: “Vayan y sacrifiquen a su Elohé dentro del país”.
 8:26 Pero Moshé respondió: “No estaría bien hacer eso, porque lo que nosotros le sacrificamos a Yahweh nuestro Elohé es aborrecible para los mitsritas. Si sacrificamos lo que es aborrecible para los mitsritas a su propia vista, ¿no nos apedrearían?
 8:27 Así que debemos ir a una distancia de tres días por el midbah y sacrificarle a YAHWEH nuestro Elohé como él nos ordene”.
 8:28 El Paroh dijo: “Los dejaré ir a sacrificarle a Yahweh su Elohé en el midbah; pero no vayan muy lejos. Intercedan entonces por mí”.
 8:29 Y Moshé dijo: “Cuando salga de su presencia, intercederé ante Yahweh para que los enjambres de insectos se aparten mañana del Paroh y de sus cortesanos y de su gente; pero no actúe otra vez el Paroh con engaño, negándose a dejar ir al pueblo para sacrificarle a Yahweh”.
 8:30 Así que Moshé salió de delante del Paroh e intercedió ante Yahweh.
 8:31 Y Yahweh hizo como le pidió Moshé: Quitó los enjambres de insectos del Paroh, de sus cortesanos, y de su gente; no quedó ni uno.
 8:32 Pero el Paroh se puso obstinado también esta vez, y no dejó ir al pueblo.
 “LA PLAGA DE LA ENFERMEDAD A LOS ANIMALES”
9:1 Yahweh le dijo a Moshé: Ve al Paroh y dile: “Así dice Yahweh, el Elohé de los ivrim/Hebreos: Deja ir a mi pueblo para que me adore.
 9:2 Porque si rehúsas dejarlos ir, y continúas reteniéndolos,
 9:3 Entonces Yo, Yahweh,  golpearé tu crianza de animales en los campos, los caballos, los asnos, los camellos, el ganado, y las ovejas, con una plaga gravísima.
 9:4. Pero haré una distinción entre los animales de Yisrael y los animales de los mitsritas, de manera que no morirá nada de lo que le pertenece a los Yisraelitas
 9:5 Yo Yahweh he fijado el tiempo: mañana haré esto en la tierra”.
 9:6 Y Yahweh lo hizo así al día siguiente: todos los animales de crianza de los mitsritas murieron, pero de los animales de los Yisraelitas ni una bestia murió.
 9:7 Cuando el Paroh (Faraón) indagó, encontró que ni una sola cabeza de ganado de los Yisraelitas había muerto; sin embargo el Paroh siguió obstinado, y no dejó ir al pueblo.
“INFLAMACIÓN DE LAS AMPOLLAS”
 9:8 Entonces Yahweh les dijo a Moshé y Aharón: “Cada uno de ustedes tome un puñado de hollín del horno, y que Moshé lo lance hacia el shamaim a la vista del Paroh.
 9:9 Se convertirá en un fino polvo por sobre toda la tierra de Mitzraim, y causará una inflamación que reventará en ampollas sobre hombres y bestias por toda la tierra de Mitzraim”.
 9:10 Así que ellos tomaron el hollín y comparecieron ante el Paroh; Moshé lo lanzó hacia el shamaim, y causó una inflamación que reventó en ampollas sobre hombres y bestias.
 9:11 Los magos fueron incapaces de confrontar a Moshé a causa de la inflamación, porque la inflamación afectó a los magos tanto como a todos los demás mitsritas.
 9:12 Pero Yahweh endureció el corazón del Paroh, y no les hizo caso, tal como Yahweh le había dicho a Moshé.
“LA PLAGA DE GRANIZOS GRANDES”
 9:13 Yahweh le dijo a Moshé: “Temprano en la mañana preséntate ante el Paroh y dile: Así dice YAHWEH, el Elohé de los ivrim/Hebreos: Deja ir a mi pueblo para que me adore.
 9:14 Porque esta vez enviaré todas mis plagas sobre tu persona, y tus cortesanos, y tu gente, para que sepas que no hay nadie como yo en todo el mundo.
 9:15 Yo pude haber extendido mi mano y haberte golpeado a ti y a tu gente con una plaga, y ustedes habrían sido erradicados de la tierra.
 9:16 Sin embargo te he dejado con vida para este propósito: para mostrarte mi poder, y para que se proclame mi nombre por toda la tierra.
 9:17 Sin embargo tú continúas estorbando a mi pueblo, y no los dejas ir.
 9:18 Para esta hora mañana haré llover un granizo grande, como no lo ha habido en Mitzraim desde el día en que se fundó hasta ahora.
 9:19 Por lo tanto, ordena que pongan en refugios a tu crianza de animales y todo lo que tengas a campo raso; todo hombre y bestia que se encuentre afuera, sin que haya entrado a un refugio, perecerá cuando caiga sobre ellos el granizo.
 9:20 Aquéllos entre los cortesanos del Paroh que respetaban la davar de Yahweh que había venido por medio de Moshé,  pusieron a sus esclavos y sus crianzas en refugios seguros;
 9:21 pero los que no prestaron atención a la davar de Yahweh por medio de Moshé,  dejaron sus esclavos y sus crianzas de animales a campo raso.
 9:22 Yahweh le dijo a Moshé: “Extiende tu brazo hacia el shamaim para que caiga granizo sobre toda la tierra de Mitzraim, sobre hombre y bestia y sobre toda hierba de los campos en la tierra de Mitzraim”.
 9:23 Así que Moshé sostuvo su vara hacia el shamaim, y Yahweh envió truenos y granizo, y descargas de fuego al suelo (relámpagos), mientras Yahweh hacía llover granizo grande sobre la tierra de Mitzraim.
 9:24 El granizo era bien pesado, mezclado con fuertes destellos de fuego (relámpagos) en medio del granizo, tal como no había caído sobre la tierra de Mitzraim desde que se había hecho nación.
 9:25 Por toda la tierra de Mitzraim el granizo derribó todo lo que había a campo raso, tanto a hombres como a bestias; el granizo derribó también todas las hierbas del campo y quebró todos los árboles del campo.
 9:26 Solamente en la región de Goshen, donde estaban los Yisraelitas, no hubo granizo.
 9:27 Enseguida el Paroh mandó buscar a Moshé y Aharón y les dijo: “Yo he pecado esta vez. Yahweh es el Justo, y mi pueblo y yo somos perversos.
 9:28 Intercede con Yahweh para que terminen los truenos terribles y el granizo. Los dejaré ir; no tienen que quedarse por más tiempo”.
 9:29 Moshé le dijo: “Cuando vaya saliendo de la ciudad, extenderé mis manos a Yahweh; los truenos cesarán y no caerá más granizo, para que sepas que la tierra es de Yahweh.
 9:30 Pero yo sé que tu y sus cortesanos todavía no respetan a Elohé YAHWEH”. –
 9:31 Ahora, el lino y la cebada estaban arruinados, porque la cebada estaba en la espiga y el lino estaba en brote;
 9:32 pero el trigo y el centeno no fueron afectados, porque maduran tarde.
 9:33 Dejando al Paroh, Moshé salió de la ciudad y extendió las manos hacia Yahweh Elohe y los truenos y el granizo cesaron, y no se derramó más lluvia sobre la tierra.
 9:34 Pero cuando el Paroh vio que habían cesado la lluvia y el granizo y los truenos, se puso obstinado y volvió a pecar, como también sus cortesanos.
 9:35 De manera que el corazón del Paroh se endureció y no dejó ir a los Yisraelitas, tal como había predicho Yahweh a través de Moshé.
 “LA PLAGA DE LAS LANGOSTAS”
10:1 Entonces Yahweh le dijo Moshé: “Ve donde el Paroh. Porque yo he endurecido su corazón y los corazones de sus cortesanos, para poder desplegar estas señales mías entre ellos,
 10:2 y que ustedes les cuenten a sus hijos y a los hijos de sus hijos cómo me burle de los mitsritas y cómo desplegué mis señales entre ellos para que ustedes sepan que yo soy YAHWEH”.
 10:3 Así que Moshé y Aharón fueron donde el Paroh y le dijeron: “Así dice YAHWEH, el Elohé de los ivrim/Hebreos, ‘¿Por cuánto tiempo rehusarás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que me adoren.
 10:4 Porque si rehúsas dejar ir a mi pueblo, mañana traeré langostas sobre tu territorio.
 10:5 Cubrirán la superficie del país, de manera que nadie podrá ver el suelo. Ellas devorarán el residuo sobreviviente que te quedó después del granizo; y devorarán todos tus árboles que crecen en el campo.
 10:6 Además llenarán tus palacios y las Casas de todos tus cortesanos y de todos los mitsritas, algo que ni tus padres ni los padres de tus padres han visto desde el día en que aparecieron sobre la tierra hasta el día de hoy’”. Con eso se volvió y salió de la presencia del Paroh.
 10:7 Los cortesanos del Paroh le dijeron: “¿Por cuánto tiempo va éste a ser una trampa para nosotros? ¡Deja que los hombres vayan a adorar a Yahweh su Elohé! ¿Todavía no te has dado cuenta de que Mitzraim ha perecido?”
 10:8 Así que trajeron de nuevo a Moshé y a Aharón delante del Paroh y él les dijo: “¡Vayan y adoren a Yahweh su Elohé! ¿Quiénes son los que van a ir?”
 10:9 Moshé contestó: “Iremos todos, jóvenes y viejos: iremos con nuestros hijos e hijas, nuestros rebaños y manadas; porque tenemos que observar la Kadosh Convocación de Yahweh”.
 10:10 Pero él les dijo: “¡Que Yahweh esté contigo si yo tengo intenciones de dejar ir a los niños contigo! Claramente, tienes malas intenciones.
 10:11 ¡No! Vayan ustedes los hombres y adoren a Yahweh, ya que eso es lo que ustedes quieren”. Y los expulsaron de la presencia del Paroh.
 10:12 Entonces Yahweh le dijo a Moshé: “Extiende tu mano sobre la tierra de Mitzraim para que las langostas vengan sobre la tierra de Mitzraim y devoren todas las hierbas en el país, todo lo que ha dejado el granizo”.
 10:13 Así que Moshé sostuvo su vara sobre la tierra de Mitzraim, y Yahweh atrajo un viento oriental sobre la tierra todo aquel día y toda la noche; y cuando llegó la mañana, el viento oriental había traído las langostas.
 10:14 Las langostas invadieron toda la tierra de Mitzraim y se posaron en todo el territorio de Mitzraim en una masa espesa; nunca antes había habido tantas, y nunca más habrá tantas.
 10:15 Ocultaban toda la tierra de la vista, y la tierra quedó oscurecida; y devoraron todas las hierbas del campo y todos los frutos de los árboles que había dejado el granizo, de manera que no quedó nada verde, de los árboles y la hierba del campo, en toda la tierra de Mitzraim.
 10:16 El Paroh convocó apresuradamente a Moshé y Aharón y les dijo: “He pecado delante de Yahweh su Elohé y delante de ustedes.
 10:17 Perdónenme mi ofensa sólo esta vez, e intercedan ante Yahweh su Elohé para que quite de mí esta muerte”.
 10:18 Así que salió de la presencia del Paroh e intercedió ante Yahweh.
 10:19 Yahweh produjo un cambio de viento bien fuerte desde el oeste, que levantó las langostas y las arrojó al Mar de los Juncos; ni una sola langosta quedó en todo el territorio de Mitzraim.
“LA PLAGA DE LOS 3 DIAS DE OSCURIDAD”
 10:20 Pero Yahweh endureció el corazón del Paroh, y no dejó ir a los Yisraelitas.
 10:21 Entonces Yahweh le dijo a Moshé: “Extiende tu mano hacia el shamaim para que haya oscuridad sobre la tierra de Mitzraim, una oscuridad que se pueda palpar”.
 10:22 Moshé extendió su brazo hacia el shamaim y una oscuridad densa descendió sobre toda la tierra de Mitzraim por tres días.
 10:23 La gente no se podía ver unos a otros, y por tres días nadie se pudo levantar de donde estaba; pero todos los Yisraelitas disfrutaban de luz en sus moradas.
 10:24 El Paroh Entonces convocó a Moshé y dijo: “¡Vayan y adoren a Yahweh! Sólo sus rebaños y sus manadas deberán dejar atrás; aun sus niños pueden ir con ustedes”.
 10:25 Pero Moshé dijo: “Tu debe proveernos sacrificios y ofrendas quemadas para ofrecer a Yahweh nuestro Elohé;
 10:26 nuestros animales irán también con nosotros, ni una pezuña se quedará atrás; porque de ellos tenemos que escoger para la adoración a Yahweh nuestro Elohé; y no sabremos con qué vamos a adorar a Yahweh hasta que lleguemos allá”.
 10:27 Pero Yahweh le endureció el corazón al Paroh y no estuvo de acuerdo en dejarlos ir.
 10:28 El Paroh le dijo: “¡Vete de mi presencia! Ten cuidado de que no me vuelvas a ver, porque en el momento en que me veas la cara morirás”.
 10:29 Y Moshé respondió: “Usted lo ha dicho bien. ¡No volveré a verle la cara!”
 “LA MUERTE DE TODO PRIMOGENITO”
11:1 Yahweh le dijo a Moshé: “Traeré solamente una plaga más sobre el Paroh y sobre Mitzraim; después de eso él los dejará ir de aquí; de hecho, cuando los deje ir, los expulsará de aquí de una buena vez.
 11:2 Dile al pueblo yisraelita que pidan, cada hombre de su vecino y cada mujer de la suya, objetos de plata y oro”.
 11:3 Yahweh dispuso favorablemente a los mitsritas hacia el pueblo. Además a Moshé mismo lo estimaban mucho en la tierra de Mitzraim, los cortesanos del Paroh y el pueblo.
 11:4 Moshé dijo: “Así dice Yahweh: Para la media noche saldré entre los mitsritas,
 11:5 y cada primogénito del país morirá, desde el primogénito del Paroh que se sienta en su trono hasta el primogénito de la esclava que está detrás de los molinos; y todos los primogénitos del ganado.
 11:6 Y habrá un fuerte clamor en toda la tierra de Mitzraim, tal como nunca lo ha habido ni lo habrá jamás;
 11:7 pero ni un perro le gruñirá a ninguno de los Yisraelitas, ni a hombre ni a bestia para que sepan que Yahweh hace distinción entre Mitzraim e Yisrael.
 11:8 Entonces todos estos cortesanos tuyos bajarán donde mí y se postrarán ante mí, diciendo: ‘Salgan, tú y toda la gente que te sigue.’ Después de eso partiré”. Y salió de la presencia del Paroh con gran ira.
 11:9 Sucede que Yahweh le había dicho a Moshé: “El Paroh no te hará caso, para que se puedan multiplicar mis maravillas en la tierra de Mitzraim”.
 11:10 Moshé y Aharón habían realizado todas estas maravillas delante del Paroh, pero Yahweh le había endurecido el corazón al Paroh para que no dejara salir a Yisrael de su tierra.

12:1 Yahweh dijo a Moshé y Aharón en la tierra de Mitzraim:
 12:2 “Desde hoy, en este Jodesh (mes) marcará para ustedes el principio del conteo de los meses; este Jodesh será el primero de los meses del conteo del shana (año) para ustedes.
 12:3 Háblale a toda la comunidad de Yisrael y diles que el diez de este mes cada uno de ellos tomará un cordero por familia, un cordero para cada bayit.
 12:4 Pero si la familia fuera demasiado pequeña para un cordero, que lo compartan con un vecino que viva cerca, en proporción al número de personas: ustedes contribuirán para el cordero de acuerdo a lo que vaya a comer cada familia.
 12:5 Su cordero será sin defecto, macho y tierno; puedes tomarlo de las ovejas o de las cabras.
 12:6 Lo vigilarán hasta el día catorce de este mes; y toda la asamblea congregada de Yisrael lo inmolará entre las dos tardes (entre la tarde del 13 al 14).
 12:7 Tomarán un poco de la sangre y la pondrán en los dos postes de la puerta y en el dintel de la bayit donde habrán de comerlo.
 12:8 Se comerán la carne esa misma noche (la noche del 14); la comerán asada al fuego, con pan sin levadura y con hierbas amargas.
 12:9 No coman nada de él crudo, ni cocido de algún modo con agua, sino asado, cabeza, patas, y entrañas, sobre el fuego.
 12:10 No dejarán nada de él hasta la mañana; si algo queda de él hasta la mañana, lo quemarán.
 12:11 Así es como lo comerán: con su cintura ceñida, sus sandalias en sus pies, y su bastón en su mano; y lo comerán de prisa: es una ofrenda de Pésaj para Yahweh su Elohe.
 12:12 Porque esa noche (yom 14) yo pasaré por la tierra de Mitzraim y derribaré a cada primogénito en la tierra de Mitzraim, tanto de hombre como de bestia; y les haré juicio a todas las deidades de Mitzraim, yo YAHWEH.
 12:13 Y la sangre sobre las casas donde estén ustedes será una señal para ustedes: cuando yo vea la sangre, pasaré sobre ustedes, de modo que ninguna plaga los destruya a ustedes cuando yo azote la tierra de Mitzraim.
 12:14 Este día será para ustedes un día de recordación: lo celebrarán como una Kadosh Convocación para Yahweh a través de los siglos; lo celebrarán como una institución para todos los tiempos.
 12:15 Siete días comerán panes Inleudos (sin levadura); en el mismo primer día (Yom 15) eliminarán la levadura de sus casas, porque cualquiera que coma pan leudado desde el primer día hasta el séptimo día, esa persona será cortada de Yisrael.
 12:16 Celebrarán una ocasión Sagrada en el primer día (yom 15), y otra ocasión sagrada en el séptimo día (yom 22); ningún trabajo en absoluto se hará en esos dos días; sólo podrán cocinar lo que cada persona vaya a comer, eso solamente podrá prepararse.
 12:17 Observarán los Panes Inleudos, porque en este mismo día saqué a tus ejércitos de la tierra de Mitzraim; observarán este día a través de los siglos como una institución perpetua.
 12:18 En el primer mes, desde el día catorce del mes por la tarde, comerás pan inleudo hasta el día veintiuno del mes por la noche.
 12:19 Ninguna levadura se hallará en sus casas por siete días. Porque cualquiera que coma algo con levadura, esa persona será cortada de la comunidad de Yisrael, sea un extranjero o un ciudadano del país,
 12:20 No comerás nada con levadura; en todos sus asentamientos comerán pan inleudo.
 12:21 Moshé Entonces convocó a todos los ancianos de Yisrael y les dijo: “Vayan y escojan corderos para sus familias, y sacrifiquen la ofrenda de Pésaj.
 12:22 Tomen un manojo de hisopo, empápenlo en la sangre que tendrán en las vasijas, y apliquen un poco de la sangre que tengan en las vasijas sobre el dintel y sobre los dos postes. Ninguno de ustedes saldrá fuera de la puerta de su bayit hasta la mañana.
 12:23 Porque cuando el Malaj de Yahweh pase para azotar a los mitsritas, verá la sangre sobre el dintel y los dos postes, y Yahweh pasará sobre la puerta y no dejará que el Destructor entre a azotar su hogar.
 12:24 “Ustedes observarán esto como una institución perpetua, para ustedes y para sus descendientes.
 12:25 Y cuando ustedes entren en la tierra que Yahweh les dará, como ha prometido, observarán este rito.
 12:26 Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa este rito?”
 12:27 ustedes dirán: "Es el sacrificio de Pésaj para Yahweh, porque él pasó sobre las Casas de los Yisraelitas en Mitzraim cuando azotó a los mitsritas, pero salvó nuestras Casas"”. El pueblo Entonces se postró en homenaje.
 12:28 Y los Yisraelitas fueron y lo hicieron así; tal como Yahweh les había mandado a Moshé y Aharón, así lo hicieron.
 12:29 A medianoche el malaj de Yahweh golpeó a todos los primogénitos en la tierra de Mitzraim, desde el primogénito del Paroh que se sentaba en el trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en el calabozo, y todos los primogénitos del ganado.
 12:30 Y el Paroh se levantó en la noche, con todo sus cortesanos y todos los mitsritas, porque había un fuerte clamor en Mitzraim; porque no había una bayit en la que no hubiera alguien muerto.
 12:31 Convocó a Moshé y Aharón en la noche y les dijo: “levántense, salgan de entre mi gente, ustedes y los Yisraelitas con ustedes. Váyanse, sírvanle a Yahweh como dijeron.
 12:32 Llévense también sus rebaños y sus manadas, como dijeron, y váyanse. Y que traigan una bendición sobre mí también”.
 12:33 Los mitsritas apresuraban al pueblo, impacientes de hacer que salieran del país, pues pensaban que todos iban a morir.
 12:34 Así que el pueblo tomaron su masa antes de que se leudara, con sus vasijas de amasar envueltas en sus manos sobre sus hombros.
 12:35 Los Yisraelitas habían cumplido la orden de Moshé y habían pedido de los mitsritas objetos de plata y oro y ropa.
 12:36 Y Yahweh había dispuesto a los mitsritas favorablemente hacia el pueblo, y les permitieron obtener lo que pedían; así despojaron a los mitsritas.
 12:37 Los Yisraelitas viajaron desde Ramsés hasta Sukkot, como seiscientos mil hombres a pie, además de los niños.
 12:38 Además una multitud mixta (de varios pueblos) subió con ellos, y muchos animales de crianza, tanto rebaños como manadas.
 12:39 Y hornearon tortas Inleudos con la masa que habían sacado de Mitzraim, porque no se había leudado, pues los habían expulsado de Mitzraim y no podían esperar; ni habían preparado provisión alguna para ellos.
 12:40 El período que vivieron los Yisraelitas en Mitzraim fue de cuatrocientos treinta años (430);
 12:41 al final del año cuatrocientos treinta, el mismo día, todos los ejércitos de Yahweh salieron de la tierra de Mitzraim.

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