¿Por qué Shalom Bait?
¿Por qué llevarse bien con el esposo, es una llave para la Redención?
Cuando Yahweh crea el Universo, lo hace con el objetivo de que sea poblado por seres humanos.
El Todopoderoso crea a Adam, su cuerpo es materia, y su espíritu es un soplo Divino, una chispa del Alma de Yahweh.
Adam fue creado hombre y mujer; luego que Yahweh separara esas dos partes, y creara a Javá (Eva), el Eterno esperó, espera que nos volvamos a unir, a través de nuestro esfuerzo.
Si hombre y mujer se unen en shalom/paz, se vuelve a la instancia de complitud original, pero esta vez, enriquecido por nuestro aporte.
¿Por qué es tan difícil?
Por la Serpiente primordial.
Tenemos que entender que la aparición de la Serpiente en el escenario del Bereshit/Génesis, es clave para la ruptura, y dislocación de la unión marital.
Siempre que exista desunión, será un anuncio de que la Serpiente primordial, nos ha enroscado los corazones con ganas de muerte.
La separación, es una muerte de algo que no pudo seguir siendo, y si esa muerte no conduce a una unión superior (como suele suceder con las reconciliaciones), el paisaje es fulminante.Yahweh nos dio una herramienta para la unión de la pareja que, por su potencia y su universalidad, no tiene punto de comparación con cualquier otra capacidad humana.
Esa herramienta es la intimidad sexual.Yahweh propone una intimidad, que significa goce, conocimiento, empatía, compromiso, vida, trascendencia, Santidad, pureza, alegría y comunión.
La Serpiente, propone una intimidad de goce descartable, prostituída, carente de amor, promiscua, diversa, amoral, desintegradora, vacía, egoista, instantánea, manipuladora, competitiva, y solitaria.
¿Cual es el objetivo Divino?
Que nos unamos, conservando nuestras individualidades, con placer, con belleza, con integridad.
¿Cuál es el objetivo de al Serpiente?
Hacernos caer, pisar el palito, rompernos, desunirnos, violarnos, disociar el placer del compromiso y del amor.Yahweh nos pide, nos ruega, que abracemos Su regalo con gozo.
Sin embargo, para conservarnos el libre albedrío nos enfrenta a la Serpiente con su doble lengua, con su astucia, su seducción y su oratoria.
El mundo de la Serpiente tiene mucha vidriera, pero no hay nada allí. Todo es cáscara, una escenografía impresionante. El mundo todo, es su escenario.
La Serpiente sabe que el poder de la intimidad sexual, es tan categórico, que si las parejas matrimoniales, lográramos unirnos con la alegría, Santidad y goce apropiados, (Divinos), ella simplente se quedaría sin trabajo y su existencia se reduciría a lo que alguna vez fue, una miniatura de “posibilidad” del mal.
Por eso todo su esfuerzo reside en alimentar la fantasía, el deseo desubicado, el vínculo animal.
La Serpiente vende sexo para vender otras cosas y prostituye ese espacio que el Todopoderoso destinara a crear amor, para afianzar la confianza en nuestro compañero de vida y generar nuevas almas.Yahweh armó ese placer que no se compara con ningún otro y quiere ser invitado.
La Serpiente nos dice que el sexo es algo sucio, y que es herejía ligarlo a Yahweh y Yahweh llora en silencio, porque el mundo entero ha caído en la trampa.
¿Quieres la Redención?
Haz de la intimidad con tu esposo algo gozoso, cumple con las leyes de Pureza Familiar con alegría.
La primera Redención vino de la mano de las mujeres Tzidkaniot (justas). Y qué hicieron esas mujeres para merecer ese privilegio?
Buscaron a sus esposos para tener intimidad con ellos, en medio de la mísera esclavitud, los hombres cansados, despojados de su valor, habían renunciado, se habían dado por vencidos.
Las mujeres tomaron sus espejos de cobre, se embellecieron en la medida de las posibilidades, alimentaros a sus esposos y buscaron (activamente) la intimidad.
El recato es para el afuera, para con el esposo, una debe ser como nuestras Matriarcas en Mitzraim.
Si nuestros sabios dicen que de la mano de la mujer, vendrá esta Redención que tanto esperamos, tal vez sea hora de hacernos cargo de nuestro poder, abrazar a nuestro esposo y pedirLe a Yahweh que bendiga nuestra unión.
Que Yahweh nos libere del dolor y de la falsedad y nos permita celebrar cantando y bailando en Su Beit HaMikdash Eterno, Amén.
Contribuido amorosamente.
¿Por qué llevarse bien con el esposo, es una llave para la Redención?
Cuando Yahweh crea el Universo, lo hace con el objetivo de que sea poblado por seres humanos.
El Todopoderoso crea a Adam, su cuerpo es materia, y su espíritu es un soplo Divino, una chispa del Alma de Yahweh.
Adam fue creado hombre y mujer; luego que Yahweh separara esas dos partes, y creara a Javá (Eva), el Eterno esperó, espera que nos volvamos a unir, a través de nuestro esfuerzo.
Si hombre y mujer se unen en shalom/paz, se vuelve a la instancia de complitud original, pero esta vez, enriquecido por nuestro aporte.
¿Por qué es tan difícil?
Por la Serpiente primordial.
Tenemos que entender que la aparición de la Serpiente en el escenario del Bereshit/Génesis, es clave para la ruptura, y dislocación de la unión marital.
Siempre que exista desunión, será un anuncio de que la Serpiente primordial, nos ha enroscado los corazones con ganas de muerte.
La separación, es una muerte de algo que no pudo seguir siendo, y si esa muerte no conduce a una unión superior (como suele suceder con las reconciliaciones), el paisaje es fulminante.Yahweh nos dio una herramienta para la unión de la pareja que, por su potencia y su universalidad, no tiene punto de comparación con cualquier otra capacidad humana.
Esa herramienta es la intimidad sexual.Yahweh propone una intimidad, que significa goce, conocimiento, empatía, compromiso, vida, trascendencia, Santidad, pureza, alegría y comunión.
La Serpiente, propone una intimidad de goce descartable, prostituída, carente de amor, promiscua, diversa, amoral, desintegradora, vacía, egoista, instantánea, manipuladora, competitiva, y solitaria.
¿Cual es el objetivo Divino?
Que nos unamos, conservando nuestras individualidades, con placer, con belleza, con integridad.
¿Cuál es el objetivo de al Serpiente?
Hacernos caer, pisar el palito, rompernos, desunirnos, violarnos, disociar el placer del compromiso y del amor.Yahweh nos pide, nos ruega, que abracemos Su regalo con gozo.
Sin embargo, para conservarnos el libre albedrío nos enfrenta a la Serpiente con su doble lengua, con su astucia, su seducción y su oratoria.
El mundo de la Serpiente tiene mucha vidriera, pero no hay nada allí. Todo es cáscara, una escenografía impresionante. El mundo todo, es su escenario.
La Serpiente sabe que el poder de la intimidad sexual, es tan categórico, que si las parejas matrimoniales, lográramos unirnos con la alegría, Santidad y goce apropiados, (Divinos), ella simplente se quedaría sin trabajo y su existencia se reduciría a lo que alguna vez fue, una miniatura de “posibilidad” del mal.
Por eso todo su esfuerzo reside en alimentar la fantasía, el deseo desubicado, el vínculo animal.
La Serpiente vende sexo para vender otras cosas y prostituye ese espacio que el Todopoderoso destinara a crear amor, para afianzar la confianza en nuestro compañero de vida y generar nuevas almas.Yahweh armó ese placer que no se compara con ningún otro y quiere ser invitado.
La Serpiente nos dice que el sexo es algo sucio, y que es herejía ligarlo a Yahweh y Yahweh llora en silencio, porque el mundo entero ha caído en la trampa.
¿Quieres la Redención?
Haz de la intimidad con tu esposo algo gozoso, cumple con las leyes de Pureza Familiar con alegría.
La primera Redención vino de la mano de las mujeres Tzidkaniot (justas). Y qué hicieron esas mujeres para merecer ese privilegio?
Buscaron a sus esposos para tener intimidad con ellos, en medio de la mísera esclavitud, los hombres cansados, despojados de su valor, habían renunciado, se habían dado por vencidos.
Las mujeres tomaron sus espejos de cobre, se embellecieron en la medida de las posibilidades, alimentaros a sus esposos y buscaron (activamente) la intimidad.
El recato es para el afuera, para con el esposo, una debe ser como nuestras Matriarcas en Mitzraim.
Si nuestros sabios dicen que de la mano de la mujer, vendrá esta Redención que tanto esperamos, tal vez sea hora de hacernos cargo de nuestro poder, abrazar a nuestro esposo y pedirLe a Yahweh que bendiga nuestra unión.
Que Yahweh nos libere del dolor y de la falsedad y nos permita celebrar cantando y bailando en Su Beit HaMikdash Eterno, Amén.
Contribuido amorosamente.
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