"Lashón Hará" EL PODER DE LA LENGUA
La gente se enfrenta a diario con innumerables ocasiones que dan lugar a hablar lashón hará. De todas las extremidades y órganos, la lengua es el órgano que se mueve con menos dificultad y mayor rapidez. Por consiguiente, lashón hará es uno de los pecados que se comete con más frecuencia.
Asimismo, los efectos de la palabra hablada no son tangibles, como son los del pecado consumado con acciones, y por eso tendemos a tratar a esta clase de agravios de forma menos dura que otras prohibiciones de la Toráh. El castigo de tzaraat ya no tiene efecto, y su amenaza no nos detiene de hablar mal como lo hacía en la época del Beit Hamikdash. ¿Cómo podríamos fortalecernos contra la tentación de hablar lashón hará?
La gente debe darse cuenta de que una vez que uno pronuncia una palabra, ésta no se evapora en el aire sin dejar rastro, y por lo tanto debe ser tomada con seriedad. Cada palabra que uno pronuncia graba una marca que queda eternamente y que no se puede borrar.
La gente debe considerar la posición especial que el SHADAY (Todopoderoso) le asignó a la lengua.
Yahweh Elohe reprende a la lengua, "¡Oh, lengua malvada! ¡¿Por qué has que te mueves constantemente a pesar de que te coloqué en una posición diferente a la de todos los otros miembros y órganos del cuerpo humano?! Coloqué a las otras extremidades en una posición vertical o inclinada, mientras que tu yaces en la boca con posición horizontal para que descanses (esto es para indicar que la posición natural de la lengua es la de descanso; y que esta no debería estar en movimiento permanentemente)."
"Además," le dijo YAHWEH a la lengua, "Te encerré. Te cerqué con dos tapias (para advertirle a su dueño que no deje que te pierdas), un cerco interno formado por dientes, y una barrera externa formada por carne,
¿Cuántas otras barreras acaso son necesarias para impedir que hables mal?
Yahweh le encomendó a cada órgano una tarea especial y cada uno de ellos nos deberían alentar para que los empleemos sólo para los usos benéficos que el Creador desea. La lengua fue otorgada para que pronuncie las palabras de la Toráh, tefilá, y para que beneficie al prójimo.
Para fortificarnos contra el discurso difamatorio, debemos tener conocimiento de las tragedias más terribles que éste ocasionó a lo largo de las generaciones:
EJEMPLOS:
1-La serpiente en el Gan Edén difamó al Creador al decirle a Java, "¡El te prohíbe que comas del Árbol de la Sabiduría debido a que teme que tú te le parezcas.
Estas palabras le causaron la muerte a toda la humanidad.
2-Todos los problemas que le sobrevinieron a Yosef fueron como consecuencia por haber hablado lashón hará acerca de sus ajim/hermanos.
3-En el desierto, nuestros antepasados probaron al Todopoderoso con Diez Pruebas e hicieron un Becerro de Oro. Sin embargo, en el desierto El no los condenó a muerte por causa del Pecado mencionado. Y de las Diez Pruebas, la que determinó sus destinos fue la que contenía lashón hará, en especial el incidente de los espías que dieron un informe falso acerca de Eretz Israel.
4-Si no hubiera sido por la aceptación de Dawid de lashón hará, su reino no se hubiera dividido y las Diez Tribus no hubieran sido exiliadas de su Tierra.
5-Durante la existencia del segundo Beit Hamikdash, los yisraelitas se odiaban los unos a los otros sin causa alguna. Este odio los condujo a hablar lashón hará sobre su prójimo. El castigo severo de la destrucción del Templo y del exilio fueron causados por el pecado de lashón hará.
REFLEXION
(Mishlé 18:21), la vida y la muerte están en manos de la lengua".
También es menester destacar que la lengua es una de las armas más potentes, es aún más poderosa que un cuchillo o que una espada. La espada sólo puede matar al que esté cerca, mientras que lashón hará, hablado por una persona en un continente, puede golpear el corazón de una persona que esté en uno diferente, de la misma forma que lo hace un misil poderoso. Además, lashón hará mata a tres personas: al que habla, al que escucha, y a la persona de la cual se habla. En comparación, una espada es mucho menos poderosa, ya que sólo mata una persona a la vez.
Existen dos hábitos que, si una persona los adopta, entonces le ayudará a estar menos propenso a hablar y a escuchar lashón hará:
Si es capaz de estudiar la Torá, debería hacerlo.
El estudio de la Torá es una prevención de lashón hará desde dos puntos de vista. En primer lugar, la gente que habla lashón hará es aquella que no tiene nada que hacer y que buscan algún tema que los divierta y los saque de su apatía y aburrimiento que experimentan a diario. Disfrutan de cualquier noticia sensacionalista, así sea a costa de algún tercero. Aquél que ocupa su tiempo con el estudio de la Torá, descubrirá que su mente se encuentra absorbida en la tarea constante y emocionante de dicha experiencia. No sólo comerá para poder pensar, sino que también deseará comunicarles a los demás todos sus aprendizajes de la Torá. Por consiguiente, su conversación versará sobre temas concernientes a la Torá, y no tendrá necesidad de hablar de otras personas.
La satisfacción que se obtiene al difamar a otro, analizada psicológicamente, es el sentimiento de superioridad que se adquiere de esta manera. El que degrada a otro tiene la gratificación de ser en su mente, un "buen camarada", de ser mejor que el otro. En su corazón, se felicita por no ser pasible de las ofensas o insultos de las cuales es el otro. No obstante, si se mira a sí mismo objetivamente, debe admitir que él también tiene defectos y que está lejos de ser perfecto. Por lo tanto, debería adoptar una postura benigna e indulgente hacia su prójimo, y pasar por alto sus errores. Deberá abstenerse de anunciarlos a terceros, de la misma forma en que le gustaría que los otros ignoraran los suyos. Además, si tuviera algo de humildad, buscará la manera de justificar el comportamiento del otro y de juzgarlo favorablemente. Por consiguiente, para evitar lashón hará, la modestia personal es un pre requisito.
Shalom a sus vidas.
La gente se enfrenta a diario con innumerables ocasiones que dan lugar a hablar lashón hará. De todas las extremidades y órganos, la lengua es el órgano que se mueve con menos dificultad y mayor rapidez. Por consiguiente, lashón hará es uno de los pecados que se comete con más frecuencia.
Asimismo, los efectos de la palabra hablada no son tangibles, como son los del pecado consumado con acciones, y por eso tendemos a tratar a esta clase de agravios de forma menos dura que otras prohibiciones de la Toráh. El castigo de tzaraat ya no tiene efecto, y su amenaza no nos detiene de hablar mal como lo hacía en la época del Beit Hamikdash. ¿Cómo podríamos fortalecernos contra la tentación de hablar lashón hará?
La gente debe darse cuenta de que una vez que uno pronuncia una palabra, ésta no se evapora en el aire sin dejar rastro, y por lo tanto debe ser tomada con seriedad. Cada palabra que uno pronuncia graba una marca que queda eternamente y que no se puede borrar.
La gente debe considerar la posición especial que el SHADAY (Todopoderoso) le asignó a la lengua.
Yahweh Elohe reprende a la lengua, "¡Oh, lengua malvada! ¡¿Por qué has que te mueves constantemente a pesar de que te coloqué en una posición diferente a la de todos los otros miembros y órganos del cuerpo humano?! Coloqué a las otras extremidades en una posición vertical o inclinada, mientras que tu yaces en la boca con posición horizontal para que descanses (esto es para indicar que la posición natural de la lengua es la de descanso; y que esta no debería estar en movimiento permanentemente)."
"Además," le dijo YAHWEH a la lengua, "Te encerré. Te cerqué con dos tapias (para advertirle a su dueño que no deje que te pierdas), un cerco interno formado por dientes, y una barrera externa formada por carne,
¿Cuántas otras barreras acaso son necesarias para impedir que hables mal?
Yahweh le encomendó a cada órgano una tarea especial y cada uno de ellos nos deberían alentar para que los empleemos sólo para los usos benéficos que el Creador desea. La lengua fue otorgada para que pronuncie las palabras de la Toráh, tefilá, y para que beneficie al prójimo.
Para fortificarnos contra el discurso difamatorio, debemos tener conocimiento de las tragedias más terribles que éste ocasionó a lo largo de las generaciones:
EJEMPLOS:
1-La serpiente en el Gan Edén difamó al Creador al decirle a Java, "¡El te prohíbe que comas del Árbol de la Sabiduría debido a que teme que tú te le parezcas.
Estas palabras le causaron la muerte a toda la humanidad.
2-Todos los problemas que le sobrevinieron a Yosef fueron como consecuencia por haber hablado lashón hará acerca de sus ajim/hermanos.
3-En el desierto, nuestros antepasados probaron al Todopoderoso con Diez Pruebas e hicieron un Becerro de Oro. Sin embargo, en el desierto El no los condenó a muerte por causa del Pecado mencionado. Y de las Diez Pruebas, la que determinó sus destinos fue la que contenía lashón hará, en especial el incidente de los espías que dieron un informe falso acerca de Eretz Israel.
4-Si no hubiera sido por la aceptación de Dawid de lashón hará, su reino no se hubiera dividido y las Diez Tribus no hubieran sido exiliadas de su Tierra.
5-Durante la existencia del segundo Beit Hamikdash, los yisraelitas se odiaban los unos a los otros sin causa alguna. Este odio los condujo a hablar lashón hará sobre su prójimo. El castigo severo de la destrucción del Templo y del exilio fueron causados por el pecado de lashón hará.
REFLEXION
(Mishlé 18:21), la vida y la muerte están en manos de la lengua".
También es menester destacar que la lengua es una de las armas más potentes, es aún más poderosa que un cuchillo o que una espada. La espada sólo puede matar al que esté cerca, mientras que lashón hará, hablado por una persona en un continente, puede golpear el corazón de una persona que esté en uno diferente, de la misma forma que lo hace un misil poderoso. Además, lashón hará mata a tres personas: al que habla, al que escucha, y a la persona de la cual se habla. En comparación, una espada es mucho menos poderosa, ya que sólo mata una persona a la vez.
Existen dos hábitos que, si una persona los adopta, entonces le ayudará a estar menos propenso a hablar y a escuchar lashón hará:
Si es capaz de estudiar la Torá, debería hacerlo.
El estudio de la Torá es una prevención de lashón hará desde dos puntos de vista. En primer lugar, la gente que habla lashón hará es aquella que no tiene nada que hacer y que buscan algún tema que los divierta y los saque de su apatía y aburrimiento que experimentan a diario. Disfrutan de cualquier noticia sensacionalista, así sea a costa de algún tercero. Aquél que ocupa su tiempo con el estudio de la Torá, descubrirá que su mente se encuentra absorbida en la tarea constante y emocionante de dicha experiencia. No sólo comerá para poder pensar, sino que también deseará comunicarles a los demás todos sus aprendizajes de la Torá. Por consiguiente, su conversación versará sobre temas concernientes a la Torá, y no tendrá necesidad de hablar de otras personas.
La satisfacción que se obtiene al difamar a otro, analizada psicológicamente, es el sentimiento de superioridad que se adquiere de esta manera. El que degrada a otro tiene la gratificación de ser en su mente, un "buen camarada", de ser mejor que el otro. En su corazón, se felicita por no ser pasible de las ofensas o insultos de las cuales es el otro. No obstante, si se mira a sí mismo objetivamente, debe admitir que él también tiene defectos y que está lejos de ser perfecto. Por lo tanto, debería adoptar una postura benigna e indulgente hacia su prójimo, y pasar por alto sus errores. Deberá abstenerse de anunciarlos a terceros, de la misma forma en que le gustaría que los otros ignoraran los suyos. Además, si tuviera algo de humildad, buscará la manera de justificar el comportamiento del otro y de juzgarlo favorablemente. Por consiguiente, para evitar lashón hará, la modestia personal es un pre requisito.
Shalom a sus vidas.
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