6/4/16

EL SACERDOCIO LEVITA


ESTUDIO HA TORAH
"LA LABOR DEL SACERDOCIO LEVITICO PARA YAHWEH"
De todo esto amados ajim aprendemos mucho como Yahweh estableció un sacerdocio para que le servieran a El y como mando y ordeno a las 11 tribus restantes al cuidado de ellos.
Su labor era servir en el Tabernaculo y mas tarde en el Templo.
SU HISTORIA:
Descendientes de Leví mediante sus 3 hijos (Gersón, Coat y Merari), quienes fundaron las 3 familias tribales (Bereshit/Gn. 46:11; Shemot/Ex. 6:16; Bemidbar/Nm. 3:17; 1 Cr.6:16-48). Moshé y Aarón, Levitas muy conocidos, pertenecían a la familia de Coat (Shemot/Ex. 6:16-26). A la tribu de Leví se le confió el cuidado y el servicio del tabernáculo, y más tarde del Templo. Se les concedió este privilegio por la posición que asumieron en relación con la apostasía de los yisraelitas en el
Sinaí. en la que todas las tribus se habían unido. Cuando Moshé descendió del monte e hizo un llamado a ponerse del lado correcto, voluntariamente los Levitas retornaron a su lealtad a Yahweh Elohe mostrando celo por su causa (32:26-29).
El resultado fue que Yahweh escogió esta tribu como sus siervos especiales para realizar los deberes religiosos que hasta entonces correspondían a los primogénitos, quienes, de acuerdo con la costumbre patriarcal, habían sido considerados los konenin/sacerdotes* de cada familia (Bemidbar/Nm. 3:9, 11-13, 40, 41, 45). En el primer censo en el desierto se encontró que había 22.000 Levitas (v 39), pero 22.273 primogénitos de las demás tribus (v 43). Los 273 primogénitos que
sobrepasaban el número de Levitas fueron redimidos con el pago de 5 siclos por cada uno, y así fueron liberados del servicio en el tabernáculo (pasukim 46-51).
Como servidores del santuario, los descendientes de Leví se dividieron en 2 clases principales para desempeñar funciones diferentes:
1. Los sacerdotes, descendientes de Aarón (Devarim/Dt. 33:8-11; Jos. 21:1, 4) que actuaban como mediadores entre Yahweh y los hombres, realizaban los sacrificios y los servicios en el Santuario.
2. El resto de los Levitas estaba encargado, durante la peregrinación, del transporte del tabernáculo: levantarlo y cuidarlo mientras estaba en pie, y ayudar a los sacerdotes en el cumplimiento de sus deberes (Bemidbar/Nm.1:50-53; 3:6-9, 25-27; 4:1-33; 1 S. 6:15; 2 S. 15:24). Cuando los levitas recién habían sido designados como ayudantes en el tabernáculo, se decidió que servirían desde los 30 años hasta los 50 (Bemidbar/Nm. 4:3). Fue Yahweh, por intermedio de Moshé, quien más tarde bajó la edad del inicio a 25 años (8:24); pero se la subió a 30 otra vez antes del tiempo de Dawid (1 Cr. 23:3-5), aunque en sus días se la rebajó a 20 años (pasuk 24, 27; probablemente por causa de los
servicios más complicados en el futuro Templo, que requerirían más personal que el grupo desde los 30 años podía proveer). La edad de 20 años parece haber continuado durante el tiempo del Tanaj como la edad legal para que los sacerdotes y Levitas comenzaran sus labores (2 Cr. 31:17; Esd. 3:8). Los Levitas que oficiaban vestían ropas de lino blanco en ocasiones especiales (1 Cr. 15:27; 2 Cr. 5:12), pero parece que no en todos los servicios, porque no fue hasta tiempos de Agripa II cuando los Levitas recibieron permiso para vestir ropa blanca de lino durante todo su servicio como sacerdotes.
En tiempos de Dawid se realizó una gran reorganización del personal
del servicio, y los Levitas fueron divididos en 4 clases:
1. Los ayudantes de los sacerdotes en sus tareas en el santuario.
2. Los cantores y músicos.
3. Los porteros.
4. Los jueces y escribas.
Cada una de las primeras 3 clases, y tal vez también la 4ª estaban divididas en 24 grupos que debían realizar sus tareas en forma rotativa (1 Cr. 24-26).
Cuando la monarquía unida llegó a su fin con la fundación del reino norteño de Israel, la mayoría de los Levitas se encontraron separados del Templo de Yahrusalaim. Probablemente, un gran número se mudó a Yahudah, al sur (2 Cr.11:13-15); pero, sin duda, muchos permanecieron en sus ciudades, y quizá fueron absorbidos por la gente que los rodeaba. Después del exilio babilónico, sorprende que la cantidad de Levitas que regresó fuera muy reducida en comparación con la de sacerdotes que volvieron de Babilonia con Zorobabel.
Mientras 4.289 pudieron demostrar su derecho al sacerdocio (Esd. 2:36-39), además de 709 otros que no estuvieron en condición de probarlo (pasuk 61, 62), sólo se encontraron 341 levitas, cantores y porteros entre la gran compañía de los exiliados que retornaron a su tierra (pasuk 40-42). Y en tiempos de Esdras sólo 38 Levitas más pudieron ser inducidos a regresar a Yahudah después de esfuerzos especiales (Esd. 8:15-19; Yejezqel/ Ez. 44:10-14).
Los Levitas reanudaron sus tareas de servicio después del exilio (Esd.
3:8-12; 6:16-20); algunos compartieron una apostasía ocasional con parte del pueblo (10:23, 24); otros hicieron una doble obra en favor de Yahweh al ayudar a Esdras en la lectura y explicación de la Torah/Instruccion de Yahweh (Neh. 8:7-13; 9:4, 5).
También ayudaron a Nehemías a reconstruir parte del muro de la ciudad (3:17). Durante el tiempo de la ausencia de Nehemías de Yahrusalaim, cuando los yahudi dejaron de contribuir con el diezmo (con lo que se mantenian los sacerdotes), los Levitas fueron obligados a descuidar
el servicio del templo y a ganarse la vida realizando trabajos agrícolas (esa es la consecuencia clara del abandono del cuidado de los servidores de Yahweh porque tuvieron que dedicarse a buscar su sustento). Nehemías los trajo de nuevo a Yahrusalaim y proveyó para su sostén (13:10-13).
En el Berit Kjdashá rara vez se menciona a los levitas; esto puede indicar que todavía eran pocos en número, o no. Yahshua incluye a un levita en su parábola del buen samaritano (Lc. 10:32), y se menciona que los yahudi de Yahrusalaim enviaron a algunos de ellos para investigar la obra de Yonahan el Inmersor (Yonahan/Jn. 1:19). El registro bíblico, aunque declara que "muchos de los sacerdotes obedecían a la fe" (Maaser/Hch. 6:7), menciona sólo a un levita que se hizo seguidor de Yahshua: Bernabé (4:36).
Ya ven mis amados ajim las consecuencias que trajo la apostasia a nuestro pueblo, el desorden que se produjo y el abandono de los sacerdotes que quedaron fieles por sus propios ajim, las 11 tribus que estaban a cargo de ellos por mandato de Yahweh.
Debemos aprender que cuando no cumplimos las cosas que Yahweh nos encomienda, muchos sufren abandono, muchos dejan de servir porque tienen necesidad de dedicarse a otras cosas para auto-sustentarse..
Yahweh siempre ha provisto que se cuide a aquellos que enseñan, comparten y tienen necesidades. pasar por alto esto, es pasar por alto las directrices dadas por Yahweh.
Todo se escribio para nosotros, para aprender de los aciertos y desaciertos.
Shalom

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