1/4/16

EL PERDONAR TAMBIEN ES NUESTRO PERDON

"EL PERDONAR ES TAMBIEN TU PERDON"
Marcos 11: 24-26 Yahshua nos dice y ES EMET/VERDAD: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis haciendo tefilat , creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis haciendo tefilat, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Abba que está en los shemayim os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Abba que está en los shemayim os perdonará vuestras ofensas”.
AMADOS AJIM Y AJOTIS:
Perdonar es la única forma de asegurarnos una buena comunicación con Yahweh. Si nos presentamos ante Él con resentimientos no podemos esperar que nos perdone. Aunque es difícil, debemos perdonar, especialmente cuando la ofensa sea grande o de carácter personal y si algun aji o ajot se arrepiente de su apostasia, su maldad, su ofensa y de su mal camino debemos perdonarle siempre. Incluso al mismo Abba le costó caro, porque tuvo que sacrificar la vida de su Hijo Yahshua para perdonar nuestros pecados. ¿entienden su ahavah hacia nosotros? ¿Entienden lo que El hizo en favor nuestro? El nos tiene verdadero ahavah, por eso nos perdona, pero OJO AMADOS solo si hay ARREPENTIMIENTO. El pecado de otro no justifica nuestros pecados propios. Tenemos tanta responsabilidad de no sentirnos ofendidos como de no ofender (OFENDER NUNCA ES DECIRLE LA VERDAD DE SUS PECADOS). El perdón que nosotros podamos darle a un ofensor arrepentido en lo mas privado de nuestro corazón, no lo exime de su necesidad de arrepentimiento.
Hay que perdonar las veces que sea necesario. En MattiYah 18:21-22 encontramos la clave respecto a las ofensas personales: "Entonces se le acercó Kefas y le dijo: “Adón, ¿cuántas veces perdonaré a mi aji (OJO que habla de pecados personales entre los mismos ajim) que peque contra mí? ¿Hasta siete? Yahshua le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”.
OSEA SIEMPRE
Significa que si la ofensa aún nos molesta, debemos continuar perdonándola en secreto hasta que ya no nos afecte. Aunque la ofensa haya sido una sola vez, si la guardamos en el corazón deberemos perdonarla cuantas veces la recordemos y nos sientas ofendidos y adoloridos de nuevo. Olvidemos las ofensas porque guardar rencor solamente hiere nuestro corazón y nos obliga a practicar una y otra vez el perdón hacia nuestro ofensor.

Cuando nos arrepentimos, Yahweh arroja lejos nuestros pecados al fondo del mar y no los recuerda más. El no se queda con nuestros pecados después de habérnoslos perdonado. La Torah dice que la falta de perdón es carcoma de los huesos. Aprendamos a perdonar y a vivir felices. Así como el perdón atrae al Ruaj HaKodesh, el resentimiento atrae al diablo, evitémoslo. El Abba Bueno Yahweh nos perdonará en la misma medida que perdonemos. Con esa promesa, vale la pena olvidar de todo corazón los resentimientos entre ajim que caminamos fielmente y tenemos algun tropiezo.
Cuando estemos ofendidos comuniquémonos hablando con el ofensor en tanto sea posible para dejarle saber nuestro sentir y una oportunidad para arrepentirse. El silencio es otra forma de comunicación, pero no siempre es la mas efectiva! Ya que podría eviar un mensaje de rechazo, y negación a buscar soluciones, dejémoslo para cuando pensemos que sea imposible buscar soluciones. Si ya hemos tratado de hacer entrar en razón a nuestro enemigo u ofensor y no lo hemos logrado, perdonémoslo aunque no le hablemos. Podemos amar "desde lejos" y esperar a un futuro en que el aji nos conceptúe y encuentre dignos de no ser objeto de su iniquidad o molestia.
Recordemos que la Escritura Kodesh dice “La blanda respuesta aplaca la ira”. Si al empeñarnos en tener la razón perdemos a la persona que amamos, nuestra lucha no tiene sentido. Procuremos que no haya enojos. Yahweh dice: “no se ponga el sol sobre tu enojo”. El Adón Yahshua nos motiva a buscar ayuda cuando creamos que no podemos resolver nuestros conflictos con quienes nos ofenden. Pidamos consejo a personas sabias y pacíficas, no a personas chismosas, hipócritas, manipuladoras, y quienes solamente echarán mas leña al fuego. No busquemos quién nos de la razón, sino a alguien que nos ayude a encontrar y dar perdón. Hablemos con la persona que nos ha ofendido y desahoguémonos buscando la reconciliación y el acuerdo entre ambos. Siquiendo la directriz en MattiYah 18, podremos ayudar a la parte ofensora a llegar al arrepentimiento, si es que le interesa. A Yahweh le agrada tanto que busquemos esos momentos que lo que pidamos nos lo dará, para ayudarnos a ser un solo cuerpo y para probarnos a unos y a otros.
QUE ASI SEA SIEMPRE ENTRE NOSTROS AMADOS AJIM Y AJOTIS.

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