26/3/13

EL DIVORCIO Y LA SOLUCION DE YAHWEH ESCRITA EN LA TORAH 3 PARTE

EL DIVORCIO Y LA SOLUCION DE YAHWEH ESCRITA EN LA TORAH 3 PARTE

Yahshua Ja Mashiaj nos libera a los de Su Kejilah de la muerte en que antes nos encontrábamos. Antes de seguir, demos otro repaso. Analicemos una vez mas los pasajes, y asegurémonos de comprender lo que el Ruaj Ja Kodesh en Mateo 19:9 dice explícitamente y lo que dice implícitamente ("entre líneas"), y lo que no dice de ninguna manera:
"Cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, Y SE CASE CON OTRA, comete adulterio."

Aquí se habla de un hombre "X" o "Y" que se divorcie de su mujer. No se habla explícitamente de una mujer que se divorcie de su marido, pero lógicamente también está implícito que la enseñanza dada allí se puede referir a cualquier mujer que haga lo mismo que se expone en el texto. La Torah dice que hay UNA LEY para todos:

"Una sola ley habrá, una sola ordenanza, para vosotros"..."Una misma ley y un mismo derecho tendréis..."

Pero dentro de esta misma Ley básica no podemos olvidar que existan algunas leyes y cláusulas añadidas, dadas unas específicamente a los hombres, y otras a las mujeres. Por ejemplo, las leyes respecto a la cobertura del pelo y a la vestimenta de cada uno son diferentes, amigos míos. Pero la ley que regula el divorcio es una para ambos.

Los hombres y las mujeres indudablemente son iguales ante los ojos de Yahweh, pero no olvidemos que esto es así mientras cada uno cumpla con los deberes y responsabilidades legales reservados por El para cada uno. Nuestra fidelidad no nos convierte a todos en "hijos de Yahweh," preciosos míos---nos convierte en "Hijos" e "Hijas," dependiendo de nuestro género.

Entonces, aunque para SIMPLIFICARNOS la vida hayamos estado hablando---y seguiremos hablando---concretamente del caso "del hombre" al que Yahushua hace referencia arriba, tengamos en mente que el mismo principio también se aplicaría por igual a cualquier mujer. (Y esto tampoco es "añadirle ni quitarle" nada a la Torah.) Existen ciertas excepciones obvias a la regla general, pero para no andar divagando demasiado, algunas de éstas las tocaremos cuando terminemos de exponer nuestro punto. Veníamos diciendo que:
"Cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, Y SE CASE CON OTRA, comete adulterio."
Queridos míos, analicemos lo que Nuestro Amo y Soberano Yahshua claramente revela en ese pasaje: el que se divorcie de su mujer por cualquier otro motivo que no sea por infidelidad, no tiene la aprobación de Yahweh para divorciarse.

Es así de sencillo. Yahweh no considera tal matrimonio disuelto, porque su esposa no ha cometido ningún tipo de inmoralidad sexual que pueda considerarse como infidelidad o adulterio contra su marido. De manera que ese hombre sigue siendo, a ojos de Yahweh, UNA SOLA CARNE con su actual mujer.

Por ende, amados míos, si cualquier hombre en esa situación obstinadamente persistiere en abandonar a su esposa ("cualquiera que se divorcie de su mujer")---la cual NO HA cometido infidelidad ("salvo por infidelidad") y se casare con otra mujer ("Y SE CASE CON OTRA"), a ojos de Yahweh, tal hombre sería quien en efecto estuviera cometiendo adulterio contra su esposa abandonada ("COMETE ADULTERIO")!
Según lo vé Yahweh, queridos míos, ¡él sería quien estuviese cometiendo adulterio contra su mujer, porque ha dejado a su esposa fiel a un lado, y se ha allegado sexualmente a otra mujer! Es muy fácil de entender.
Entonces, a ojos de Nuestro Padre Yahweh, el pecado de infidelidad acabado de cometer por ese marido (al haberse casado con otra mujer), daría motivo genuino a esta repudiada y perjudicada esposa para divorciar "lícitamente" a su marido "por infidelidad."

También, volvemos a repetir (para que no hayan dudas), que se desprende del anterior texto que cualquier marido que se divorcie de su mujer según aprobado por Yahweh---es decir, POR INFIDELIDAD de su esposa---y que se case con otra mujer, NO COMETE EL TAL ADULTERIO que claramente afirma el texto que tal esposo cometería si él NO se divorciara de ella por dicha única “cláusula de excepción” ("INFIDELIDAD") provista por Yahweh.
La causal mencionada por Yahshua ("salvo por infidelidad") es la UNICA "cláusula de excepción" dada por Yahweh en la Torah. En ninguna parte de la Torah aparecen provisiones o instancias donde a la “parte culpable” de un divorcio (al cónyuge infiel/adúltero "contaminado") mientras permanezca impía se le permita volver a casarse con otra persona---y ciertamente tal concepto no es enseñado en este anterior texto.
Pero analicemos todos los ángulos, para tratar de no dejar fuera ninguna posibilidad. En todo caso, ¿a quién no se le permitiría volverse a casar tras un divorcio, amados míos? Leamos otra vez los pasajes paralelos en Mattityahj:

"Cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, Y SE CASE CON OTRA, comete adulterio."

"Pero Yo les digo que todo el que se divorcia de su mujer, A NO SER POR CAUSA DE INFIDELIDAD, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio."

Según habíamos dilucidado mediante el Ruaj Ja Kodesh y lo revelado en la Palabra, si un hombre se divorcia de una mujer por la INFIDELIDAD de ella, entonces su divorcio ha sido válido ante Yahweh, y él se puede casar con otra mujer que le sea fiel. Pero, contrario a su marido, ella no se puede dar en matrimonio a otro hombre, porque tras su pecado de infidelidad, ella ya no es vírgen ni está pura; pues habiendo todavía estado legalmente casada con su marido (a ojos de Yahweh) ya había sostenido relaciones sexuales (entrado en adulterio) con otro hombre---a quien también ella hizo cometer adulterio con ella, según la Torah. Ambos han transgredido la Ley y sus tecnisismos legales (posteriormente añadidos "a causa de las transgresiones.")
Ya ambos cometieron pecado en este caso (pecado de adulterio); y se tienen que arrepentir, como todo aquel que peque. Ninguno de ellos dos (la mujer divorciada y el que fue su amante y compañero de pecado) puede LEGITIMAMENTE llegar al matrimonio uno con otro, ni con otra persona, sin antes haberse arrepentido de su pecado de adulterio y haber sido hechos limpios por Yahweh. Y el primer marido también pecó y se tiene que arrepentir--- aunque él no se haya allegado a otra mujer---por haber repudiado ilegítimamente a su esposa, y causado todo este posterior lío.

El asunto podría tornarse aún mas complicado, queridos amigos y amigas.

Por ejemplo, si el hombre con quien esa mujer ilegítimamente divorciada pecó era casado, su esposa también lo podría divorciar, pero lícitamente en este caso, por él haber cometido adulterio con esa otra mujer ilegítimamente divorciada. Tiene pecado DOBLE: uno por ser un hombre casado y haber cometido infidelidad a su esposa, y otro por haberlo cometido con una mujer que también a ojos de Yahweh era casada. Ese hombre se tendría que arrepentir de su "doble pecado," para volver a ser hecho limpio a ojos de Yahweh.

Recalquemos nuevamente que la esposa de este hombre tiene la prerrogativa de perdonar la infidelidad de su marido SI EL SE ARREPIENTE, pero ella no está obligada por Yahweh a hacerlo. En todo caso, ella tiene base legal (en la Torah) para divorciarlo.

Sin embargo, queridos míos, si el hombre con quien aquella mujer (la casada e ilegítimamente divorciada---a ojos de Yahweh) cometió pecado de adulterio ERA SOLTERO; entonces esta mujer ahora genuinamente convertida en adúltera podría---obviamente tras haber sido repudiada y divorciada por su marido legal---casarse de nuevo. Pero con las siguientes condiciones, para no seguir "llenando la tierra de pecado." La primera de estas condiciones es la que ya mencionamos: tras su adulterio, su marido le tiene que haber repudiado o "dado carta de divorcio."

En segundo lugar, esta mujer divorciada y posteriormente adúltera se podría casar solamente con ese hombre con quien ella ya estuvo unida en una sola carne. Pero solamente si ambos se arrepintiesen del pecado que cometieron estando ella todavía legalmente casada con su primer esposo. Esta es la tercera condición. Y tenemos el caso del Rey Dawid Y Betsabé como ejemplo. Lo pueden corroborar en la Torah y con el mensaje que un poco mas abajo les tenemos publicado.

De esta manera---siguiendo todos estos parámetros---mantenemos el pecado bajo control, y confinado solamente a los ya envueltos en él, pues de otra forma el pecado tomaría el control de nosotros y se seguiría extendiendo---y "quedaría esta tierra totalmente profanada."

Recordemos el pecado que el Rey Dawid cometió al desear a (y fornicar en su alma con) UNA MUJER CASADA.
“Un día, al caer la tarde, se levantó Dawid de su lecho, y se paseaba sobre el terrado de la casa real, cuando vió desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa” (2 Samuel 11:2)
Amados, no entraremos en especulaciones sobre si esta mujer hermosa y voluptuosa, que era casada, se estaba exhibiendo a sabiendas de que el Rey la pudiera estar observando desde el palacio, o si no estaba consciente de ello. El asunto es ella que debió haber tomado mas precauciones para que nadie la pudiese ver desnuda cuando se estaba bañando, porque sin duda alguna el Rey Dawid la vió, y la deseó en su corazón.

Luego Dawid se aseguró de que el marido de esta mujer llamada Betsabé fuese asesinado, y procedió a "casarse" con la "ahora-viuda." Dawid cometió adulterio, queridos míos, y mediante su lujuria hizo que esta mujer casada también cometiera adulterio. El condujo a ambos al pecado, y lo planificó todo para que ambos terminaran en un mismo lecho. La prueba está en que la Torah lo confirma:

"Pero lo que Dawid había hecho fue malo a los ojos de YAHWEH” (2 Samuel 1:27)

Mas allá de todo esto, en este relato vemos que finalmente---y tras un profundo arrepentimiento (y una merecida, respectiva y proporcional serie de castigos)---Yahweh les permitió a ambos permanecer casados. ¡Ahí no hubo un divorcio, ni una separación tras el adulterio original, amados míos! En efecto, hubo un matrimonio entre ambos adúlteros. Ya se habían unido en una sola carne.

¡Efectivamente, Dawid y Betsabé permanecieron casados!

Por supuesto, con esto nadie está diciendo que tenemos que imitar el pecado del Rey Dawid, ¡de ninguna manera!, pero la enseñanza aquí es para quienes ya hayan incurrido en un pecado similar al de Dawid y de Betsabé, y la Torah muestra la mejor manera de remediarlo.

Amados míos, saber que lo que Dawid hizo que resultó ser "malo a los ojos de Yahweh,” nos invita a hacernos preguntas prácticas del tipo: ¿Por qué Dawid lo hizo? ¿Cómo Betsabé se dejó arrastrar?

¿Para qué aparecen descritos estos vergonzosos sucesos en la Escritura Kodesh? ¿Qué debo aprender de ellos, imitar o evitar...?
¿Cómo puedo aplicar esta enseñanza a situaciones similares...?

Ahora bien, algunas otras personas entienden 1ª Corintios 7:15 que habla específicamente de un cónyuge incrédulo, como otra “excepción” que permite un segundo casamiento si un cónyuge incrédulo se divorcia de un creyente. Sin embargo, el contexto no hace mención alguna de un segundo casamiento, sino que solamente dice que un creyente no está limitado a permanecer en un matrimonio, si un cónyuge no creyente le hace la vida imposible a su cónyuge y quiere abandonarlo. Sahul aconseja todo lo contrario:
"Si un hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, ¡NO la abandone!" 1 Cor 7: 12
Y vice-versa. ¿Por qué no se debe abandonar al cónyuge no-creyente? La misma Escritura lo revela:
"Porque el esposo no creyente ha sido santificado por la unión con su esposa, y la esposa no creyente ha sido santificada por la unión con su esposo creyente. Si así no fuera, sus hijos serían impuros, mientras que, de hecho, son kodesh." 1 Cor 7:14

Otros demandan que el abuso verbal o físico al cónyuge o a un hijo son razones contundentes y válidas para el divorcio, aunque no están listadas como tales en la Escritura. Aunque éste bien pudiera ser el caso, nunca es sabio suponer sobre la Palabra de Yahweh al punto de estirarla demasiado.

Contrario al pecado de adulterio---al que no se le puede dar vuelta atrás tan fácilmente debido a las consecuencias y contaminaciones que arrastra---estos otros casos de violencia y abuso son situaciones serias, pero que muy bien podrían resolverse denunciándolas e involucrando a la parentela de ambos, a los ancianos de la Kejilah, ó---en el peor de los casos---a las autoridades civiles.

Algunas veces, los hermanos violan el mandato acerca de no contender con la Palabra inspirada, y el de no discutir por vana palabrería; y, quedando ciegos y perdidos en una discusión sobre que constituye exactamente la "cláusula de excepción" dada por Yahweh, ignoran que está el hecho de que lo que fuere que signifique ó no esa “infidelidad marital,” ésta es sin embargo un permiso de Yahweh para encausar un divorcio, y no un requisito ni un medio permitido por Yahweh para provocar el mismo.
Aún cuando se haya cometido adulterio, queridos míos y de Yahweh, una pareja puede tener la prerrogativa, por medio de la gracia o favor de Yahweh, de aprender a perdonar una infidelidad, y de comenzar a reconstruir su matrimonio. Esto queda a discresión de ambos cónyuges. Podemos usar el adulterio de un cónyuge para divorciarlo, o para perdonarlo.

Pero no ignoremos que Yahweh nos ha perdonado mucho más que eso a nosotros, habiéndonos llamado, para rescatarnos y descontaminarnos, y que queremos que El perdone nuestros pecados según nosotros perdonamos los pecados de nuestro prójimo. Con seguridad podemos seguir Su ejemplo, y aún perdonar el pecado del adulterio tal como El nos lo ha perdonado a nosotros (Efesios 4:32).
"¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti?" (Matt 18:33)

"Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros." (Matt 6:14)

Yahweh perdona, preciosos míos, pero El perdona AL QUE SE ARREPIENTE. Sin embargo, en muchas instancias un cónyuge infiel permanece impenitente y continúa en un patrón hipócrita y repetitivo de inmoralidad sexual. Ahí es donde el peso completo de la Ley dada en Mateo 19:9 puede ser aplicado.

"Y yo os digo: Cualquiera que repudiare a su esposa, a no ser por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera; y el que se casare con la repudiada, (también) adultera."

Algunos hermanos y "llamados" también cuentan demasiado rápido con el segundo casamiento después de pasar por un divorcio, cuando posiblemente el deseo de Yahweh sería que permanecieran solteros un tiempo mas, o incluso el resto de su vida. Algunas veces Yahweh invita a una persona a permanecer soltera, de manera que su atención a El no esté dividida (1ª Corintios 7:32-35).

Preciosos míos y del Cordero, el segundo casamiento después de un divorcio legítimo (dentro de los parámetros de la Ley de Yahweh) puede ser una opción viable en algunas circunstancias, pero ello no significa que esta sea la única opción. Uno o ambos de los ex-cónyuges pueden decidir voluntariamente quedarse solteros, aunque se hayan divorciado (legalmente) por la infidelidad de uno de ellos.

Resulta tan irónico como doloroso, que la tasa de divorcio entre la cristiandad sea casi tan alto como el del mundo incrédulo, y que algunos hermanos y "llamados" todavía estén siguiendo e imitando sus disoluciones. La Palabra Kodesh deja meridianamente claro que Yahweh odia el divorcio (Malaquías 2:16), y esa reconciliación y perdón deberían ser las pautas en la vida de un verdadero creyente (Lucas 11:4; Efesios 4:32).

No obstante, Yahweh reconoce que el divorcio inevitablemente se va a dar aún entre algunos de Sus hijos. Un creyente divorciado o vuelto a casar no debería sentirse menos amado por Su Padre Yahweh, aún si su divorcio o segundo matrimonio no estuvieran cubiertos bajo la determinada "cláusula de excepción" dada en Mateo 19:9.

¡Nuestro Abba Yahweh a menudo utiliza aún nuestra pasada desobediencia pecaminosa y sus consecuencias, para llevar a cabo una gran cantidad de cosas buenas! La infidelidad de un cónyuge, y el subsiguiente divorcio o perdón---dependiendo de lo que escojamos hacer---pueden ser unas de estas cosas que Yahweh usa para refinarnos.
"Y sabemos que a los que aman a Yahweh, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

Ciertamente, como comenta Shaul, mediante la Ley reconocimos el pecado, el cual de no haber sido por la Ley, ¡nunca hubiéramos reconocido! Hay muchas variaciones del pecado, queridos míos, y muchas diversificaciones de la Ley para lidiar efectivamente con el mismo. Pero para poder obedecer la Ley correctamente, tenemos que conocer la Ley en todos sus puntos, con todas sus cláusulas y excepciones. De otra manera, ¿qué podríamos entender del siguiente pasaje?

"A los casados instruyo, no yo, sino Yahweh: que la mujer no debe dejar al marido. Pero si lo deja, quédese sin casar, o de lo contrario que se reconcilie con su marido, y que el marido no abandone a su mujer." 1 Cor 7:10

Podríamos entender que Yahweh dice que nadie que esté casado---sea hombre o sea mujer---nunca debe de dejar a su cónyuge, ¡y mucho menos volverse a casar con otra persona!

Pero por definición, la Escritura no se puede contradecir a sí misma. En la Escritura también hay otros pasajes que afirman que bajo ciertas circunstancias o condiciones (específicamente INFIDELIDAD CONYUGAL), un hombre y una mujer se pueden divorciar, y cito nuevamente:

"Cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, Y SE CASE CON OTRA, comete adulterio."

Y si verdaderamente queremos arribar a la "sana doctrina" kodesh respecto al divorcio, no podemos dejar estos pasajes "colgando" como si no existieran. No podemos ignorarlos, ni tampoco utilizar un pasaje para anular otros. Yahweh no se puede contradecir, amados míos, El no podría decir "sí" y "no" al mismo tiempo a la misma doctrina.

De manera que tenemos que ser diestros y "saber dividir correctamente la palabra." Esto significa tomar toda la evidencia, encontra da "un poquito aquí, y otro poquito allá," y saber ARMONIZAR unos pasajes con otros. Tenemos que estar dispuestos a dejarnos corregir por el Ruaj Ja Kodesh cuando nos esté tratando de "guiar hacia toda Verdad."

Ya hemos visto que un hombre o una mujer kodesh, legalmente divorciados de un cónyuge infiel, se pueden volver a casar. Según la Torah, ¿bajo que otras circunstancias se puede volver a casar una mujer lícitamente?
"La mujer está ligada a su esposo mientras él vive; PERO SI EL ESPOSO MUERE, ella queda libre para casarse con quien quiera, con tal de que sea en Yahweh."

Ahí tenemos la respuesta. La muerte de su marido deja libre a la mujer para volverse a casar con otro creyente en Yahweh. Pero esto no habla de divorcio alguno, sino de viudez.

Pero, ¿a qué se refiere el Ruaj Ja Kodesh, cuando dice...
"...que la mujer no debe dejar al marido, pero si lo deja, quédese sin casar, o de lo contrario que se reconcilie con su marido, y que el marido no abandone a su mujer"...? 1 Cor 7:10

Se refiere a que los casados no se deben de abandonar unos a otros frívolamente, y que si lo han hecho, deben recapacitar y se deben de reconciliar; EN VEZ DE APROVECHARSE DE LA SITUACION PARA CASARSE CON TERCEROS, porque "lo que Yahweh ha UNIDO," no lo puede separar el hombre sino el mismo Yahweh....y Yahweh separa a dos personas casadas solamente si como mínimo, uno de los dos comete INFIDELIDAD.

De otra manera, queridos míos, los hijos de ambos serían "hijos del adulterio" y con el tiempo, "esta tierra quedaría totalmente profanada," como dijo el profeta Jeremías en 3:1. Si la mujer fuera como aquella samaritana que Yahushua entrevistó junto al pozo, en vez de ser kodesh, la tierra quedaría totalmente contaminada. Aquella mujer había tenido cinco "maridos" sin estar casada con ninguno de ellos, y ahora tenía un sexto hombre. Aparentemente para ella no había ninguna diferencia entre la mujer y el hombre, porque vivía sin ley alguna, y tal ve de forma inconciente ella estaba tratando de hacer lo mismo que un hombre que puede tener varias esposas, pero ella no podía tener varios esposos a la misma vez.

Espiritualmente- y potencialmente-hablando, el hombre y la mujer pueden ser iguales, y en efecto lo serán. Pero físicamente nadie puede negar que existan diferencias entre ambos.
En resumidas cuentas, amados míos, es mejor decir NO al divorcio al igual que dice Yahweh, y tratar de permanecer casados excepto en situaciones realmente graves como cuando haya infidelidad, engaño previo, o un cónyuge incrédulo le haga la vida imposible y mantenga en servidumbre al cónyuge creyente, recordando que solamente en los dos primeros casos se le permite al cónyuge engañado volverse a casar!

Con todo amor kodesh y solicitud,

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