EL DIVORCIO Y LA SOLUCION DE YAHWEH ESCRITA EN LA TORAH 3 PARTE
EL DIVORCIO Y LA SOLUCION DE YAHWEH ESCRITA EN LA TORAH 3 PARTE
Yahshua Ja Mashiaj nos libera a los de Su Kejilah de la muerte en que
antes nos encontrábamos. Antes de seguir, demos otro repaso.
Analicemos una vez mas los pasajes, y asegurémonos de comprender lo que
el Ruaj Ja Kodesh en Mateo 19:9 dice explícitamente y lo que dice
implícitamente ("entre líneas"), y lo que no dice de ninguna manera:
"Cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, Y SE CASE CON OTRA, comete adulterio."
Aquí se habla de un hombre "X" o "Y" que se divorcie de su mujer. No
se habla explícitamente de una mujer que se divorcie de su marido, pero
lógicamente también está implícito que la enseñanza dada allí se puede
referir a cualquier mujer que haga lo mismo que se expone en el texto.
La Torah dice que hay UNA LEY para todos:
"Una sola ley habrá, una sola ordenanza, para vosotros"..."Una misma ley y un mismo derecho tendréis..."
Pero dentro de esta misma Ley básica no podemos olvidar que existan
algunas leyes y cláusulas añadidas, dadas unas específicamente a los
hombres, y otras a las mujeres. Por ejemplo, las leyes respecto a la
cobertura del pelo y a la vestimenta de cada uno son diferentes, amigos
míos. Pero la ley que regula el divorcio es una para ambos.
Los hombres y las mujeres indudablemente son iguales ante los ojos de
Yahweh, pero no olvidemos que esto es así mientras cada uno cumpla con
los deberes y responsabilidades legales reservados por El para cada uno.
Nuestra fidelidad no nos convierte a todos en "hijos de Yahweh,"
preciosos míos---nos convierte en "Hijos" e "Hijas," dependiendo de
nuestro género.
Entonces, aunque para SIMPLIFICARNOS la vida
hayamos estado hablando---y seguiremos hablando---concretamente del caso
"del hombre" al que Yahushua hace referencia arriba, tengamos en
mente que el mismo principio también se aplicaría por igual a cualquier
mujer. (Y esto tampoco es "añadirle ni quitarle" nada a la Torah.)
Existen ciertas excepciones obvias a la regla general, pero para no
andar divagando demasiado, algunas de éstas las tocaremos cuando
terminemos de exponer nuestro punto. Veníamos diciendo que:
"Cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, Y SE CASE CON OTRA, comete adulterio."
Queridos míos, analicemos lo que Nuestro Amo y Soberano Yahshua
claramente revela en ese pasaje: el que se divorcie de su mujer por
cualquier otro motivo que no sea por infidelidad, no tiene la
aprobación de Yahweh para divorciarse.
Es así de sencillo.
Yahweh no considera tal matrimonio disuelto, porque su esposa no ha
cometido ningún tipo de inmoralidad sexual que pueda considerarse como
infidelidad o adulterio contra su marido. De manera que ese hombre
sigue siendo, a ojos de Yahweh, UNA SOLA CARNE con su actual mujer.
Por ende, amados míos, si cualquier hombre en esa situación
obstinadamente persistiere en abandonar a su esposa ("cualquiera que se
divorcie de su mujer")---la cual NO HA cometido infidelidad ("salvo por
infidelidad") y se casare con otra mujer ("Y SE CASE CON OTRA"), a
ojos de Yahweh, tal hombre sería quien en efecto estuviera cometiendo
adulterio contra su esposa abandonada ("COMETE ADULTERIO")!
Según
lo vé Yahweh, queridos míos, ¡él sería quien estuviese cometiendo
adulterio contra su mujer, porque ha dejado a su esposa fiel a un lado,
y se ha allegado sexualmente a otra mujer! Es muy fácil de entender.
Entonces, a ojos de Nuestro Padre Yahweh, el pecado de infidelidad
acabado de cometer por ese marido (al haberse casado con otra mujer),
daría motivo genuino a esta repudiada y perjudicada esposa para
divorciar "lícitamente" a su marido "por infidelidad."
También, volvemos a repetir (para que no hayan dudas), que se desprende
del anterior texto que cualquier marido que se divorcie de su mujer
según aprobado por Yahweh---es decir, POR INFIDELIDAD de su esposa---y
que se case con otra mujer, NO COMETE EL TAL ADULTERIO que claramente
afirma el texto que tal esposo cometería si él NO se divorciara de ella
por dicha única “cláusula de excepción” ("INFIDELIDAD") provista por
Yahweh.
La causal mencionada por Yahshua ("salvo por infidelidad")
es la UNICA "cláusula de excepción" dada por Yahweh en la Torah. En
ninguna parte de la Torah aparecen provisiones o instancias donde a la
“parte culpable” de un divorcio (al cónyuge infiel/adúltero
"contaminado") mientras permanezca impía se le permita volver a casarse
con otra persona---y ciertamente tal concepto no es enseñado en este
anterior texto.
Pero analicemos todos los ángulos, para tratar de
no dejar fuera ninguna posibilidad. En todo caso, ¿a quién no se le
permitiría volverse a casar tras un divorcio, amados míos? Leamos otra
vez los pasajes paralelos en Mattityahj:
"Cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, Y SE CASE CON OTRA, comete adulterio."
"Pero Yo les digo que todo el que se divorcia de su mujer, A NO SER POR
CAUSA DE INFIDELIDAD, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se
casa con una mujer divorciada, comete adulterio."
Según
habíamos dilucidado mediante el Ruaj Ja Kodesh y lo revelado en la
Palabra, si un hombre se divorcia de una mujer por la INFIDELIDAD de
ella, entonces su divorcio ha sido válido ante Yahweh, y él se puede
casar con otra mujer que le sea fiel. Pero, contrario a su marido,
ella no se puede dar en matrimonio a otro hombre, porque tras su pecado
de infidelidad, ella ya no es vírgen ni está pura; pues habiendo
todavía estado legalmente casada con su marido (a ojos de Yahweh) ya
había sostenido relaciones sexuales (entrado en adulterio) con otro
hombre---a quien también ella hizo cometer adulterio con ella, según la
Torah. Ambos han transgredido la Ley y sus tecnisismos legales
(posteriormente añadidos "a causa de las transgresiones.")
Ya ambos
cometieron pecado en este caso (pecado de adulterio); y se tienen que
arrepentir, como todo aquel que peque. Ninguno de ellos dos (la mujer
divorciada y el que fue su amante y compañero de pecado) puede
LEGITIMAMENTE llegar al matrimonio uno con otro, ni con otra persona,
sin antes haberse arrepentido de su pecado de adulterio y haber sido
hechos limpios por Yahweh. Y el primer marido también pecó y se tiene
que arrepentir--- aunque él no se haya allegado a otra mujer---por haber
repudiado ilegítimamente a su esposa, y causado todo este posterior
lío.
El asunto podría tornarse aún mas complicado, queridos amigos y amigas.
Por ejemplo, si el hombre con quien esa mujer ilegítimamente divorciada
pecó era casado, su esposa también lo podría divorciar, pero
lícitamente en este caso, por él haber cometido adulterio con esa otra
mujer ilegítimamente divorciada. Tiene pecado DOBLE: uno por ser un
hombre casado y haber cometido infidelidad a su esposa, y otro por
haberlo cometido con una mujer que también a ojos de Yahweh era casada.
Ese hombre se tendría que arrepentir de su "doble pecado," para volver
a ser hecho limpio a ojos de Yahweh.
Recalquemos nuevamente
que la esposa de este hombre tiene la prerrogativa de perdonar la
infidelidad de su marido SI EL SE ARREPIENTE, pero ella no está
obligada por Yahweh a hacerlo. En todo caso, ella tiene base legal (en
la Torah) para divorciarlo.
Sin embargo, queridos míos, si
el hombre con quien aquella mujer (la casada e ilegítimamente
divorciada---a ojos de Yahweh) cometió pecado de adulterio ERA
SOLTERO; entonces esta mujer ahora genuinamente convertida en adúltera
podría---obviamente tras haber sido repudiada y divorciada por su
marido legal---casarse de nuevo. Pero con las siguientes condiciones,
para no seguir "llenando la tierra de pecado." La primera de estas
condiciones es la que ya mencionamos: tras su adulterio, su marido le
tiene que haber repudiado o "dado carta de divorcio."
En
segundo lugar, esta mujer divorciada y posteriormente adúltera se
podría casar solamente con ese hombre con quien ella ya estuvo unida en
una sola carne. Pero solamente si ambos se arrepintiesen del pecado
que cometieron estando ella todavía legalmente casada con su primer
esposo. Esta es la tercera condición. Y tenemos el caso del Rey Dawid Y
Betsabé como ejemplo. Lo pueden corroborar en la Torah y con el
mensaje que un poco mas abajo les tenemos publicado.
De esta
manera---siguiendo todos estos parámetros---mantenemos el pecado bajo
control, y confinado solamente a los ya envueltos en él, pues de otra
forma el pecado tomaría el control de nosotros y se seguiría
extendiendo---y "quedaría esta tierra totalmente profanada."
Recordemos el pecado que el Rey Dawid cometió al desear a (y fornicar en su alma con) UNA MUJER CASADA.
“Un día, al caer la tarde, se levantó Dawid de su lecho, y se paseaba
sobre el terrado de la casa real, cuando vió desde el terrado a una
mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa” (2 Samuel 11:2)
Amados, no entraremos en especulaciones sobre si esta mujer hermosa y
voluptuosa, que era casada, se estaba exhibiendo a sabiendas de que el
Rey la pudiera estar observando desde el palacio, o si no estaba
consciente de ello. El asunto es ella que debió haber tomado mas
precauciones para que nadie la pudiese ver desnuda cuando se estaba
bañando, porque sin duda alguna el Rey Dawid la vió, y la deseó en su
corazón.
Luego Dawid se aseguró de que el marido de esta mujer
llamada Betsabé fuese asesinado, y procedió a "casarse" con la
"ahora-viuda." Dawid cometió adulterio, queridos míos, y mediante su
lujuria hizo que esta mujer casada también cometiera adulterio. El
condujo a ambos al pecado, y lo planificó todo para que ambos
terminaran en un mismo lecho. La prueba está en que la Torah lo
confirma:
"Pero lo que Dawid había hecho fue malo a los ojos de YAHWEH” (2 Samuel 1:27)
Mas allá de todo esto, en este relato vemos que finalmente---y tras un
profundo arrepentimiento (y una merecida, respectiva y proporcional
serie de castigos)---Yahweh les permitió a ambos permanecer casados.
¡Ahí no hubo un divorcio, ni una separación tras el adulterio original,
amados míos! En efecto, hubo un matrimonio entre ambos adúlteros.
Ya se habían unido en una sola carne.
¡Efectivamente, Dawid y Betsabé permanecieron casados!
Por supuesto, con esto nadie está diciendo que tenemos que imitar el
pecado del Rey Dawid, ¡de ninguna manera!, pero la enseñanza aquí es
para quienes ya hayan incurrido en un pecado similar al de Dawid y de
Betsabé, y la Torah muestra la mejor manera de remediarlo.
Amados míos, saber que lo que Dawid hizo que resultó ser "malo a los
ojos de Yahweh,” nos invita a hacernos preguntas prácticas del tipo:
¿Por qué Dawid lo hizo? ¿Cómo Betsabé se dejó arrastrar?
¿Para qué aparecen descritos estos vergonzosos sucesos en la Escritura
Kodesh? ¿Qué debo aprender de ellos, imitar o evitar...?
¿Cómo puedo aplicar esta enseñanza a situaciones similares...?
Ahora bien, algunas otras personas entienden 1ª Corintios 7:15 que
habla específicamente de un cónyuge incrédulo, como otra “excepción” que
permite un segundo casamiento si un cónyuge incrédulo se divorcia de un
creyente. Sin embargo, el contexto no hace mención alguna de un
segundo casamiento, sino que solamente dice que un creyente no está
limitado a permanecer en un matrimonio, si un cónyuge no creyente le
hace la vida imposible a su cónyuge y quiere abandonarlo. Sahul
aconseja todo lo contrario:
"Si un hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, ¡NO la abandone!" 1 Cor 7: 12
Y vice-versa. ¿Por qué no se debe abandonar al cónyuge no-creyente? La misma Escritura lo revela:
"Porque el esposo no creyente ha sido santificado por la unión con su
esposa, y la esposa no creyente ha sido santificada por la unión con su
esposo creyente. Si así no fuera, sus hijos serían impuros, mientras
que, de hecho, son kodesh." 1 Cor 7:14
Otros demandan que el
abuso verbal o físico al cónyuge o a un hijo son razones contundentes y
válidas para el divorcio, aunque no están listadas como tales en la
Escritura. Aunque éste bien pudiera ser el caso, nunca es sabio suponer
sobre la Palabra de Yahweh al punto de estirarla demasiado.
Contrario al pecado de adulterio---al que no se le puede dar vuelta
atrás tan fácilmente debido a las consecuencias y contaminaciones que
arrastra---estos otros casos de violencia y abuso son situaciones
serias, pero que muy bien podrían resolverse denunciándolas e
involucrando a la parentela de ambos, a los ancianos de la Kejilah,
ó---en el peor de los casos---a las autoridades civiles.
Algunas veces, los hermanos violan el mandato acerca de no contender
con la Palabra inspirada, y el de no discutir por vana palabrería; y,
quedando ciegos y perdidos en una discusión sobre que constituye
exactamente la "cláusula de excepción" dada por Yahweh, ignoran que
está el hecho de que lo que fuere que signifique ó no esa “infidelidad
marital,” ésta es sin embargo un permiso de Yahweh para encausar un
divorcio, y no un requisito ni un medio permitido por Yahweh para
provocar el mismo.
Aún cuando se haya cometido adulterio, queridos
míos y de Yahweh, una pareja puede tener la prerrogativa, por medio de
la gracia o favor de Yahweh, de aprender a perdonar una infidelidad, y
de comenzar a reconstruir su matrimonio. Esto queda a discresión de
ambos cónyuges. Podemos usar el adulterio de un cónyuge para
divorciarlo, o para perdonarlo.
Pero no ignoremos que Yahweh
nos ha perdonado mucho más que eso a nosotros, habiéndonos llamado,
para rescatarnos y descontaminarnos, y que queremos que El perdone
nuestros pecados según nosotros perdonamos los pecados de nuestro
prójimo. Con seguridad podemos seguir Su ejemplo, y aún perdonar el
pecado del adulterio tal como El nos lo ha perdonado a nosotros
(Efesios 4:32).
"¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti?" (Matt 18:33)
"Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros." (Matt 6:14)
Yahweh perdona, preciosos míos, pero El perdona AL QUE SE ARREPIENTE.
Sin embargo, en muchas instancias un cónyuge infiel permanece
impenitente y continúa en un patrón hipócrita y repetitivo de
inmoralidad sexual. Ahí es donde el peso completo de la Ley dada en
Mateo 19:9 puede ser aplicado.
"Y yo os digo: Cualquiera que
repudiare a su esposa, a no ser por causa de fornicación, y se casare
con otra, adultera; y el que se casare con la repudiada, (también)
adultera."
Algunos hermanos y "llamados" también cuentan
demasiado rápido con el segundo casamiento después de pasar por un
divorcio, cuando posiblemente el deseo de Yahweh sería que
permanecieran solteros un tiempo mas, o incluso el resto de su vida.
Algunas veces Yahweh invita a una persona a permanecer soltera, de
manera que su atención a El no esté dividida (1ª Corintios 7:32-35).
Preciosos míos y del Cordero, el segundo casamiento después de un
divorcio legítimo (dentro de los parámetros de la Ley de Yahweh) puede
ser una opción viable en algunas circunstancias, pero ello no significa
que esta sea la única opción. Uno o ambos de los ex-cónyuges pueden
decidir voluntariamente quedarse solteros, aunque se hayan divorciado
(legalmente) por la infidelidad de uno de ellos.
Resulta tan
irónico como doloroso, que la tasa de divorcio entre la cristiandad sea
casi tan alto como el del mundo incrédulo, y que algunos hermanos y
"llamados" todavía estén siguiendo e imitando sus disoluciones. La
Palabra Kodesh deja meridianamente claro que Yahweh odia el divorcio
(Malaquías 2:16), y esa reconciliación y perdón deberían ser las pautas
en la vida de un verdadero creyente (Lucas 11:4; Efesios 4:32).
No obstante, Yahweh reconoce que el divorcio inevitablemente se va a
dar aún entre algunos de Sus hijos. Un creyente divorciado o vuelto a
casar no debería sentirse menos amado por Su Padre Yahweh, aún si su
divorcio o segundo matrimonio no estuvieran cubiertos bajo la
determinada "cláusula de excepción" dada en Mateo 19:9.
¡Nuestro Abba Yahweh a menudo utiliza aún nuestra pasada desobediencia
pecaminosa y sus consecuencias, para llevar a cabo una gran cantidad de
cosas buenas! La infidelidad de un cónyuge, y el subsiguiente divorcio
o perdón---dependiendo de lo que escojamos hacer---pueden ser unas de
estas cosas que Yahweh usa para refinarnos.
"Y sabemos que a los que
aman a Yahweh, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados."
Ciertamente, como
comenta Shaul, mediante la Ley reconocimos el pecado, el cual de no
haber sido por la Ley, ¡nunca hubiéramos reconocido! Hay muchas
variaciones del pecado, queridos míos, y muchas diversificaciones de la
Ley para lidiar efectivamente con el mismo. Pero para poder obedecer
la Ley correctamente, tenemos que conocer la Ley en todos sus puntos,
con todas sus cláusulas y excepciones. De otra manera, ¿qué podríamos
entender del siguiente pasaje?
"A los casados instruyo, no yo,
sino Yahweh: que la mujer no debe dejar al marido. Pero si lo deja,
quédese sin casar, o de lo contrario que se reconcilie con su marido, y
que el marido no abandone a su mujer." 1 Cor 7:10
Podríamos
entender que Yahweh dice que nadie que esté casado---sea hombre o sea
mujer---nunca debe de dejar a su cónyuge, ¡y mucho menos volverse a
casar con otra persona!
Pero por definición, la Escritura no
se puede contradecir a sí misma. En la Escritura también hay otros
pasajes que afirman que bajo ciertas circunstancias o condiciones
(específicamente INFIDELIDAD CONYUGAL), un hombre y una mujer se pueden
divorciar, y cito nuevamente:
"Cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, Y SE CASE CON OTRA, comete adulterio."
Y si verdaderamente queremos arribar a la "sana doctrina" kodesh
respecto al divorcio, no podemos dejar estos pasajes "colgando" como si
no existieran. No podemos ignorarlos, ni tampoco utilizar un pasaje
para anular otros. Yahweh no se puede contradecir, amados míos, El no
podría decir "sí" y "no" al mismo tiempo a la misma doctrina.
De manera que tenemos que ser diestros y "saber dividir correctamente
la palabra." Esto significa tomar toda la evidencia, encontra da "un
poquito aquí, y otro poquito allá," y saber ARMONIZAR unos pasajes con
otros. Tenemos que estar dispuestos a dejarnos corregir por el Ruaj Ja
Kodesh cuando nos esté tratando de "guiar hacia toda Verdad."
Ya hemos visto que un hombre o una mujer kodesh, legalmente divorciados
de un cónyuge infiel, se pueden volver a casar. Según la Torah,
¿bajo que otras circunstancias se puede volver a casar una mujer
lícitamente?
"La mujer está ligada a su esposo mientras él vive;
PERO SI EL ESPOSO MUERE, ella queda libre para casarse con quien
quiera, con tal de que sea en Yahweh."
Ahí tenemos la
respuesta. La muerte de su marido deja libre a la mujer para volverse a
casar con otro creyente en Yahweh. Pero esto no habla de divorcio
alguno, sino de viudez.
Pero, ¿a qué se refiere el Ruaj Ja Kodesh, cuando dice...
"...que la mujer no debe dejar al marido, pero si lo deja, quédese sin
casar, o de lo contrario que se reconcilie con su marido, y que el
marido no abandone a su mujer"...? 1 Cor 7:10
Se refiere a que
los casados no se deben de abandonar unos a otros frívolamente, y que
si lo han hecho, deben recapacitar y se deben de reconciliar; EN VEZ
DE APROVECHARSE DE LA SITUACION PARA CASARSE CON TERCEROS, porque "lo
que Yahweh ha UNIDO," no lo puede separar el hombre sino el mismo
Yahweh....y Yahweh separa a dos personas casadas solamente si como
mínimo, uno de los dos comete INFIDELIDAD.
De otra manera,
queridos míos, los hijos de ambos serían "hijos del adulterio" y con
el tiempo, "esta tierra quedaría totalmente profanada," como dijo el
profeta Jeremías en 3:1. Si la mujer fuera como aquella samaritana
que Yahushua entrevistó junto al pozo, en vez de ser kodesh, la tierra
quedaría totalmente contaminada. Aquella mujer había tenido cinco
"maridos" sin estar casada con ninguno de ellos, y ahora tenía un sexto
hombre. Aparentemente para ella no había ninguna diferencia entre la
mujer y el hombre, porque vivía sin ley alguna, y tal ve de forma
inconciente ella estaba tratando de hacer lo mismo que un hombre que
puede tener varias esposas, pero ella no podía tener varios esposos a
la misma vez.
Espiritualmente- y potencialmente-hablando, el
hombre y la mujer pueden ser iguales, y en efecto lo serán. Pero
físicamente nadie puede negar que existan diferencias entre ambos.
En resumidas cuentas, amados míos, es mejor decir NO al divorcio al
igual que dice Yahweh, y tratar de permanecer casados excepto en
situaciones realmente graves como cuando haya infidelidad, engaño
previo, o un cónyuge incrédulo le haga la vida imposible y mantenga en
servidumbre al cónyuge creyente, recordando que solamente en los dos
primeros casos se le permite al cónyuge engañado volverse a casar!
Con todo amor kodesh y solicitud,
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