APOCALIPSIS (REVELACION)
APRENDIENDO TORAH
APOCALIPSIS (REVELACION)
El Apocalipsis fue dado como un libro místico y cerrado, que tenía
forma de un rollo sellado con siete sellos. Asimismo, algunas de las
profecías reveladas a Daniel y escritas de su puño y letra, estuvieron
también cerradas y selladas hasta este preciso tiempo de CRISIS MUNDIAL
que precede a la consumación de esta era.
Daniel escribió
al final de su libro: "Y yo oí, mas no entendí". Es decir, él pudo oír
lo que el ángel le estaba revelando, y lo escribió en el libro que lleva
su nombre, pero no pudo descifrar el significado de las profecías que
bajo inspiración escribió. El ángel le dijo a Daniel: "CIERRA las
palabras y SELLA el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de
aquí para allá, y la ciencia se aumentará" (Daniel 12.4).
Así como las profecías de Daniel estuvieron CERRADAS y SELLADAS hasta el
tiempo del fin - la actual crisis mundial del fin, este tiempo de
transportes rápidos en que los hombres corren de aquí para allá, este
tiempo en que la ciencia ha aumentado - así también las profecías del
libro de Apocalipsis permanecieron selladas hasta hoy.
Sí, durante muchos siglos estuvieron ocultas bajo siete sellos, según lo veremos más adelante.
Pero es menester que nos demos cuenta de que estamos viviendo ya
en el dinámico, terrible y agitado "TIEMPO DEL FIN"; ¡se acerca la
crisis mundial de la CONSUMACIÓN de la presente era! Las profecías y
misterios de Yahweh, hasta ahora sellados, han sido REVELADOS en la
actualidad a los que Yahweh ha escogido para pregonar su último mensaje
al mundo, para testimonio. Yahshua, cabeza de su Kehilaj, es el
REVELADOR; es el Cordero Yahshua quien ha descubierto estos misterios a
sus siervos.
¡Ha llegado el tiempo para que los siervos de
Yahweh le den a conocer a USTED estas tremendas profecías del libro de
Apocalipsis!
Examinemos pues, este libro. Preparémonos
para considerar directamente el primer capítulo, empezando desde el
primer versículo de este emocionante volumen. Veamos lo que realmente
dice. ¡Le aseguramos que le esperan muchas SORPRESAS!
La revelación de Yahshua
El preámbulo dice así: "La revelación de Yahshua… para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto".
La palabra ‘Apocalipsis’, la cual no es castellana sino griega,
significa REVELACIÓN, no enigma, secreto ni escondrijo. Sin embargo, la
profecía concerniente a ciertos acontecimientos que pronto tendrán lugar
en el mundo, la cual se encuentra en el libro que lleva por título
"Apocalipsis", fue sellada con siete sellos, de manera que absolutamente
NADIE, excepto Yahushua, fue hallado digno de quitar los sellos y
REVELAR el significado de las profecías.
Notemos ahora que
fue Yahweh quien dio estas profecías a Yahushua. Los primeros tres
versículos forman la introducción; leámoslos:
"La
revelación de Yahshua Ja Mashiaj, que Yahweh le dio, para manifestar a
sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola
por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la
palabra de Yahweh, y del testimonio de Yahshua Ja Mashiaj, y de todas
las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las
palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque
el tiempo está cerca" (Apocalipsis 1.1-3).
Notemos que fue
YAHWEH EL PADRE quien DIO ORIGEN a la profecía. Esta es la revelación,
no el encubrimiento, sino la EXPLICACIÓN, el descubrimiento que Yahshua
hace del libro que Yahweh el Padre le dio sellado.
Yahshua, el Verbo o VOCERO de Yahweh, nos dice claramente en Juan 12.49 y
en otros pasajes, que Él nada habló de sí mismo, sino solamente lo que
el Padre le encomendó que dijese. El Mashiaj Yahshua es el Verbo.
Yahshua es el REVELADOR.
Juan no es el revelador
Oímos la
expresión tan común: "Juan el Revelador", pero como ya hemos visto, esta
es la revelación de Yahshua. Es Mashiaj, no Juan, el que hace la
explicación. Esto mismo es otra clave vital para entender el contenido
de este libro. Así pues, dicha revelación se originó en Yahweh el Padre,
quien se la dio a Yahshua, el cual a su vez la envió y declaró por
medio de su ángel, a su siervo Juan. Por consiguiente, Juan fue
únicamente un siervo quien dio testimonio escrito de esa revelación. Él
fue simplemente el secretario o estenógrafo, Por así decirlo, pero no el
revelador.
Ahora, tomemos nota de que Juan testificó por
escrito acerca de tres cosas: 1) la palabra de Yahweh; 2) el testimonio
de Yahshua Ja Mashiaj; y 3) todas las cosas que vio.
Por lo tanto,
el libro de Apocalipsis, como toda la Escritura, es simplemente la
palabra de Yahweh; pero parte del mismo comprende las declaraciones
directas de Yahshua Ja Mashiaj, o sea la transcripción textual de sus
dichos. Luego Juan escribió las cosas que vio, en VISIÓN, o como la
Escritura lo expresa: "en el ESPÍRITU". Casi toda la profecía del libro
está comprendida en las cosas que Juan vio en VISIÓN, y la mayoría de
estas son SÍMBOLOS.
Luego encontramos en el tercer versículo, la
siguiente declaración: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las
palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque
el tiempo está cerca".
Una bienaventuranza o BENDICIÓN es
pronunciada a quien lea estas palabras… ¡siempre y cuando sea sumiso y
obediente para GUARDAR las ordenanzas incluidas en dicho mensaje!
La bella salutación empieza en el versículo 4 y continúa hasta el final
del capítulo primero. La clave dominante del libro, es decir su tema
Principal, aparece exactamente a la mitad del primer capítulo, en el
versículo décimo.
El tema del libro
¡He aquí el versículo
clave, el cual declara el tema de la revelación entera! Y es aquí,
precisamente, donde muchos empiezan a tropezar y a malentender.
El
tema es EL DÍA DE YAHWEH; leámoslo: "Yo estaba en el Espíritu en el día
de Yahweh y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta" (versículo
10).
Por no entenderse bien el citado versículo, se han
suscitado interminables controversias, trayendo por ende gran confusión,
ya que aseguran algunos que el DÍA de la semana en que Juan ESCRIBIÓ
este mensaje era sábado, y otros afirman que era domingo, ignorando que
Juan ¡no se estaba refiriendo a NINGÚN día de la semana!
El día en
que Juan se puso a escribir la revelación, si es que pudo haber escrito
todo en un sólo día, carece de importancia, puesto que este versículo no
se refiere a eso en lo absoluto, sino al período profético llamado en
más de 30 profecías el grande y terrible "DÍA DE YAHWEH".
Este hecho
es confirmado por el comentarista y experto en el idioma griego Adolf
Diessmann, quien escribió que tanto la gramática como el contexto
indican que "el `día de Yahweh’ aquí se refiere al día de Yahweh: el día
del juicio" (Encyclopædia Bíblica, artículo "Día del Señor"). El
erudito J.F.A. Hort, especialista en la crítica textual del Nuevo
Testamento, apoya este mismo concepto, confirmando que es el que "mejor
concuerda con el contexto" y que "revela el tema del libro" (The
Apocalypse, páginas 15-16).
En Espíritu - en VISIÓN - Juan
fue transportado hacia el futuro, fue proyectado hacia el día de
Yahweh, tiempo que está ya casi por iniciarse. Juan pudo ver, con casi
1.900 años de anticipación, lo que ocurrirá durante la presente
generación.
El profeta Joel describe el día de Yahwehcomo
el terrible período en que Yahweh enviará DESTRUCCIÓN sobre las inicuas
naciones del mundo. Sofonías lo llama el día de la IRA de Yahweh. Se
menciona a lo largo del libro de Apocalipsis para señalar la hora en que
Yahweh Todopoderoso aparecerá en escena, cuando de una manera
sobrenatural INTERVENDRÁ en la diabólica y destructiva contienda que
prevalece entre los hombres, ¡enviando sus PLAGAS para castigar a los
pecadores! Es el período que sigue inmediatamente después de la gran
tribulación y que CULMINARÁ en la GLORIOSA SEGUNDA VENIDA DE MASHIAJ.
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