"PARASHÁ DE SHILAS 18: 9-14"
"Dijo también a algunos que confiaban en si mismo y despreciaban a los demás, esta comparación:
"Dos hombres subieron al Templo para hacer tefilat (oracion); uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, hacia tefilat en su interior de esta manera:
"¡Oh Yahweh! Te doy toda rabah (muchas gracias) porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por shavua (semana), doy el diezmo de todas mis ganancias."
"En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al shemayim (cielo), sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Yahweh! ¡Ten compasión de mí, que soy un pecador!"
"Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado."
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Halajá para este yom 1º de la shavua (semana)
Amados mios, el tema de HACER TEFILAT hace que nuestro aji shalujim Shilas añada otra comparación que nos dio Yahshua, cuyo sentido, sin embargo, apunta a la recta actitud general del hombre y su relacion con Yahweh.
Esta comparación que se registra en el Sefer de Shilas está ya dirigida a los que a sí mismos se tenían por justos (Mardokhay 2: 17; Matt, 1:19), a los fariseos (Mardokhay 2: 17; Matt 3:7), que despreciaban sobre todo a los publicanos (Matt 5: 6).
Amados mios, hacer tefilat en el Templo significaba hacer tefilat en el acercamiento personal de Yahweh, en la intimidad que se consigue en el interior. Ordinariamente, muchos hacian tefilat de pié ( Mardokhay 11:25), no por mandato sino tal vez por la costumbre del momento. Alli no habia reclinatorios ni bancos como hay en las iglesias cristianas.
La acción de dar toda rabah a Yahweh del fariseo (1:28; 17, 11-19) no puede agradar a Yahweh, pues procede de la equivocación fundamental de él no ser un pecador como los demás hombres, que son ladrones, inicuos y adúlteros. Como prueba de ello alega que él hace más de lo que está prescrito ("obras," sin embargo exteriores que, sin la disposición interior, no tienen valor ante Yahweh): él ayuna y paga el diezmo. En otras palabras SE JUSTIFICA A SI MISMO ANTE YAHWEH.
El publicano, empero, sólo tiene un pensamiento: 'No soy digno de presentarme delante de Yahweh porque soy un pecador." Y le pide compasión humildemente. Esta conciencia ha de llenar a todo hombre, de manera que se golpee arrepentido el pecho (como sede del lev (corazón) MttiYah 5: 22), del cual brotan la rebeliones en el hombre.
"Y al tiempo del sacrificio vespertino, salí de la consternación en que había estado; y rasgado el manto y la túnica, arrodilléme, y alcé mis manos a Yahweh mi Elohe, diciendo:
"¡Oh Yahweh mi Elohe!, estoy lleno de confusión y me averguenzo de levantar hacia Ti mi rostro, porque nuestras maldades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han subido hasta el shemayim (cielo) desde los yom (días) de nuestros padres; y además nosotros mismos hemos pecado gravemente hasta este yom (día) y por nuestras iniquidades hemos sido abandonados nosotros, y nuestros reyes, y nuestros kohanin (sacerdotes) en manos de los reyes de la tierra, y al cuchillo, y a la esclavitud, y al saqueo y a los oprobios, como aún en este día» (Sefer del Nabi Ezrá (Esdras) 5:4-10).
"Yo os digo, dice el Amo abundando en otros pasajes relacionados: los dos son pecadores; pero sólo el que se confiesa y se arrepiente queda justificado (Romaniyim 3: 24), recibe el perdón de sus pecados y vuelve de nuevo a ser justo delante de Yahweh, por la vajesed (gracia) de Yahweh que lo hace nueva criatura sin mancha.
Amados mios , la frase final la ha trasladado Yahweh aquí de otros contextos para fundar la comparacion (parábola): Sin embargo, en lo que precede, no se recalca tanto sobre la humillación (ni sobre el tema humildad-soberbia), sino sobre que el hombre se reconozca como pecador delante de Yahweh y se entregue a Su rajamim (misericordia).
Se puede abundar mucho mas en esta comparación (parábola), e incluso se puede concluír que no somos salvos por obras nadamás, a pesar de que la Kitbé (Escritura) nos ordena a ser hacedores de la Davar (Palabra). ¡Pero noten lo rápido que se puede caer en pecado al tener una actitud incorrecta!
Compartido a traves de la kehilaj de Yahshua.
"Dijo también a algunos que confiaban en si mismo y despreciaban a los demás, esta comparación:
"Dos hombres subieron al Templo para hacer tefilat (oracion); uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, hacia tefilat en su interior de esta manera:
"¡Oh Yahweh! Te doy toda rabah (muchas gracias) porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por shavua (semana), doy el diezmo de todas mis ganancias."
"En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al shemayim (cielo), sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Yahweh! ¡Ten compasión de mí, que soy un pecador!"
"Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado."
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Halajá para este yom 1º de la shavua (semana)
Amados mios, el tema de HACER TEFILAT hace que nuestro aji shalujim Shilas añada otra comparación que nos dio Yahshua, cuyo sentido, sin embargo, apunta a la recta actitud general del hombre y su relacion con Yahweh.
Esta comparación que se registra en el Sefer de Shilas está ya dirigida a los que a sí mismos se tenían por justos (Mardokhay 2: 17; Matt, 1:19), a los fariseos (Mardokhay 2: 17; Matt 3:7), que despreciaban sobre todo a los publicanos (Matt 5: 6).
Amados mios, hacer tefilat en el Templo significaba hacer tefilat en el acercamiento personal de Yahweh, en la intimidad que se consigue en el interior. Ordinariamente, muchos hacian tefilat de pié ( Mardokhay 11:25), no por mandato sino tal vez por la costumbre del momento. Alli no habia reclinatorios ni bancos como hay en las iglesias cristianas.
La acción de dar toda rabah a Yahweh del fariseo (1:28; 17, 11-19) no puede agradar a Yahweh, pues procede de la equivocación fundamental de él no ser un pecador como los demás hombres, que son ladrones, inicuos y adúlteros. Como prueba de ello alega que él hace más de lo que está prescrito ("obras," sin embargo exteriores que, sin la disposición interior, no tienen valor ante Yahweh): él ayuna y paga el diezmo. En otras palabras SE JUSTIFICA A SI MISMO ANTE YAHWEH.
El publicano, empero, sólo tiene un pensamiento: 'No soy digno de presentarme delante de Yahweh porque soy un pecador." Y le pide compasión humildemente. Esta conciencia ha de llenar a todo hombre, de manera que se golpee arrepentido el pecho (como sede del lev (corazón) MttiYah 5: 22), del cual brotan la rebeliones en el hombre.
"Y al tiempo del sacrificio vespertino, salí de la consternación en que había estado; y rasgado el manto y la túnica, arrodilléme, y alcé mis manos a Yahweh mi Elohe, diciendo:
"¡Oh Yahweh mi Elohe!, estoy lleno de confusión y me averguenzo de levantar hacia Ti mi rostro, porque nuestras maldades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han subido hasta el shemayim (cielo) desde los yom (días) de nuestros padres; y además nosotros mismos hemos pecado gravemente hasta este yom (día) y por nuestras iniquidades hemos sido abandonados nosotros, y nuestros reyes, y nuestros kohanin (sacerdotes) en manos de los reyes de la tierra, y al cuchillo, y a la esclavitud, y al saqueo y a los oprobios, como aún en este día» (Sefer del Nabi Ezrá (Esdras) 5:4-10).
"Yo os digo, dice el Amo abundando en otros pasajes relacionados: los dos son pecadores; pero sólo el que se confiesa y se arrepiente queda justificado (Romaniyim 3: 24), recibe el perdón de sus pecados y vuelve de nuevo a ser justo delante de Yahweh, por la vajesed (gracia) de Yahweh que lo hace nueva criatura sin mancha.
Amados mios , la frase final la ha trasladado Yahweh aquí de otros contextos para fundar la comparacion (parábola): Sin embargo, en lo que precede, no se recalca tanto sobre la humillación (ni sobre el tema humildad-soberbia), sino sobre que el hombre se reconozca como pecador delante de Yahweh y se entregue a Su rajamim (misericordia).
Se puede abundar mucho mas en esta comparación (parábola), e incluso se puede concluír que no somos salvos por obras nadamás, a pesar de que la Kitbé (Escritura) nos ordena a ser hacedores de la Davar (Palabra). ¡Pero noten lo rápido que se puede caer en pecado al tener una actitud incorrecta!
Compartido a traves de la kehilaj de Yahshua.
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