15/1/18

Sentimientos de culpa, miedo y autopersecución.

Shabat Shalom desde Sefarad, mi querido pueblo de Yisrael. Que el Eterno derrame sobre todos ustedes, fortaleza, shalom y alegría en este día de reposo.
Todos nosotros, antes de ser llamados por la misericordia de nuestro Padre Yahweh, estábamos llevando vidas sin sentido, llenas de dolor y sufrimiento, vidas de engaños y mentiras. Creíamos que estábamos cerca de El, pero solo era un espejismo, una ilusión manifestada por el enemigo para que, ni siquiera pensáramos en nuestro Padre.
Ahora, en estos tiempos del fin, nos quiere hacer suyos de nuevo, nuestro Abba Kadosh nos quiere restaurar para que llevemos una vida, delante de su presencia, de forma digna, con calidad, con fe y esperanza.
Nuestro Padre nos quiere sanar, nos quiere transformar, pero todos sabemos que llevamos una mochila muy pesada en nuestros hombros de la vida pasada que hemos llevado: adicciones, malos hábitos, bastante orgullo y demasiados sentimientos y emociones negativas por el daño y sufrimiento que nos han causado.
Después de llevar una vida sin sentido, surge de la nada alguien que se preocupa por nuestro bienestar, alguien que quiere lo mejor para nosotros, y como quiere tanto bien para nosotros; no le queremos fallar, no le queremos decepcionar.
Por tanto, al no querer defraudar al que nos ha perdonado tanto, tenemos miedo a fallarle y cuando caemos en pecado, nos autoculpamos de forma desmedida y nos autoperseguimos con pensamientos de: El no merece a alguien como yo, ¿ soy yo un hijo/a del Eterno, si no hago nada a derechas? ¿ como puede tener misericordia de alguien tan pecador/a como yo?
Amados, hermanos y hermanas, me gustaría que me respondieran a esta pregunta: ¿Valen de algo estos sentimientos y emociones?
Les responderá alguien que ha tenido miedo al fracaso y sentimiento de culpa toda su vida; yo mismo: NO VALEN DE NADA.
Estos sentimientos y emociones, los utiliza nuestro enemigo para que pongamos nuestra atención en ellos y no podamos mejorar, haciendo que no valoremos la dignidad que nos ha dado nuestro Padre, en esta nueva vida que nos ofrece.
El enemigo viene con palabras tales como: "¿ves?, ¿como vas a ser un hijo del Eterno si pecas cada dos por tres?, ¿es así como amas a tu Creador? no se ni para que te llamó; qué perdida de tiempo, no sé ni para que te esfuerzas, El es demasiado santo y puro para que tu quieras estar en su presencia, ¿no sabes, acaso, la cantidad de impurezas y pecados que tienes?".
Nuestro enemigo, a través de estos pensamientos, nos induce a tener culpa, ansiedad, intranquilidad, tristeza, nos roba la shalom que Yahweh derrama sobre todos nosotros cada día.
En cambio, ¿cuales son los pensamientos y las palabras que nos dice nuestro Padre?:" Hijo/a, yo mismo te he llamado para restaurarte, para cambiar tu vida porque quiero tener una relación contigo a través de mi hijo Yahshua. Hijo/a mio/a, quiero que entiendas que en todo proceso de cambio, en todo proceso de transformación hay caídas, hay pruebas, hay situaciones difíciles. Yo te he llamado y , sé de donde te he sacado, sé en donde estabas metido, sé todo el sufrimiento que has tenido que soportar. También sé todo de ti, tus debilidades, tus puntos fuertes... Te pido, que te enfoques en una actitud muy importante; esa actitud es la de APRENDER. Mi amado/a hijo/a si caes, si pecas; Yo no estoy ahí para juzgarte o para presionarte sino, para decirte: levántate de tu caída, lucha, pelea, no tengas miedo a fallar; pon tu atención en aprender y no en si lo has hecho mal o bien, porque yo quiero que seas sabio/a y la persona sabia se forma a través del aprendizaje de numerosas caídas y sufrimientos. Por tanto, te digo: NO TE RINDAS ".
Amado pueblo de Yisrael, estas palabras son las que nos dice nuestro Padre a cada uno de nosotros. Cada uno necesita disciplina en las áreas de su vida que son más débiles. Nuestra vida, como dice la Escritura, va por tiempos: tiempo de caer, tiempo de aprender de las caídas, tiempo para pedir perdón, tiempo para alegrarte de lo que has aprendido, tiempo de mejorar, tiempo de reflexionar...
Los sentimientos de miedo y culpabilidad no provienen de nuestro Padre, y ademas no generan cambios. Aquí tenemos un ejemplo:
Jeremías 3: 8-10 vio que a causa de todas las fornicaciones de Yisrael, la apóstata, yo la había despedido dándole su carta de divorcio; pero no hizo caso su hermana Yehudah, la desleal, sino que fue y fornicó también ella, tanto que por su ligereza en fornicar manchó la tierra, y fornicó con la piedra y con el leño. A pesar de todo, su hermana Yehudah, la desleal, no se volvió a mí de todo corazón, sino engañosamente. -Oráculo de Yahweh.
Hermanos y hermanas, si la casa de Yehudah se hubiese arrepentido de sus pecados, con el arrepentimiento que requiere Yahweh; ellos habrían cambiado y mejorado su manera de actuar. A pesar de todo lo que la casa de Yehudah había hecho, no se arrepintieron de todo corazón sino que , al ver el mal que habían hecho, tuvieron sentimientos de culpa y remordimientos; los cuales no generan cambios ni traen consigo enseñanzas.
Nuestro Abba kadosh, nos dice a través de uno de sus profetas:
Ezequiel 34:11-16 Porque así dice Yahweh: Aquí estoy yo; yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por el. Como un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, así velaré yo por mismo ovejas. Las recobraré de todos los lugares donde se habían dispersado en día de nubes y brumas. Las sacaré de en medio de los pueblos, las reuniré de los países, y las llevaré de nuevo a su suelo. Las pastorearé por medio de los montes de Yisrael, por los barrancos y por todos los poblados de esta tierra. Las apacentaré en buenos pastos, y su majada estará en los montes de la excelsa Yisrael. Allí reposarán en buena majada y en cuantiosos pastos por los montes de Yisrael. Yo mismo apacentaré mis ovejas y yo las llevaré a reposar, oráculo de Yahweh. Buscaré la oveja perdida, tornaré a la descarriada, curaré a la herida, confortaré a la enferma; pero a la que está gorda y robusta la exterminaré; las pastorearé con justicia.
Hermanos y hermanas de mi mismo pueblo, si nuestro Padre nos habla de esta manera, con misericordia y ternura; ¿por qué nosotros no tenemos compasión de nosotros mismos si ya El se ha compadecido de nosotros?
No debemos enfocarnos en esos sentimientos y emociones. El hombre o la mujer que se enfoca en esos sentimientos no puede ver ni sentir la misericordia del Eterno hacia esa persona. Por tanto amados y amadas, tengamos nuestra atención en las actitudes propias para mejorar como aprender lo bueno y desaprender lo malo que hemos adquirido de nuestra vida pasada; y desechemos todo pensamiento, idea... que no edifica, porque todos esas emociones NO provienen de Yahweh.
Recuerden lo que sois delante de nuestro Padre. Somos benei Yisrael y , un benei Yisrael sabe que el sentimiento de culpa y demás emociones dañinas se esconden en saber diferenciar entre lo que tu eres y lo que tu haces.
Yevarejeja Yahweh ve ismereja.
Shabat Shalom y Shalom alejem.
Aji Timotai.

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