13/6/15

EN LA DIASPORA

EN LA DIASPORA
A los yisraelitas se les prometió que sobrevivirían como un ente vivo inclusive mientras "estuvieran en la tierra de sus enemigos", privados de una patria y de los factores naturales que tienden a sustentar su existencia, inclusive cuando su supervivencia pendiera de un hilo. Inclusive cuando sufrieron las privaciones mencionadas en las maldiciones bíblicas hasta el punto de que "las tierras de tus enemigos te consumirán", incluso entonces Yahweh les prometió: "No los desecharé totalmente, ni Me dejaré llevar por Mi ira, para destruirlos, para anular Mi pacto con ellos, por cuanto Yo soy su Elohe, el Eterno" (Vaikra 26:38,44).
   La promesa de Vaikra aparece repetida en Yirmiyah 5:15-18: He aquí que traeré a una nación sobre vosotros desde lejos... y comerán tu cosecha, y tu pan, que deberían comer tus hijos y tus hijas... Pero aun en aquellos días, dice el Eterno, no haré con vosotros exterminio completo.
   Esta profecía se cumplió en conexión con la destrucción del primer Beit ha-Mikdash, mas la garantía de la supervivencia de los yisraelitas se aplica además a todas las generaciones futuras. Incluso cuando nuestros enemigos parezcan tomar las riendas, la Bayit/Casa de Israel jamás ha de perecer.
Yahweh prometió a nuestro padre Yaakov que aunque las naciones esclavizaran a sus descendientes y los oprimieran, sometiéndolos, ellos habrían de sobrevivir mucho después de que todos sus opresores hubieran perecido, tal como está escrito (Bereshit 28:14): "Y tu simiente será como el polvo de la tierra". Es decir, que aunque los pisoteen como el polvo de la tierra, ellos finalmente recobrarán su vigor y saldrán victoriosos. Para completar la analogía: así como el polvo se alza para cubrir a quienes lo levantan, y sigue existiendo mucho después de que quienes lo pisaron ya no están, igual perdurará Israel.
   El profeta Yeshayah, la shalom/paz sea con él, explicó este punto y nos informó en nombre de Yahweh que, a lo largo de su exilio, nuestro pueblo será sometido por toda nación que lo domine y pretenda oprimirle. El opresor podrá tener éxito, mas al final Yahweh enviará un redentor que rescatará a la nación yisraelita de sus males y sus penas. Así dijo Yeshayah: "Me ha sido mostrada una dura visión con relación al Imperio Babilónico: todos los quejidos hice cesar" (21:2). Yahweh nos prometió por medio de Sus profetas que no pereceremos y que El no nos destruirá completamente, ni que jamás dejaremos de ser el Pueblo Elegido y Bendito.
   La promesa de que la Toráh jamás sería olvidada por el Pueblo yisraelita fue dada también con respecto a las épocas en que los crueles tiranos nos afligirían, cuando las multitudes se alzarían en contra de nosotros, amenazando con erradicar la Toráh de nuestra conciencia nacional, forzándonos a desobedecer la voluntad de Yahweh.
EN NUESTRA DIASPORA:
Yahweh nos aseguró en Su Toráh que cuando traten de forzarnos a aceptar su fe -tal corno está dicho (Devarim/Deuteronomio 4:28):"Y serviréis allí a dioses que no son más que obra de manos humanas..."- incluso cuando ocurra esto, no ocurrirá en toda la Diáspora, pues la Toráh jamás será arrancada de nosotros en forma permanente. Elohe nos garantizó esto, diciendo (Devarim 31:21): " ... no será olvidado por su simiente".
   El pacto y las promesas absolutas que fueron dadas a Moshe Rabenu hace más de tres mil años, en el Sinaí, y que más tarde fueron reiteradas con frecuencia por los profetas, han protegido siempre al Pueblo Yisraelita y a Su Toráh. A pesar de todos los que intentaron alzarse para destruimos y arrancamos la Toráh, el Pueblo yisraelita ha permanecido con jayim/vida y sigue siendo una nación vital. Lo mismo puede decirse de nuestra Toráh.
A lo largo de los años de exilio, perecieron importantes segmentos de nuestro pueblo, dejándonos diezmados y destituidos. Esto también fue previsto por la Toráh: Y tu número quedará reducido a unos pocos, a pesar de haber sido como las estrellas del shemayim/cielo por tu multitud. (Devarim 28:62)
La garantía era únicamente que el Pueblo Yisraelita no habría de perecer por completo, tal como explica Yeshayah: Así dice Yahweh: Como cuando se halla vino en el racimo uno dice "No lo destruyas, porque está bendecido", así haré por consideración a Mis siervos, para no destruirlos a todos.(65:8)

El Guardián de Israel protege al remanente de Su pueblo para que no perezcan ni desaparezcan por completo.
Shalom a sus jayim.

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