2/2/16

EL SENTIMIENTO DE CULPA


EL SENTIMIENTO DE CULPA
Es normal que nos sintamos culpables cuando pecamos, y con frecuencia el dolor producido por las consecuencias de nuestros errores permanece. Pero la culpabilidad no debe permanecer como una carga abrumadora que nos deprima y nos debilite. Yahweh no quiere eso.
Hermanos míos, la culpabilidad que no conduce al genuino arrepentimiento, ni a creer en la obtención del perdón, puede dar lugar a sentimientos inútiles, y de inferioridad y de amargura. Tengan por seguro que esa es una actitud del enemigo de nuestras almas que los sheydim/demonios quieren infiltrar en nuestras mentes debilitadas por el pecado. Recordemos que SON ELLOS Y NO NOSOTROS, los que no pueden jamás arrepentirse ni ser perdonados, y por ende cargan con su culpa eternamente.
Amados, no nos dejemos influír de ellos nunca. Todos esos sentimientos de culpa que evidentemente rehúsan lidiar con el perdón al que tenemos derecho absoluto bajo la cobertura de la preciosa sangre del Mashiaj, son sentimientos ilegítimos e impostores producidos por la amargura, los celos, la envidia, y el odio de los sheydim/demonios hacia nosotros. Después de arrepentirnos (Hacer teshuva), Yahweh promete perdonar nuestros pecados totalmente, y no hay razón genuina alguna para seguir sintiéndonos culpables en lo posterior, a no ser que volvamos a pecar.
Y aun así, debemos arrepentirnos inmediatamente otra vez, pedirle perdón a Yahweh, y dejar atrás el sentimiento de culpabilidad. En su infinita rajeniyim/misericordia, Yahweh nos aplica el sacrificio de Su Hijo Yahshua para cubrir nuestro pecado y quitar nuestra culpabilidad (Yonahan Alef/1 Juan 1:9).
Debemos de creer eso, porque esa es parte de la emunah/fe que Yahshua nos vino a enseñar. Esta es la sana enseñanza, la sana emunah, queridos míos, y no la que ha satán y sus sheydim/demonios a veces nos quieren hacer creer, y en consecuencia aquellos que son "hijos de el". Confiando en el perdón de Yahweh, “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de emunah/fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura” (Ivrim/Hebreos 10:22). Tras arrepentirnos, conviene darnos un buen baño con agua limpia, para sentirnos nuevamente puros.(Leyes de pureza) Recordemos que las cosas físicas suelen ayudarnos a entender las espirituales. La conciencia limpia es uno de los dones más maravillosos que Yahweh les puede dar a sus hijos.

El rey Dawid era un hombre "conforme al corazón de Yahweh" (Maaser/Hechos 13:22); no era perfecto, pero sí se esforzaba por evitar que el pecado lo separara de Yahweh. En Tehilim/Salmos 139:23-24 Dawid oró: “Examíname, oh Elohe, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.” ESTA ES NUESTRA MAS SINCERA TEFILAT/ORACION
También oró de esta manera: “Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Yahweh, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Tehilim/Salmos 51:9-10).

¿Cómo se perdona el pecado?
El pecado es la transgresión de la sagrada y kodesh Torah/Instruccion de Yahweh (Yonahan Alef/1 Juan 3:4), y la pena que todos merecemos por haber pecado es la muerte (Romaniyim/Romanos 6:23). Esta relación de causa y efecto es segura y funciona automáticamente. La pena de muerte tiene que ser pagada. O sea, uno no puede lanzarse de un edificio de 10 pisos y desafiar o burlar la ley de la gravedad; tendrá que pagar forzosamente el precio de su acción.
Asimismo, cuando quebrantamos la ley espiritual de Yahweh, alguien tiene que pagar la pena de muerte. El perdón no significa que se elimina la pena por nuestros pecados, sino que ésta es transferida a alguien capaz de aceptarla y de pagarla en nuestro lugar. La pregunta es: ¿Quién paga la pena?
Puesto que todos hemos pecado y estamos bajo la pena de muerte, Yahweh sabía que se iba a necesitar un Salvador que muriera por los pecados del mundo. Notemos las palabras del shalekjim Kefas: “Sabiendo que fuisteis rescatados . . . no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Mashiaj, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por ahavah/amor de vosotros” (Kefá Alef/1 Pedro 1:18-20).
El shalukjim Yanahan habló del gran ahavah/amor que Yahweh tiene por nosotros y del sacrificio de Yahshua Ha Mashiaj que paga la pena por nuestros pecados, haciendo posible el perdón: “Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo” (Yonahan Alef/1 Juan 2:2), y: “En esto se mostró el ahavah/amor de Yahweh para con nosotros, en que Yahweh envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por El. En esto consiste el ahavah/amor: no en que nosotros hayamos amado a Yahweh, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (Yonahan Alef/1 Juan 4:9-10). HALELUYAH
Yahshua Ha Mashiaj se convirtió en el sacrificio perfecto para los pecados de la humanidad, pues nos dejó un ejemplo perfecto, y como el Hijo mismo de Yahweh, vivió en la carne sin cometer pecado alguno (Ivrim/Hebreos 4:15).
Yahshua Ha Mashiaj ejemplifica el inmenso ahavah/amor y el sacrificio perfectos de parte de Yahweh hacia nosotros. La asombrosa verdad es que “de tal manera amó Yahweh al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Yonahan/Juan 3:16).
Más increíble aún es el hecho de que Yahweh nos amó siendo todavía pecadores. Como ya vimos antes: “Yahweh muestra Su ahavah/amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Yahshua el Mashiaj murió por nosotros” (Romaniyim/Romanos 5:8). Amados, Yahweh ofreció a Su Hijo por nuestros pecados sin antes requerirnos nuestro arrepentimiento. El no tenía por que hacer eso. Pero El desea que todos veamos su inmenso ahavah/amor hacia nosotros, y podamos ser salvos procediendo entonces al arrepentimiento (Hacer Teshuva). SUBLIME Y EXCELSA DEMOSTRACION DE AHAVAH HACIA NOSOTROS.
Yahshua Ha Mashiaj tiene un profundo y ardiente deseo de ayudar a la humanidad para ésta que pueda compartir con El toda la eternidad en el futuro Reino de Yahweh (Mattiyah/Mateo 23:37). El shelukjim/apostol Shaul dijo que nosotros debemos de tener “puestos los ojos en Yahshua, el autor y consumador de la emunah/fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Yahweh” (Ivrim/Hebreos 12:2).
No fue nada gozoso para El sufrir de azotes y la crucifixión, una forma de ejecución horriblemente brutal y cruel. En Yeshayahu/Isaías 52:14 se profetizó que el parecer de Yahshua sería “desfigurado de los hombres . . . y su hermosura más que la de los hijos de los hombres.” En Tehilim/Salmos 22:1-20 se describen algunos de los pensamientos y sentimientos de angustia y dolor que Yahshua tuvo durante su traición y muerte. Pero tuvo la capacidad espiritual para mirar más allá de su propio sufrimiento hacia el gozo de vivir eternamente con otros que seguirían por aquel angosto camino.
Él aceptó voluntariamente la maldición, la pena de muerte, que por pecadores nos correspondía a nosotros, “hecho por nosotros maldición (porque está escrito: "Maldito todo el que es colgado en un madero)” (Galatayim/Gálatas 3:13).
Amados hermanos, ¡jamás un pecado cometido puede ser demasiado grave para que Yahweh lo perdone! (Tehilim/Salmos 103:3), a no ser que esa persona deliberadamente haya cometido el pecado de blasfemia contra el Ruaj HaKodesh. Este es el único pecado que no permite arrepentimiento.
El shelukjim/apostol Shaul se consideraba a sí mismo como el primero de todos los pecadores, y sin embargo Yahweh lo utilizó poderosamente después de su conversión (Timotio Alef/1 Timoteo 1:15). A todo lo largo del libro de los Tehilim/Salmos, el rey Dawid alabó la misericordia de Yahweh; él ciertamente comprendía la grandeza de la rajeniyim/misericordia divina (Tehilim/Salmos 119:64).
Semejantes ejemplos nos llenan de esperanza a todos, no importa cuáles sean nuestros antecedentes ni los errores que hayamos cometido. Después del verdadero arrepentimiento(Teshuva) y la inmersión (simbolizada en lo que es la circuncision del corazon), Yahweh promete perdonarnos completamente.
Las enseñanzas de la psicología moderna pueden producir cierta sensación de bienestar en aquellos que la buscan, pero ninguno de estos esfuerzos humanos puede perdonar el pecado y eliminar la pena espiritual que lo acompaña, hermanos míos. Solamente el sacrificio de Mashiaj puede borrar nuestros pecados y limpiarnos completa y permanentemente cuando nos arrepentimos.
Para realmente sentirnos en shalom/paz con Yahweh, tenemos que enterrar el pasado. La Torah enseña que el pecado crea separación entre el hombre que lo cometió, y Yahweh. Así como Yahweh olvida los pecados de los cuales nos hemos arrepentido, nosotros también debemos olvidarlos. Una vez que nuestros pecados han quedado enterrados en la tumba representada por la inmersión, no debemos volver atrás para desenterrarlos.
Algunos "llamados de Yahweh" tienen el concepto equivocado de que arrepentirse (hacer teshuvá) significa permanecer interminablemente angustiado por sus pecados, sean del pasado distante o inmediato. Pero Yahweh no quiere penitencia eterna; ni quiere que sigamos sacando a relucir nuestros antiguos pecados aferrándonos a ellos. El espera que confiemos en El y en su deseo y promesa de perdonarnos y de olvidar nuestros pecados completamente cuando nos hayamos arrepentido y pedido perdón a El.
Por supuesto, debemos aprender de nuestros errores, pero una vez aprendida la lección, debemos dejar nuestros pecados enterrados en el pasado, para que “andemos en vida nueva” plenamente (Romaniyim/Romanos 6:4). El hombre o la mujer que hace esto, a los ojos de Yahweh se convierte en una nueva persona, alguien que ha sido completamente perdonado como si jamás en su vida hubiera pecado. Yahweh perdona "setenta veces siete," hermanos míos, pero el constante pecar ciertamente nos debilita, y nos podría exponer a creer que nunca podremos vencer. Yahweh no desea que nos veamos imposibilitados de poder vencer al pecado que nos asedia. Confesar nuestros pecados unos a otros nos ayuda a recibir el consuelo, el apoyo y la esperanza adicional necesarios para fortalecernos.
Es importante verse a sí mismo de la manera en que Yahweh nos ve como Hijos Suyos, y mirar siempre hacia adelante. Shaul expresó este concepto en Filipiyim/Filipenses 3:13-14 cuando escribió: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Yahweh en Yahshua Ha Mashiaj.”
Después de comprender que es posible obtener el perdón mediante el perfecto sacrificio de Yahshua Ha Mashiaj, debemos saber cómo mantener el rumbo.
Barut ata Yahweh Malkeinu y Barut ata Yahshua Ha Mashiaj. Malkeinu.

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